Suena Lady Hear Me Tonight, una canción de Modjo. La interpretación es única, y asimismo el video, dirigido por Francois Nemeta.
Lo cuento: unos muchachos emprenden la huida de un hotel de provincia –de carretera–, en Canadá. Han logrado comprar un carro y se van a un Festival Country donde hay mucha gente bailando con mucha edad y unos pollos gigantes (gente disfrazada de pollos). Los asistentes a ese festival saben hacer una coreografía, aunque tengan más de 60 años de edad. Visten botas y sombreros mientras están en el escenario.
Nuestros protagonistas –dos chicos y una chica de menos de 20 años–, luego se van del Super Festival Country y buscan un bar donde cantar la canción que suena. Mucho tiempo antes, se han reunido en la cafetería. Han llevado el dinero que les han dejado sus padres –invisibles en el video–, y deciden comprar el automóvil. Iniciarían una gran aventura que los llevaría a dormir (sin pagar, entraron de manera subrepticia), en secreto en un hotel de la autopista. Al amanecer, son espantados y aceleran el auto hasta huir a los confines de un bosque donde se pierden. Se cierra el telón.
En otro asunto, por una especie de azar, llega a mí la vieja crónica de Nixon, una historia que mucha gente conoce. Era cierto lo que había hecho y mucha gente intenta regateárselo. Quienes tenemos su libro de memorias: The Real War: 1980, nos damos cuenta del conocimiento que tenía el mandatario de China (y de las armas). Uno de estos días, alguien hablaba del expresidente: su experiencia fue de avance. Abrió las relaciones con China, y logró varios acuerdos.
Hay una frase de Napoleón Bonaparte que usa Nixon para abrir un capítulo: “China es un gigante dormido; dejadlo dormir porque cuando despierte estremecerá al mundo”. Lo que ocurre en China hoy tiene que ser analizado. Se trata del comercio mundial, y los cambios que se han generado. Quienes visitan China quedan transformados.
Volviendo atrás, los chicos del video lo tienen claro: han entrado en el bosque, pero antes, mucho antes –un día atrás–, se reunieron en la cafetería donde juntaron el dinero para pagarle a un desaprensivo vendedor de autos (que solo quiere su dinero). Este es un personaje importantísimo porque le da el tono real al asunto. Ha llegado al lugar –un enorme garaje–, donde le explica a la chica y a los dos muchachos, que ese carro sirve. Hacen el canje.
Cuando llegan al bar, toman las armas (los instrumentos, guitarra y micrófono), para entonar la canción como si se tratara de una canción única, que lo es. En pocos minutos, son expulsados a patadas por los asistentes. Lanzado por un borracho, se puede mirar un botellazo. Los ausentes son los padres, pero no hay tiempo para preguntarles. Nuestros chicos están en pleno ejercicio de la libertad y espían el universo de los mayores. Se cierra el telón.
La otra lectura de la que quiero hablarles se hacía diáfana, única, irresistible. Decía en alguna de sus páginas, que el protagonista tenía que enfrentar un fuego. Era una avenida en California. Pensé en otros libros donde hay incendios. Y me quedó claro que en Arde París, –de Dominique Lapierre– alguna bomba había terminado en llamas. El libro al que hago referencia es de James Patterson, titulado 3rd Degree (Little, Brown and Company, 2004).
En otra mañana, surfeaba la web cuando encontré un libro ancestral, la Mil y Una Noches, de Galland. Como muestran sus páginas, estaba claro que en el visitado libro había incendios de otro tipo, una obra no apta para menores. Años atrás, habíamos leído el Ramayana pero nada tan arriesgado como esto. Las escenas no son para nada infantiles. Dos horas después, pongo un disco de Kylie Minogue, Say something (Darenote, BMG). Lo ha sacado hace unos días. Y el de Róisín Murphy –Murphy’s Law–, me entretiene bastante. Como ninguna otra, Murphy es un fashion icon en el mundo: puede vestir de plástico en la cafetería y comenzar un baile que a todos entretiene. La seguimos desde la época de Moloko (Sing it back, 1999), y aquellos famosos conciertos de la agrupación.
Está clarísimo para todos los ciudadanos del mundo: este año ha sido difícil. El optimismo nos exige que nos despidamos de él, con mucho entusiasmo para entrar en otro. Ya tenemos algo con que luchar: las vacunas. Por lo pronto, despedimos este 2020 y le damos la bienvenida desde ya, aunque falten unos días, a este año que será de recuperación global, 2021.
Nota: Larry Collins es el coautor de Arde París, libro que citamos más arriba. En el caso del libro de Patterson el coautor es Andrew Gross.
Felices fiestas.