Incorporamos a nuestra conciencia el cuerpo que se desplaza en el espacio circundando nuestro entorno.  Con nuestra percepción del  movimiento asumimos el tiempo. Transcurrimos como sucesión de acontecimientos en extensión inmutable.

Mentalmente invertimos el proceso en la observación de toda la naturaleza externa a nuestra conciencia que llamamos realidad.

Es decir que todo lo que no está en nosotros, que es perceptible, es real y cuando lo representamos en una pintura lo que hacemos es fijar la imagen /del espejo/ que es como se incorpora el objeto  a nuestra conciencia.

Cuando los artistas se vieron de frente con la copia de la fotografía descubrieron  que en el curso de varios siglos lo que se hizo fue fijar la imagen del espejo en figuras estáticas. Que la idea del tiempo es inseparable de cualquier cuestión estética. Dimensión en la que nos  sucedemos desde nuestro nacimiento hasta nuestra  muerte.

La movilidad se da en el espacio y es  la escritura  del tiempo del que siempre dará cuenta el artista cuando hace la descripción del hecho que se sucede en la escena del cuadro que pinta.

Para el artista realista la escena está en el interior de un volumen  que es el cubo de "Los Elementos" de Euclides. Líneas perspectivas  cuyas referencias  determinaran el punto de vista que es el lugar inmóvil del narrador de los acontecimientos que se suceden en su pintura.

Figuras inmóviles

En el cubismo  el punto de vista es múltiple aunque instantáneo y no sucesivo, como el punto de vista múltiple que nos ofrece la cámara cinematográfica. La observación del tiempo en el cubismo es de pensamiento en cambio la observación del tiempo como producto de la cámara cinematográfica es de simple percepción de la realidad.

El evento narrado en la escena del artista realista se emparenta con una condición del tiempo que es la inmutabilidad. En el cubismo cuyas condiciones se reducen a la simplificación de las formas, o el en trabamiento de los movimientos de las figuras, o la síntesis del espacio y la figura.

El período que transcurre desde el inicio del movimiento de un objeto hasta que se detiene, es lo que podemos observar. Esto es lo que determina los estados verbales que nuestra conciencia convierte en formas de leguaje, según Jaques Lacan.

Cuando el artista decide dejar de representar en una obra los sucesos  de un evento cualquiera, y cuando lo que describe es su percepción de lo sucedido en el proceso de su pensamiento entonces igualándose a los primeros geómetras es que aparece la abstracción.

Jacques Marie Lacan, psiquiatra francés que incorpora el psicoanálisis  de Segismundo Freud al estructuralismo de Levy Strauss, nos dice: "el inconsciente está estructurado como un lenguaje".