Soy católico, puedo rezar el credo creyéndolo y actualmente estoy trabajando para ocupar la Vicepresidencia de la República Dominicana a partir del 16 de agosto próximo, junto a Minou Tavares Mirabal como Presidenta.
Voy a referirme a dos temas que actualmente ocupan la atención de los medios, el tema del aborto y el tema LGBT.
El caso del aborto.
La prohibición absoluta del aborto que está vigente en nuestra legislación, ha estado ahí desde el Código Penal de 1884. Yo creo en la defensa de la vida, no solamente de la vida humana, sino más allá, defiendo toda la vida. Creo en la despenalización del aborto terapéutico, de manera que ante un embarazo que ponga en peligro la vida de la madre, ella, la madre, pueda decidir si opta por el aborto. No estoy hablando del aborto sin causa médica, lo responsable es la protección si no se desea el embarazo, para eso están los anticonceptivos. Me dirán que muchos anticonceptivos son abortivos, yo con toda humildad creo que quienes así piensan tendrán que flexibilizar su posición en ese tema.
Otro caso es el de aborto por violación. No encuentro justo obligar a una mujer a que lleve a término un embarazo fruto de una agresión que violentó su voluntad. Por eso me inclino por dejar la decisión en manos de la víctima.
Hay un aspecto de inequidad que debemos resaltar. A la hija de rico que sale embarazada y desea poner término a ese embarazo, papi y mami se la llevan fuera del país y regresa señorita. La hija de pobre que tiene un embarazo que pone en riesgo su vida tiene que morirse o salir a buscar algún matasano, violador de la ley y criminal que le practique el aborto.
Ahora el caso LGBT.
LGBT es la comunidad formada por Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales. Lo primero que debo decir es que existen. En República Dominicana hay dominicanos y dominicanas que son lesbianas, gays, bisexuales y transexuales. No es ilegal ser LGBT. Yo no soy quien para juzgarlos. De manera que son dominicanos con los mismos derechos que cualquier obispo o cualquier pastor, ni un chin más ni un chin menos, los mismos derechos. No promuevo que seamos LGBT, pero no discrimino a nadie porque lo sea y sobre todo defiendo sus derechos como los de cualquier otro ciudadano o ciudadana.
Aspiro a ocupar una posición en el Estado Dominicano, seré representante de todas las mujeres y los hombres dominicanos, sean estos católicos, evangélicos, mahometanos, budistas, ateos, heterosexuales o LGBT, por tan solo mencionar algunas diferencias; pero al asumir esa posición en el Estado lo haré con una visión de Derechos y de no discriminación, sin perseguir a nadie por su credo o su orientación sexual.
Si de persecución se trata, iré al Estado a perseguir ladrones de fondos públicos, que también tienen los mismos derechos que cualquier ciudadano, ni más ni menos, los mismos derechos; pero que deben responder en justicia por el daño que han hecho a la sociedad con sus acciones.