La estrategia de Félix Bautista de demandar en Miami a Jaime Aristy y José Alejandro Ayuso estuvo centrada en acosarlos económicamente a través de los altísimos costos que tiene una defensa judicial en los Estados Unidos, contando obviamente con que el senador no tendría ese tipo de problemas debido a la fortuna que ha acumulado.
La estrategia ha dado resultado y ha obligado a los demandados a llegar a un acuerdo que pone fin al litigio a través de un documento que ha generado un amplio debate en el cual la peor parte le ha tocado a Aristy y a Ayuso pues la percepción pública ha sido que se han retractado de lo que ambos expresaron, el primero en su libro “El lado oscuro de la Sun Land” y el segundo en la presentación del libro.
He leído el documento en cuestión y en mi opinión el mismo fue redactado con mucho cuidado para evitar una retractación. Por esa razón, se utilizó la frase “las partes toman conocimiento” y se citaba entre comillas aquellas frases que contenían criterios que los demandados no estaban dispuestos a aceptar como ciertas. Cuando dice, por ejemplo, que “las partes toman conocimiento que, de acuerdo con la decisión 03093 “se descarta cualquier indicio de responsabilidad penal sobre los funcionarios responsables de la contratación y supervisión de estas obras”, lo que se dice pura y simplemente es que las partes aceptan que conocen esa información, no que están de acuerdo con ella.
Si se hiciera una encuesta estoy seguro que la percepción de corrupto que arropa al senador no variaría en absoluto, sobre todo en estos momentos en que han salido a relucir datos de su enorme fortuna personal, desarrollada en forma paralela al ejercicio de funciones pública
Esta técnica de redacción es bastante común en los contratos de transacción que ponen fin a los litigios, cuando una de las partes no desea aceptar el criterio de la otra, pero no quiere embarcarse en un proceso judicial largo y costoso. De esta manera, sin aceptar el fondo de la demanda ni los argumentos que la sustentan, las partes pueden ponerle fin a un litigio.
Sin embargo, debo admitir que estos aspectos técnicos de la redacción no han evitado ni evitarán que se forme una percepción pública de retractación de lo escrito en el libro, contra la cual Aristy y Ayuso tendrán poco que hacer. Las ruedas de prensas, comparecencias a programas, etc. no podrán borrar esta percepción, aunque entiendo perfectamente legítimo que lo intenten. Y no podrán hacerlo por otra percepción que se ha enraizado en el imaginario popular: la de que Félix Bautista es el símbolo de la corrupción en la República Dominicana.
El senador Bautista tiene tan mala imagen, tan mala prensa, que muchas personas aplaudían, incluyéndome, la defensa que agresivamente sostenían Aristy y Ayuso contra él, pero por la misma razón la mayoría de la gente ahora condena su retiro del litigio a través de este acuerdo.
Algunos dicen que el principal ganador del retiro de esta demanda ha sido Félix Bautista y yo no estoy de acuerdo. Creo, eso sí, que Aristy y Ayuso han salido perdedores, pero eso no significa que Bautista haya salido ganador. Al igual que Aristy y Ayuso tienen poca probabilidad de luchar contra la percepción negativa que ha dejado el acuerdo, Bautista no tiene posibilidad alguna de convertir este acuerdo en un elemento que mejore su imagen, tal cual era su propósito. Si se hiciera una encuesta estoy seguro que la percepción de corrupto que arropa al senador no variaría en absoluto, sobre todo en estos momentos en que han salido a relucir datos de su enorme fortuna personal, desarrollada en forma paralela al ejercicio de funciones públicas.
Leí la información de la rueda de prensa que realizaron Aristy y Ayuso y lamenté que no esgrimieran el factor económico como el determinante para aceptar el acuerdo que firmaron. Pero no tengo ninguna duda de que esa fue la razón predominante.
Tampoco tengo duda de que a eso fue que apostó Félix Bautista persiguiendo un cambio de la opinión pública que no ha podido lograr hasta ahora con los archivos definitivos que obtuvo de los casos en su contra, con la opinión favorable del CODIA, con resoluciones judiciales obtenidas en tribunales dominicanos, con la solicitud de investigación en el Senado, con auditorias obtenidas.
Estoy convencido de que no existe voluntad política que permitan procesos judiciales independientes contra Bautista, pero el senador tendrá que contentarse con esto pues también estoy convencido de que la recuperación de su imagen le será extremadamente difícil, por no decir imposible.