En la comunicación que envió el presidente Danilo Medina a la presidencia de la Cámara de Diputados explicando las razones jurídicas de sus observaciones a la ley que contiene el nuevo código penal, define implícitamente aunque no lo nombre la tendencia mundial hedonista que desde hace algún tiempo se quiere imponer: el aborto terapéutico como opción para el bienestar de la mujer en perjuicio de una vida concebida por ella.

Aunque creemos que las explicaciones jurídicas del Presidente de la República son hasta cierto punto ambiguas,  podemos ver que en su comunicación se alude al aborto terapéutico, al que describiéremos más adelante cuando expresa en el párrafo sexto de su comunicación lo siguiente: “…entendemos que la complejidad específica de la infracción relativa a la interrupción del embarazo, en la que entra en juego la vida de la madre, exige ineludiblemente hacer explícitos los supuestos excepcionales en que debe prevalecer el derecho fundamental a la vida de la mujer embarazada o el derecho al respeto de su  dignidad humana y de su integridad psíquica y moral, resguardándose al mismo tiempo también la seguridad jurídica de quienes de quienes tienen la obligación de brindar asistencia médica en el caso de estos eventos excepcionales”.

Si tomamos en cuenta la definición de la palabra terapia en los términos de la Organización Mundial de la Salud se refiere a un estado de bienestar que implica la salud física, mental y emocional.  De ahí que el llamado aborto terapéutico no se circunscribe sólo a los casos en que la vida de la madre está en peligro, sino que tal y como lo dice el presidente Medina en su comunicación se refiere a la “integridad psíquica y moral” de la mujer.

En otras palabras amigos lectores, para que no se dejen confundir,  tal como en algunos “países desarrollados” una mujer tiene opción al aborto terapéutico por ejemplo si ella al momento de estar embarazada producto de su estado ve “amenazada su estabilidad síquica” abriendo un amplio  abanico de oportunidades circunstanciales para matar a un ser humano en sus primeros estadios de vida.

No es una casualidad que al presidente Medina le recomendaran esta “opción” que obedece a una presión, en este caso más de veinte instituciones internacionales que enviaron comunicaciones presionándolo para que tomara esta vía, acorde a la nueva tendencia del derecho europeo del “estado de bienestar” al que se suma la industria médica, que tienen una concepción darwinista de la vida humana.

Ahora se pretende introducir en el derecho dominicano esta nueva tipología del estado de bienestar, con el apoyo de una intensa campaña mediática subsidiada que ha confundido a muchos, pero seguiremos nuestra tarea de orientar a los ciudadanos dominicanos de todas las esferas sociales y religiosas sobre esta nueva forma de matar.