Los accidentes de trabajo (AT) constituyen un tema de vital importancia cuando de la salud física y mental de los trabajadores y trabajadoras se trata. La salud debe ser garantizada con un ambiente de trabajo seguro por empleadores y administradores de empresas, sin importar el tamaño ni la actividad económica a las que se dediquen.
Pero la seguridad en el trabajo no es privativa de los administradores, sino que también involucra a los trabajadores y trabajadoras en el cumplimiento de las normas de seguridad establecidas para garantizar su propia integridad física y mental, preservando, además, en buen estado los bienes de la empresa.
Es oportuno saber los que es un accidente de trabajo, el cual se define como todo suceso repentino, súbito, ocurrido en relación o como consecuencia directa con la labor que se realiza, que produce lesiones incapacitantes o no, y a veces la muerte, a los trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena; daños y pérdida materiales o al medioambiente.
Existe una variante de accidente de trabajo que es el denominado Accidente de Trayecto que es el que ocurre durante el recorrido habitual de los trabajadores y trabajadoras hacia y desde el centro de trabajo.
No está demás dejar aquí expuesto que cuando un suceso no provoca daños o sólo lesiones que requieren atenciones de primeros auxilios, ni pérdida de tiempo, entonces se trata de un Incidente de Trabajo.
Cabe resaltar lo que hace la diferencia entre un Accidente de Trabajo y una Enfermedad Profesional. Destaca el carácter repentino, súbito y con lesiones no previamente definidas del primero, mientras que la enfermedad profesional es crónica, lenta, definida y con relación directa con el trabajo a largo tiempo.
Los accidentes de trabajo tienen lugar por dos motivos: por actos inseguros o por condiciones inseguras. Los actos inseguros provienen del trabajador o trabajadora y las condiciones inseguras están presentes en el ambiente laboral. De no darse una o ambas causales no tendrá lugar el accidente, y son éstas las razones por las que los Accidentes de Trabajo se consideran evitables.
Contrario a la creencia generalizada que considera como accidentes de trabajo sólo aquellos producidos por agentes físicos que causan traumas y heridas, otras lesiones son las producidas por el ruido y radiaciones electromagnéticas. Pero además, están los agentes químicos que son sustancias peligrosas presentes en el ambiente de trabajo cuyo contacto, inhalación o ingestión pueden causar graves daños al personal expuesto.
La contaminación accidental con agentes biológicos como: bacterias, virus y hongos; pelos, animales pueden provocar al personal expuesto enfermedades como Hepatis B y C, SIDA, sífilis, asma, tétanos, etc.. Se pueden ver afectados médicos, enfermeras, bioanalistas, odontólogos, veterinarios, agricultores, entre otros profesionales.
Otros accidentes de trabajo los originan agentes ergonómicos por malos diseños de estaciones de trabajo que interfieren en la correcta adaptación del trabajo al hombre y cada hombre a su traba (Ergonomía).
Los accidentes de trabajo tienen lugar por dos motivos: por actos inseguros o por condiciones inseguras. Los actos inseguros provienen del trabajador o trabajadora y las condiciones inseguras están presentes en el ambiente laboral. De no darse una o ambas causales no tendrá lugar el accidente, y son éstas las razones por las que los Accidentes de Trabajo se consideran evitables
Los agentes psicosociales también deben tomarse en cuenta cuando hablamos de accidentes laborales debido a que trabajadores y trabajadoras sin buena salud mental, sin adecuada estabilidad familiar y social que les permitan disfrutar del mayor grado de felicidad posible, estarán más propensos a cometer errores y actos inseguros en su trabajo habitual que saldan con lesiones o hasta la muerte.
Con respecto a los costos de los Accidentes de Trabajo, destacan los que representan la parte humana, y se parte del principio de que la vida no tiene precio, lo mismo que cualquier parte del cuerpo que resulte lesionada. Pero también, los accidentes afectan el desempeño económico de las personas, empresas y el país, generando daños a la propiedad y a las maquinarias, perdida de la producción y provocando cuantiosos gastos médicos.
Otros costos a mencionar son los ocasionados por: tiempo perdido por el trabajador lesionado, tiempo perdido por otros trabajadores que ayudan u observan al compañero lesionado; tiempo perdido por los supervisores y administradores que se involucran en el manejo del accidente, entre otros.
Al observar las estadísticas nos encontramos que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reporta que en el mundo se producen 317 millones de accidentes de trabajo no mortales al año, que causan al menos 3 días de ausencia por persona. De éstos, más de 350,000 son fatales, superando los causados por accidentes de tránsito, las guerras y la violencia.
En las Américas y el Caribe la OIT explica que se registran 11,1 accidentes de trabajo mortales por cada 100, 000 trabajadores de la industria; 10,7 en la agricultura, y 6,9 en el sector de los servicios. Establece, además, que los sectores de minería, construcción, agricultura y pesca son aquellos en los cuales se produce la mayor incidencia de accidentes de trabajo.
En nuestro país, a pesar de los esfuerzos y avances que evidentemente se han hecho, todavía falta mucho para estar satisfechos en lo concerniente a todo lo relacionado a los Accidentes de Trabajo. Según datos de la Administradora de Riesgos Laborales Salud Segura (ARLSS), en la República Dominicana en el año 2014 fueron reportados, que no que ocurrieron, 14,750 accidentes de trabajo, de los cuales 180 fueron fatales y 794 resultaron con lesiones graves.
Asimismo, se determinó que la construcción, las empresas de manufactura, el transporte y la agricultura fueron las actividades económicas que reportaron la mayor incidencia de accidentes.
Entre las acciones para el combate contra los accidentes de trabajo la prevención es fundamental, evitando el accidente eliminando la causa del riesgo (colocación de barandillas, aislamiento, mando a dos manos o a distancia, etc.); protección sobre la fuente o sobre los trabajadores y trabajadoras con Equipos de Protección Personal (cascos, gafas, batas, guantes, botas,etc.).
Otro componente importante para la promoción de la seguridad en el trabajo lo constituye la investigación de los accidentes. La cual debe incluir un cuestionario mínimo que dé respuesta a:
¿Quién resultó lesionado?
¿Qué ocurrió?
¿Cuándo sucedió el accidente?
¿Dónde sucedió?
¿Por qué sucedió?
¿Cómo puede evitarse que ocurra de nuevo un accidente similar?
La OIT recomienda a los países de América Latina y el Caribe que cuenten con normativas adecuadas; políticas nacionales y programas de salud y seguridad en el trabajo; promover acciones coordinadas entre los diferentes actores que tienen que ver con el tema, así como también un sistema de inspección eficaz que vele por el cumplimiento de las normas establecidas; un buen sistema de registro y notificación de accidentes de trabajo, entre otras.
Finalmente, es importante en la prevención de accidentes de trabajo el análisis estadístico para determinar el tipo, frecuencia, cantidad, número de afectados, etc. de los ocurridos; la capacitación e instrucción del personal; los estímulos morales y materiales que promuevan la prevención.
Para la toma de conciencia, a los dominicanos nos queda por determinar los costos humanos, materiales y económicos que representan los accidentes de trabajo para las personas, las empresas y el país.