Es común que en algún momento de nuestras vidas redactemos o nos llegue alguna carta con una intención que necesita de nuestra firma para que, sumada a muchas firmas más, cobre relevancia, movilice a los actores involucrados y se logre lo que se plantea en ella.

El portal Change.org es “una plataforma de activismo online que permite a cualquier persona, en cualquier lugar, iniciar peticiones, sumar fuerzas y ganar campañas para cambiar el mundo”. Estas son las palabras usadas para describir la plataforma que está en la red desde 2006 y que tiene oficinas en Washington y San Francisco, lugares en donde se ubica el equipo que va desde personal administrativo hasta asesores sobre los distintos renglones en donde se ubican las causas que cada quien quiere perseguir, sirviendo de enlace incluso con los medios de comunicación, todo esto para lograr que se divulgue la petición.

Para  entrar en este “sistema de petición” se debe crear una cuenta: nombre, apellido, correo, contraseña. Tal cual como si fuéramos a suscribirnos a una red social. Y efectivamente es como un tipo de red social, sólo que quienes son parte de ella no están buscando a quienes tengan o compartan sus  intereses  sino que de por sí ya todos lo hacen, y es uno solo: comparten el  interés común de “luchar por lo que es justo a nivel local, nacional o global”. No se disipa el tiempo compartiendo fotos, frases, juegos, sino que se lee directamente la petición.

Se inicia “creando una petición”, se escribe a quién va dirigida dicha petición, ya sea persona, organización o administración, se continúa con lo que se quiere pedir y por último y sí más importante: la explicación de por qué deberían apoyar tal petición.

Hay “top causes” como: educación, ambiente, derechos de los inmigrantes, derechos de homosexuales, defensa de los animales…  En el sitio se pueden leer peticiones de decenas de países, incluso República Dominicana registra varias peticiones. Este tipo de activismo online ya lo hemos atestiguado, sin embargo, esta página se encargada de ser el punto de encuentro, promoción y difusión de las metas sociales.

Una vez publicada la petición, se inicia el proceso de promoverla a través de las distintas redes sociales con la intención de que el mayor número de personas pueda leerla, identificarse y sobre todo, ser firmante. Luego de lograr esa dinámica de firma masiva en un tiempo límite, cada vez que alguien se conecte con la causa, el destinatario recibirá una copia de la petición con la firma de esa persona quien puede estar ubicada en cualquier parte del mundo. Si la petición logra su propósito, entonces se alcanza la “Victoria”, como una de las más famosas lograda en el 2011, la petición que hizo una niñera de 22 años para que Bank of America cancelara el cargo de USD 5 por uso de las tarjetas de débito.

Esta página tiene la certificación de B-Corp que es otorgada al tipo de organizaciones que usan el poder de los negocios para crear beneficio público. Porque cabe destacar que es un negocio, que genera ingresos permitiendo que distintas ONG, además de otras instituciones, usen la plataforma pagando dinero por concepto de patrocinio de sus peticiones y por servir de enlace para conectarse con las personas que estarían en la disposición de apoyar sus diferentes causas.