Con el amigo y hermano Homero Herrera Velázquez, me unen lazos de amistad. Hemos compartido en diferentes escenarios. Vivíamos en la calle Máximo Gómez, él en la No. 45 y yo en la No. 93, compañeros de clases en la Escuela México y del Liceo Ulises Francisco Espaillat (UFE) de esta ciudad de Santiago de los Caballeros.

Llevamos años compartiendo esta historia y una noche conversamos de la necesidad de él escribir sus memorias…

Homero tenía un escrito donde narraba sus vivencias, no sólo de Los Panfleteros de Santiago, sino como miembro de los Palmeros y del Movimiento Revolucionario Catorce de Junio, (1J4).

Muchas veces le decía que podía brindarle toda la ayuda hasta que una noche lo aceptó y así lo hicimos.

Revisamos títulos y detalles… Terminamos el libro, “Memorias de un Panfletero”, inicialmente y ahora “El Panfletero de Santiago”, el 10 de agosto de 2007.

Ángela Peña nos visita y en mi casa se hacen las entrevistas que produjeron dos (2) crónicas de Homero y una de José Rafael Colón y luego en casa de la familia Guillén Gómez, otra más.

Terminamos el libro de Homero, y él a los pocos días hace la dedicatoria y en la introducción escribe: “… que no lo piensa publicar pero si alguien se anima amen…” y cierra con la siguiente expresión:

“No podemos ser más altos en el mundo cortándoles las cabezas a los demás, ni podemos ganarnos el cielo con camándulas ajenas”. (Homero Herrera Velásquez).

Al mencionar ese párrafo de las “camándulas ajenas”, esa expresión me motivó a investigar sobre el tema Los Panfleteros de Santiago, y ya van 11 artículos publicados en Acento.com.do.

Tenemos testimonios de más de quince personas, incluyendo panfleteros, más de cien horas de grabaciones y videos, hemos recopilado y analizado cerca de cien artículos, donde hemos encontrado errores e inexactitudes.

Homero me ha autorizado hacer uso de todas las informaciones contenidas en su libro aún inédito y hoy quiero de nuevo pedir la autorización de manera pública y teniendo a todos ustedes de testigos.

UNIÓN DE GRUPOS REVOLUCIONARIOS INDEPENDIENTES  (UGRI).

Wenceslao Marcial Guillén Gómez (Wen), fue ideólogo de diferentes núcleos  anti trujillistas en Santiago de los Caballeros. Este joven brillante, unió en una federación de pequeños grupos que llamo Unión de Grupos Revolucionarios Independientes (UGRI).

Es importante mencionar que ya en Pueblo Nuevo y El Ejido, se había formado un grupo de ebanistas, dirigidos por Enrique Perelló Espinal (Enriquito) que iban a comprar caoba a la sección El Mamey, municipio Los Hidalgo, provincia Puerto Plata. Es Príamo Herrera Velásquez, hermano de Homero, quien le presenta a Wenceslao Guillén a Enriquito.

Las reuniones del grupo organizado por Wen, inicialmente se realizaban en la terraza de la casa de Homero, ubicada en la Máximo Gómez No. 45, y posteriormente en el frente de la residencia de Rafael Fermín Fello, en la calle Eladio Victoria No. 2, y fueron en estos dos lugares donde Wen comunicó los planes a realizar.

LEYENDA SOBRE ENTORNO DE EL PANTALÓN

El Pantalón lo conforman la intersección de la calles Máximo Gómez con el Inicio de la Eladio Victoria de Santiago de los Caballeros.

La vivienda marcada con el número 1, en color verde, era la residencia de Rafael Fermín (Fello) y donde Wenceslao Guillen (Wen) propuso la acción de preparar un volante para ser repartido en Santiago.

La vivienda marcada con el número 2, era la vivienda de Homero Herrera Velázquez y donde inicialmente el Grupo de Wen se reunía.

La vivienda marcada con el número 3 era la residencia de Manuel Armando Bueno Pérez y donde se confeccionaron los moldes de las letras del volante.

La vivienda marcada con el número 4 era la residencia de Wenceslao Marcial Guillen Gómez (Wen) y donde se confeccionaron los volantes.

Con la detención de los miembros de UGRI es que en la cárcel La 40 de manera despectiva se le comienza a llamar “Panfleteros” al grupo de Wenceslao Marcial Guillén Gómez e incluirse en las declaraciones de los detenidos en el libro “Crímenes Contra la Seguridad Interior y Exterior del Estado Dominicano” de Luis Henríquez Castillo, Editorial La Nación, C. por A, Ciudad Trujillo, D. N., 1960.

En: "Los Estados  Unidos y Trujillo 1960-1961. Los Días Finales", de Bernardo Vega, este expresa, en la página 44, que:

"El 18 de mayo de 1962, Clodoveo Ortiz González prominente ex-miembro del SIM y en esos momentos preso, daría su versión sobre cómo el complot fue develado".

Refiere Bernardo Vega: "Según Ortiz González, unas 350 personas fueron tomadas prisioneras (incluyendo cinco mujeres), de las cuales alrededor de sesenta fueron asesinadas, incluyendo 43 “panfleteros” del Cibao".

Carlos Mejía Blanco, del sector de  Pueblo Nuevo e hijo del Panfletero de Santiago, Ramón Antonio Mejía (Actividad), apresado y asesinado en la cárcel La 40, a la edad de 33 años, ha confeccionado una lista de  18 Panfleteros de Santiago, que residían en este barrio cuando fueron  detenidos por la satrapía trujillista en enero de 1960. Esta lista fue publicada el  22 de enero del 2014, en su muro de Facebook, con el título: “Enero negro, holocausto en Pueblo Nuevo de los 60…”.

MOVIMIENTO CLANDESTINO 14 DE JUNIO.

Un  grupo de hombres y mujeres cansados de tanta opresión se dan cita en una finca de Carlos Conrado Bogaert Domínguez, (Charlie Bogaert) en un paraje de la Guazumita, sección de Guayacanes provincia de Valverde donde forman el Movimiento Clandestino 14 de junio, el 10 de enero del 1960.

Manuel Aurelio Tavárez Justo, (Manolo) es electo Presidente de la nueva institución anti trujillista,  que tenía como meta unificar todos los grupos formados en el país que se planteaban el derrocamiento de la tiranía de Trujillo.

Pasaron muy pocos días después de la tirada de los volantes  y de la formación del 14 de Junio  cuando comienzan a ser detenidos por los agentes del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), los miembros de  Los Panfleteros de Santiago y del 14 de Junio.

Los miembros del 14 de Junio comenzaron a ser detenidos a partir del 11 de enero de 1960, cuando cae preso Marcos Antonio Pérez Collado, justo al día siguiente de su formación y los primeros panfleteros en ser apresados  fueron el 15 de enero del 1960. 

Escribe Víctor Alicinio Peña Rivera en su libro, “Historia Oculta de un Dictador”:

“…El agente de la policía que me acompañaba estaba vestido de civil. Esa mañana este me había asegurado haber hecho arreglos para encontrarse esa noche en el estadio con una persona que conocía el empleado de una farmacia de barrio, que tenía conexiones con personas que se dedicaban a pintar consignas en las paredes”.

“El agente me recomendó quedarme fuera de Estadio mientras él se adelantaba a hacer el contacto”.

Prosigue diciendo Peña Rivera: “Ya comenzaba a impacientarme cuando reapareció el agente acompañado de un jovencito de unos 18 años de edad. Montaron en mi automóvil y partimos a toda velocidad hacia la Fortaleza San Luis”.

“Allí comencé a interrogarlo, enfatizando que él no estaba detenido y que apreciaríamos toda la información que pudiera suministrarnos. La lista de complicados que produjo pasó de quince”.

“Toda la maquinaria militar, policial y de inteligencia fue puesta a mi disposición para producir el arresto relámpago de aquellos sospechosos. Nadie debía escapar a la redada…”.

Víctor Alicinio Peña Rivera dice que: “… el Coronel Johnny Abbes García recibió la noticia de los arrestos con gran excitación, como si la tuviera esperando.

-Envíemelos inmediatamente a La Cuarenta, me ordenó.

Tenía que enviarlos a lo que indudablemente era algo asi como la antesala de la muerte”.

De estas revelaciones ofrecidas por el jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) en la zona norte, más lo escrito por él en la página 259 del citado libro:

“… Han llenado de letreros y pasquines la mayoría de las calles…” se infiere que  dentro de los primeros detenidos debían haber miembros del Movimiento 14 de Junio, fundado el 10 de enero del 1960  y de Los Panfleteros de Santiago.

Es interesante destacar que Los Panfleteros de Santiago y el 14 de Junio fueron dos movimientos diferentes y que coincidieron en una misma época. Algunos miembros del 14 de Junio fueron panfleteros, como Domingo Cepeda, Pedro Sánchez Buldier, Miguel Luna y Frank Benedicto entre otros.

Wen había comunicado a sus compañeros que había sido contactado por Cayeyo Grisanty, quien lo pondría en comunicación con Manuel Aurelio Tavárez Justo.

Enero de 1960 fue un mes de mucha sangre y dolor para la sociedad dominicana. Lo mejor de su juventud, hombres, mujeres, obreros, estudiantes y sacerdotes fueron a parar a las cárceles de la dictadura trujillista.

Se activaron tenebrosos centros de torturas, La 40, El 9, La Beata, La Victoria, Palacio de la Policía Nacional y otros se convirtieron en casas de terror y muerte. En las cárceles dominicanas se agolparon presos de todos los extractos sociales del país. Parecían almacenes de despojos humanos.

Para la última semana de enero de 1960, Los Panfleteros de Santiago habían sido apresados y brutalmente torturados. Sobre ellos se descargó la mayor de la saña y no era para menos.

A Los Panfleteros de Santiago les habían hecho firmar una carta de aceptación de su liberación y probable salida del país, ofrecida supuestamente por el “Benefactor de la Patria”.

Presos del Movimiento Revolucionario 14 de Junio han narrado y comentado que esa “alegría” de los muchachos y hombres del grupo de Los Panfleteros de Santiago no dejaba de ser otra artimaña más de Trujillo. Ellos, Los Panfleteros de Santiago serían “portadores de mensajes”  para los familiares de sus compañeros presos cuando fueran liberados.

El 29 de enero de 1960 fue el día elegido para asesinar a Los Panfleteros de Santiago. Unos fueron llevados desde las solitarias del Palacio de la Policía Nacional a La 40 y otros ya estaban allí, donde se cometió el vil y cobardemente asesinato.

Manuel Bueno comenta en su libro “Cárcel y Guerra”, que en un momento había 14 panfleteros detenidos en la Policía Nacional. Pág. 127.

Testigos dan cuenta de que a través de claraboyas de sus celdas pudieron ver cuando eran asesinados Los Panfleteros de Santiago y sacados en los baúles de los carros “cepillos” utilizados por el SIM. 

Se pretendió acallar sus gemidos de muerte acelerando al máximo los carros y el motor de una vieja camioneta que se encontraba en el patio de La 40, exactamente igual a lo ocurrido en algunos campos de concentraciones de la Gestapo alemana.

Sus cuerpos en “sacos y serones” fueron transportados a lugares desconocidos. Todavía hoy se barajan nombres de varios lugares donde fueron llevados los cadáveres, nadie sabe donde están sus tumbas.

  1. TIRADA DE TACHUELAS.

El 24 de octubre de 1958,  se inauguró el campeonato de beisbol invernal 1958-1959 en el Estadio Leónidas Radhamés, hoy Estadio Cibao, del Municipio de Santiago de los Caballeros. Wenceslao Guillén planificó para esa noche la tirada de tachuelas en Santiago.

Wen había trazado el plan que consistía en llenar el parqueo del Estadio Radhamés y las principales calles y avenidas de esta ciudad, con el fin de pinchar los neumáticos de los vehículos y opacar la inauguración del campeonato de beisbol profesional que contaría con la presencia del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Con mucha antelación Wen y los demás compañeros se dedicaron a comprar las tachuelas para zapatos que venían en una caja de color rojo y de diferentes tamaños. Las cajas de tachuelas costaban 50 centavos.

Comenta Homero en su libro inédito que: “… ellos reunían los centavos para las compras de las tachuelas y la alegría de Wen cuando bajaba de la peletería, él les decía, “una más” y le mostraba las cajitas…”

Llegado el día de la inauguración del Estadio Radhamés Trujillo, Wen advirtió a  Manuel, Fello y Homero que no salieran a las calles esa noche.

Wen para esta acción contó con la  colaboración del grupo de El Ejido y de Pueblo Nuevo y dirigidos por Enrique Perelló Espinal (Enriquito). Se repartieron las labores y  a Wen le tocaron las calles 30 de Marzo, Presidente Trujillo, (Del Sol), Ulises Franco Bidó, (Juan Pablo Duarte) y luego bajó al estadio a supervisar.

La forma de tirar las tachuelas fue rompiendo un bolsillo delantero del pantalón, se ponía la cajita boca abajo abierta dentro del bolsillo y la apoyaba de la mano. Después de los otros bolsillos iba traspasando las otras cajas y luego iba cruzando las calles de acera a acera.

“Si me salvo de esta, la que viene si va a ser grande…”, le dijo Wen a Rafael Fermín (Fello), a Manuel Armando Bueno Pérez y a Homero Herrera Velázquez en uno de sus encuentros.

2) CONFECCIÓN Y TIRADA DEL VOLANTE

Siguiendo las instrucciones escuchadas a través de emisoras de radio de Venezuela y otros países, los exiliados dominicanos en esos países daban  instrucciones para llenar las paredes, bares, restaurantes, escuelas, postes de luz, sanitarios, cines y parques con la inscripción “CT”, que significaba “Contra Trujillo”.

El CT es una consigna difundida por el Movimiento de Liberación Dominicano y asumida por Los Panfleteros de Santiago y una gran cantidad de dominicanos.

No es una consigna creada por Wen ni de UGRI.

Víctor Alicinio Peña Rivera, jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) en la zona norte, escribió en unos de sus libros:

“..Han llenado de letreros y pasquines la mayoría de las calles, todos hablando mal del gobierno. Además, en las paredes han escrito las letras CT…”.

Wenceslao Marcial Guillén Gómez (Wen), se había propuesto poner en marcha otras acciones contra la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. La acción revolucionaria de Unión de Grupos Revolucionarios Independientes (UGRI), tuvo su mayor repercusión con la confección de un volante para ser repartido en la ciudad de Santiago de los Caballeros.

Wenceslao Guillén (Wen) le propuso esta idea a Rafael Fermín (Fello), a Manuel Bueno y a Homero Herrera, cuando se encontraban en la galería de la casa de Fello,  en la Eladio Victoria No. 2.

Wen se dirigió específicamente a Fello y  le dijo “Fello, yo voy a hacer unos volantes para tirarlos por todo Santiago”.

Mira yo pienso ponerles así”:

VIVA LA REVOLUCIÓN. ABAJO EL TIRANO. Libertad o Muerte. UGRI”.

Y por el otro lado”:

Con perdón de la expresión Trujillo es UN MIERDA. UGRI

(Las letras cursivas fueron confeccionadas por Manuel Armando Bueno y las de moldes por Wenceslao Guillen (Wen).

“Fello Fermín le responde: “Wen, lo de adelante está bien, pero lo de atrás no lo pongas, porque quien lea el volante va a pensar que eso es cosa de muchachos y segundo si se localiza de donde salió el volante, no va a quedar nadie vivo”.

Wen le respondió “Eso es lo que yo quiero, que le pique”.

Fello dice: “Porque decirle al “Generalísimo Doctor Rafael Leónidas Trujillo Molina,…, que es un mierda, ya tú sabes”.

Wen recalcó: “eso es lo que yo quiero, que le pique”.

Entonces Wen le dice a Fello: “Es más, voy a comenzar ahora mismo” y le dice a Manuel Bueno: que fuera al almacén de Persio Escoto y pregunta cuánto cuesta un clavo de los más grandes. “Con ese clavo, yo le voy a machacar la punta y voy a hacer un cincel”.

Wen repitió: “a estos clavos yo les voy a machacar las puntas y voy a hacer cinceles. Voy a buscar linóleo y con eso voy a hacer las letras y pegarlas en tablitas”.

Homero le dice a Wen: “yo te puedo regalar las tintas y las almohadillas porque mi abuelo ya no las va a necesitar”.

Los Volantes se hicieron en la casa de Wen, calle General Valverde No. 34. Los comenzaron Wen y Manuel.

Un día Wen le dijo a Homero: “Tu vas tener que ayudarnos, porque a uno se les cansan mucho los brazos”. Entonces de ahí en adelante laboraron  los tres.

Para la confección  de los volantes, Wen hizo un hoyo debajo de la terraza de su casa, y puso una mesita en el centro. A veces Wen tenía que salir y dejaba a Manuel y a Homero, quien recuerda que una tarde, después de varios días Wen le dijo: “yo creo que van a necesitarse más gente para tirar los volantes, espérenme aquí, yo voy a hablar con Frank Benedicto, también quisiera hablar con Leo Madera y su hermano Abelito, pero tengo miedo, porque el papá de ellos fue militar por mucho tiempo”.

La noche antes de tirarse los volantes Wen dijo: “ni tú Homero, ni tú Manuel, ni tú Fello van a tirar los volantes”.

COMETARIOS DE ÁNGELA PEÑA.

En su artículo “Wen el Panfletero”, publicado en Hoy el 20 de marzo de 2010, Ángela Peña escribió los siguientes comentarios:

 Dice doña Thelma, madre de Wenceslao Guillén: “… el refugio que preparó Wen para, en unión de Manuel Bueno y Homero Herrera, redactar el documento que le costó la vida.

Los vi un día trabajando con madera en alto y bajo relieve y me echaron: ¡Vete! ¡Trujillista!”, cuenta Bernardino Guillen Gómez, (Naro)…

Nino Guillen, el más joven, recuerda cuando Wen lo llevaba cargado en los hombros a ver los juegos de pelota y como le enseñó a amarrarse los cordones de los zapatos.

Ana Josefa Gómez,  abuela materna, lo observó en diferentes momentos temblando mientras hacía contacto con cables eléctricos, como si se preparara para las torturas…

En una ocasión  fue al dentista frente a la iglesia San Antonio, le pidió que no usara anestesia para hacerle una extracción. “”Usted va a sacarle una muela a un hombre”,  dijo al asombrado profesional.

Taciturno, con estatura de más de seis pies, caminaba cabizbajo y juró que no levantaría la cabeza hasta que no mataran a Trujillo. “

En 1960, cuando se lo llevaron, le faltaba un año para que Wen se hiciera bachiller. “

Decía que se iba a enganchar a cadete porque:”… a la fiera había que matarla desde el vientre”.

Aguilucho, criaba gallos y gallinas y vendía espuelas.

Wen decía: “Tengo dos novias, se llaman Patria y Libertad”.

Después de aquel adiós forzado por la guardia trujillista, Wen no retornó.

Su detención el 15 de enero de 1960 se hizo frente a sus padres, Ricardo y doña Thelma y sus tres hermanos.

Wen presentía su destino. Por eso fue al aposento a ponerse camisa, se vistió como siempre de color kaki  y se despidió de su  hermano.

Naro, a lo mejor no nos vemos más”.

Don Ricardo Gómez acompañó a su hijo Wen hasta la esquina de la calle General Valverde con Presidente Trujillo y trató de acompañarlo, pero fue impedido por los miembros del SIM.

La fecha de tirada de los volantes ha sido analizada partiendo de las declaraciones dada por los panfleteros detenidos en La 40 y según aparecen en el libro “Crímenes Contra la Seguridad Interior y Exterior del Estado Dominicano”, antes mencionado y en el volante que guardó en el plafón de su casa Domingo Antonio Cepeda, (Mingo).

Es dentro de esta preparación de los volantes que Unión de Grupos Revolucionarios Independientes (UGRI),  es mencionado por primera vez, cuando Wen se lo comunica a Homero.

  1. SABOTAJE ELÉCTRICO PARA SANTIAGO Y PUERTO PLATA.

Dentro de las actividades revolucionarias programadas por Wenceslao Guillén, para ser puestas en ejecución por UGRI, estaba la de provocar un sabotaje eléctrico o apagón en Santiago de los Caballeros y Puerto Plata.

El 16 de diciembre de 1915, se había iniciado la instalación de la energía eléctrica en Santiago de los Caballeros.

En el 1916, se  instaló en Puerto Plata la primera planta eléctrica con una red transmisora de alta tensión y que además daría energía eléctrica a una parte de la población santiaguera. Por primera vez se había encendido la caldera de la planta de Puerto Plata, conocida como “Ina”.

Una de las líneas más importantes  de interconexión de  Santiago salía desde la planta de Nibaje, pasaba por detrás de la Fortaleza San Luis,  la calle Mella siguiendo hacia el norte por la Avenida Bartolomé Colón y la Carretera Luperón, hasta completar su recorrido a Puerto Plata.

Para la acción revolucionaria Wen escogió a dos personas de su confianza, empleados de la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE), institución fundada el 16 de enero de 1955, mediante el  Decreto No. 555. También  fueron involucrados un ebanista y un carpintero residente en la ciudad de Santiago.

Wenceslao Guillén, estratega del movimiento Los Panfleteros de Santiago, tenía planeado el sabotaje eléctrico, empezando en la calle Mella  en el tramo comprendido entre la calle Presidente Trujillo, hoy calle Del Sol y la calle Beller, acera oeste. 

El plan consistía en tirar una cadena sobre el tendido eléctrico que provocara un corto circuito que generaría una explosión de los transformadores y dejaría inhabilitado el  servicio eléctrico. Luego  serruchar los postes de madera que sostenían el tendido eléctrico de red entre Santiago de los Caballeros con Puerto Plata  y viceversa.

Con el apagón provocado por la falta de  electricidad en la calle Mella y en las zonas comprendidas en el trayecto de esas líneas eléctricas, estaban planificados otros sabotajes contra instalaciones públicas y privadas. 

Para el sabotaje que se pondría en ejecución, Wenceslao  Guillén (Wen) utilizaría a Johannes  Henrich Streesse Cepeda (El Alemán) y Ramón Mejía (Bizco), y (Actividad), ambos empleados de la Corporación Dominicana de Electricidad.

El ebanista Enrique Perelló Espinal (Enriquito) y el carpintero Rafael Antonio Ventura Tavárez (Fellito), tendrían la misión de derribar los  postes de luz  que sostenían  los cables y los transformadores de la calle Mella.

Estos habían sido subcontratistas del Ingeniero Federico Villamil, para la construcción de los arcos de los actos del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina en Santiago, cada 30 de Marzo.

Henrich Streesse Cepeda (El Alemán) y Ramón Mejía, empleados de la CDE, fueron los que provocaron un apagón de unos diez minutos en el Play (Estadio Radhamés, hoy Estadio Cibao), la noche en que  Antonio Rafael Díaz Hernández, (Simón), y Rafael Colón, (El Analfabeto) regaron los panfletos contra Trujillo, durante un juego de pelota.

En el momento que se produjera el sabotaje eléctrico de la calle Mella se incendiarían las gradas del estadio de softball del desaparecido Santiago Tenis Club, ubicado en lo que es hoy la esquina formada por la Avenida Bartolomé Colón y la calle Germán Soriano. También se incendiaría la paja de arroz que producía el Molino Oquet y cuyos desperdicios eran depositados en la Cañada Julia y debajo del puente que está a la entrada de El Ejido en la Avenida Bartolomé Colón. 

Estas acciones revolucionarias de UGRI estarían a cargo de  Homero Herrera Velázquez y de Manuel Bueno Pérez.

Para ese mismo momento se incendiarían las graderías  del antiguo Liceo Ulises Francisco Espaillat (UFE) de la calle Santomé con 16 de Agosto de esta ciudad de Santiago. Las gradas eran de madera y estaban dentro del UFE en la esquina que forman las calles R. César Tolentino y 16 de Agosto. Esta acción la realizaría directamente Wenceslao Marcial Guillén Gómez (Wen).

Días después de concebido el plan a realizar, el propio Wen le comunicó a los dirigentes de UGRI que tendrían que eliminar  el encendido de las canchas del UFE, porque esta acción luego afectaría a los estudiantes del Liceo Secundario Ulises Francisco Espaillat (UFE).

  1. APAGÓN A LA FORTALEZA SAN LUIS.

Una hazaña futura para después de los panfletos y que no llegó a materializarse por la prisión y asesinatos de Los Panfleteros de Santiago,   consistiría en provocar un apagón a la Fortaleza San Luís. Esta hazaña se haría  de la forma siguiente:

Enrique Perelló Espinal, (Enriquito) tenía un grupo formado entre ellos había dos (2) militares que se supone haber sido parientes de él. Estos militares ya tenían ubicados los switches que encendían las luces de la fortaleza, y  los depósitos de las armas que serian sacadas al provocar el apagón.

Como era costumbre de la época, la Guardia Prebostal salía de noche a tomar presos a los ciudadanos que no portaran las cédulas de identidad, la inscripción del Partido Dominicano, (La Palmita) y a los hombres el carnet del Servicio Militar Obligatorio (El Librito). Conocido popularmente como los tres golpes.

Los miembros de este grupo irían en fila, supuestamente en condiciones de presos por no tener los documentos antes dichos y llevados por los dos militares pertenecientes al grupo. Esto sucedería a las 9:00 pm aproximadamente, cuando en la fortaleza sólo estuvieran los guardias de servicio nocturno.

El día que esto sucediera Wen iba a participar.

Pedimos a los aquí presente tomar a Wen de ejemplo para nuestras vidas y educar a nuestros hijos y nietos en los  principios morales, éticos y revolucionarios de Wenceslao Guillén.

¡Viva Wenceslao Guillén!

¡Vivan Los Panfleteros de Santiago!

¡Viva la República Dominicana!