"La idiotez es una enfermedad extraordinaria,

no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás.”

Voltaire

Hace casi tres años escribí acerca de la estupidez, eso que el Diccionario de la Real Academia de Española de la Lengua define como “Torpeza notable en comprender las cosas”. Pasados casi tres años  y observando comportamientos que por repetidos no resultan graciosos  especialmente al escuchar programas matutinos o al leer la prensa de  los domingos he llegado a la conclusión de que la estupidez ha sido superada.

Al indagar respecto del o la idiota y casi sin quererlo Fernando Savater me abrió el trillo: “Idiota: Del griego idiotés, utilizado para referirse a quien no se metía en política, preocupado tan sólo en lo suyo, incapaz de ofrecer nada a los demás.” 

El tratamiento de las encuestas y la segunda vuelta motivó aún más mi preocupación cuando a la doña de los vaticinios (“X tiene 55% y Z tiene 27%, X tiene una ventaja de 28 puntos” y el entrevistador remata: “Waooo, tú tiene que vení más seguido”) se le sumaron dos venerables melancólicos que se solazaban de que los “puros” van a sacar pocos votos por negarse a apoyar a la “bancada choferil”.   Justo ahí llegó en mi auxilio un artículo reciente de mi viejo profesor de Ciencias Sociales Básicas, Fernando Mires, que plantea que un “idiota es una persona a la que si mostramos el sol con el dedo se queda mirando al dedo.” 

Entonces entendí: ¡¡se quedan mirando las encuestas!! Eso es precisamente lo que espera Joao Santana desde su seguro refugio protegido por el Estado brasileño y comprueba aquello de que “Un idiota, luego, es alguien que no piensa más allá de lo que ve.”

En ese marco es todo un trabajo de artesanía catar encuestas y segunda vuelta. He buscado -y vaya que he buscado- quién fue que afirmó que la segunda vuelta “es un hecho”. La respuesta es nadie. Lo que si pude leer, y que un idiota entretenido en mirar el dedo no ve, es la afirmación de que la posibilidad de forzar una segunda vuelta es –o era- la única forma de vencer a la reelección. Concluyo entonces que no quieren ganar.

Luego de los lamentables hechos que dejaron a la bancada choferil con un candidato a diputado menos, estamos esperando el anuncio de la asesoría de Joseph Blatter para promover el football, considerando que tiene en la media isla buenos amigos de la FIFA candidatos al Congreso. ¡Es que son así!

Permítanme insistir con recuerdos de estudiante y dejarlos con esta opinión de Fernando Mires: “Según los antiguos griegos, idiotas eran todos aquellos que no sabían pensar políticamente. No se trata entonces de que los idiotas sean tontos. Pueden ser incluso muy inteligentes cuando analizan lo que ven. Lo que no pueden hacer es avanzar con el pensamiento más allá de lo visible. En otras palabras, no saben trascender. Hecho que en política suele ser muy grave pues la política se hace de acuerdo a las tres dimensiones del tiempo humano: recordando el pasado, pensando desde el presente y mirando hacia el futuro.”

Se entenderá, entonces, que los idiotas están decididamente limitados: cuando se trata del pasado tienen un listado de encuestas “que acertaron”, cuando hablan del presente lo hacen sólo con porcentajes y el futuro no les alcanza siquiera para el 15 de mayo, pues son víctimas de la muletilla: “Si las elecciones fueran hoy…”