¡Por fin te marchas!

Quizás Donald Trump, el gobernante entrante, sea peor que tú, pero, aún exhiba un curriculum "limpio", el nocivo proceder le es intrínseco (no importa si intenta romper con el establishment): es blanco y republicano, no “negro africano” y "demócrata" como tú.

El mundo, durante los ocho años que gobernaste, vivió en guerra permanente. Cientos de miles de niños, mujeres y ancianos fueron asesinados en:
– Libia (propiciaste la muerte de su gobernante),
– Siria (patrocinaste al grupo terrorista Estado Islámico para derrocar a su mandatario),
– Afganistán (a sólo dos meses de que te otorgaran el Nobel de la Paz -o mejor, el Nobel de la Guerra- enviaste 30,000 soldados más para "pacificar"),
– Irak (con el desplazamiento a sus tierras del Estado Islámico ocasionaste caos y destrucción total, tal y como has hecho dondequiera que has metido tu nariz),
– Palestina (sirves como lo que eres: un "nigger" casero arrodillado ante el genocidio que lleva a cabo Israel contra los palestinos),
– Yemen (desde que llegaste al poder intensificaste los bombardeos que cobraron la vida de inocentes),
– Pakistán (diste la orden para 339 ataques con drones que masacraron cándidas vidas y destruyeron infraestructura vital),
– Ucrania (aupaste el derrocamiento de su presidente legítimo y aprobaste el suministro de armas letales al neonazismo de Kiev para que asesinara a su propios coterráneos)…

Según datos del Consejo de Relaciones Exteriores (de tu propio país), ordenaste lanzar, en el 2016, último año completo de tu mandato, 3,000 bombas más que las lanzadas por los aviones y drones del imperio en el 2015. Ordenaste "26,171 bombas contra 7 países: 12,192 en Siria, 12,095 en Irak, 1,337 en Afganistán, 496 en Libia, 34 en Yemen, 14 en Somalia y 3 en Pakistán". Esas bombas mataron, en un solo año, decenas de miles de inocentes…

En tu país le diste la espalda a los de tu color (¿eres negro?) mientras eran masacrados en tu misma cara por los blancos a quienes sirves.

Normalizaste relaciones con Cuba en tu último mandato porque no tenías nada que perder -no tenías que postularte de nuevo-, pero aún así no cerraste la base naval en Guantánamo.

Con la mentira que has lanzado sobre Rusia, que supera con creces la inventada por Bush acerca de las armas de destrucción masiva de Irak, tienes al mundo en la cuerda floja, al borde de un holocausto nuclear, sólo porque no pudiste asimilar que Vladimir Putin está muy por encima de ti -que fuiste encumbrado por una pérfida prensa al servicio del imperio y por aquellos que creen que los gobernantes son buenos porque fingen humildad y son “fieles” a sus esposas-.

Puedo imaginar el nivel de frustración que sentiste cuando el líder ruso, en respuesta a la expulsión de 35 diplomáticos ordenada por ti, señaló que su país se reserva "el derecho de responder", pero que no tiene intención de realizar "una diplomacia 'de cocina'".

Es importante que con tu partida asimiles, y te dediques a informar a los componentes del “círculo del mal” al que incondicionalmente serviste, que el mundo no es sólo Estados Unidos; que en él habitamos, además de norteamericanos, seres humanos de otras nacionalidades que queremos vivir en paz, no bajo la sombra de una hecatombe atómica. Te digo esto porque no sé si comprendiste el verdadero significado de lo que Putin expresó acerca de la “fortaleza imperial” que tanto aludiste en tus discursos de ciudadela. ¿Te lo recuerdo? Esto fue lo que dijo, y me parece que lo más prudente es que tú y los tuyos le otorguen la atención que merece: "¿Por qué los representantes de la vigente administración estadounidense empezaron a decir que Estados Unidos es el país más fuerte? Sí, es así. Tienen muchos misiles, submarinos, más de los que tenemos nosotros; y no lo discutimos. Sólo decimos que somos más fuertes que cualquier agresor… y es así".

Piénsalo bien y haz que los poderes imperiales para los que trabajaste como un apocado entiendan lo que significan esas palabras.

En realidad fuiste el más pernicioso de todos los jefes de Estado norteamericanos. La historia se encargará de mostrar “el lado oscuro de tu cara blanca”.

Hoy comienza una nueva lucha para exigirle al recién estrenado jefe del imperio que respete los países tercermundistas, algo que esperábamos hicieras tú. En ellos viven seres humanos tan iguales como los que habitan las naciones “primermundistas”.

Por lo menos estamos seguros, los que creíamos que servirías para hacer del mundo un lugar mucho más seguro y apacible, que Donald Trump no recibirá un Nobel de la Paz por hacer la guerra.

Adiós Obama.

¡Por fin te marchas!