Un día como hoy en el año 1813 nació el dominicano más importante de nuestra historia, ideólogo de nuestra independencia. Hijo de Juan José Duarte y Manuela Diez, Juan Pablo fue miembro fundador de La Trinitaria, La Filantrópica y La Dramática. A pesar de que tuvo que vivir las luchas armadas por la independencia desde el exilio, de no haber sido por sus aportes, tanto desde el punto de vista económico, como desde el punto de vista estratégico, ese hecho tan importante no se hubiese podido concretizar la noche del 27 de febrero de 1844. Sin duda, Duarte es figura central en la independencia dominicana.
Cuando hablamos de Duarte, nos estamos refiriendo a uno de los dominicanos más nobles que ha tenido nuestro país, quien siempre puso por delante los intereses de la patria que los suyos. Hoy, que vivimos en una sociedad cada vez más individualista en que solo nos preocupamos por nuestro bienestar y nuestro crecimiento económico a nivel personal, sin importar cómo esto pudiera afectar a nuestros compatriotas, es propicio resaltar la figura de Duarte como estandarte y modelo a seguir por todos los dominicanos.
Vale recordar que Juan Pablo, en el año 1829 sale del país por motivos de estudios y se va a Europa, en donde respira aires de democracia y de libertad. Lo cual lo lleva a colocarse como objetivo lograr lo mismo para su patria. Desde ese momento nace la lucha de Duarte por una República libre e independiente. Haciendo un paralelismo con lo que vivimos actualmente, donde miles de nuestros jóvenes tienen la oportunidad de viajar a otros lugares del mundo, ya sea por motivos de estudios, trabajo o recreación y pueden observar los niveles de desarrollo que tienen muchos otros países, estos en su gran mayoría, optan por sentarse a criticar lo mal que estamos como país o en su defecto hacer todo lo posible para no regresar. Y, en el caso de que decidan regresar, se adueñan de frases como: “esto no tiene solución, cada uno que se consiga lo suyo y viva feliz”. No somos capaces de imitar a Duarte y luchar por convertir en realidad todo lo positivo observado en el extranjero.
Es lamentable, pero, es la realidad que estamos viviendo, especialmente entre nuestros jóvenes. En su gran mayoría no sienten responsabilidad por el porvenir de nuestro país y se sentirían dichosos si obtuvieran la posibilidad de irse a vivir a países como Canadá, Estados Unidos o España. Hasta cierto punto, no los culpo, nuestros líderes, tanto políticos, como empresariales, se ha encargado de que los dominicanos sintamos una decepción cada vez mayor de nuestra nación. El pueblo se ha cansado de ver como quienes nos dirigen se han servido de nuestra miseria y falta de educación. Sin embargo, esto no debe ser una excusa para sentirnos derrotados y abandonar la lucha.
Duarte, a lo largo de su vida fueron muchas las frases que aportó. En especial hay una de ellas que nos debe servir como guía para esos momentos en los que no encontremos el sentido de realizar aportes a nuestro país. Esta reza de la siguiente manera: “trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos”. Asumir esta frase como hoja de ruta en nuestra vida diaria nos llevará ser mejores dominicanos. Si cada dominicano decide ser mejor cada día, inequívocamente seremos un lugar mucho mejor para vivir.
Finalmente, otra de las frases de Duarte que a mi entender más vigencia ha tenido a lo largo de nuestra historia ha sido la siguiente: “nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la patria”. A pesar de que siempre tendremos dominicanos que trabajarán por sus intereses y beneficios personales, aunque esto implique afectar a nuestra patria, no perdamos de vista que esta cuenta con los dominicanos de buena voluntad que nos levantamos cada día a dar lo mejor por nuestro país. La lucha que inició Duarte en el año 1838 con la fundación de La Trinitaria, aún se mantiene, hoy el objetivo no es lograr la independencia nacional, pero sí lograr un mejor país para todos los dominicanos. Si queremos obtener la victoria, debemos todos, dejar de actuar de la manera egoísta en que muchas veces lo hacemos y actuar más como lo haría Duarte.