Para avanzar de forma efectiva en la implementación de la Agenda 2030 existe hoy un consenso generalizado en señalar que los compromisos globales y retos de desarrollo deben ser adaptados a las características y circunstancias específicas de cada territorio.
La implementación de la Agenda universal de desarrollo sostenible, solo se podrá materializar si se aterriza a nivel subnacional y municipal, es decir, si se localiza.
¿Pero, qué es la Agenda 2030? Se trata de un conjunto universal de 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) para poner fin con la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia, y poner freno al cambio climático en el horizonte del año 2030. En la Cumbre de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en 2015, los líderes mundiales de 193 países adoptaron estos objetivos que giran alrededor de cinco ejes principales: planeta, personas, prosperidad, paz y alianzas.
Desde su concepción, la Agenda 2030 reconoce el papel clave del nivel municipal y subnacional en la planificación, ejecución y rendición de cuentas para su cumplimiento. El gobierno municipal es el órgano administrativo más próximo a la ciudadanía, por tanto, se encuentra en una posición ideal para enfocar los objetivos y las metas de la Agenda 2030 de una manera pragmática, integrándolos en su contexto particular. Además, en la situación actual de crisis sanitaria, social y económica, el trabajo desde lo local reviste aún más importancia ya que los Ayuntamientos han podido atender de primera mano los problemas que enfrentan las personas en mayor situación de vulnerabilidad, como las mujeres y los jóvenes, que se han visto desproporcionadamente afectados por la pandemia.
El lema de la Agenda 2030 «No dejar a nadie atrás» es un llamamiento no solo a trabajar con lentes de inclusión con enfoque hacia los colectivos más vulnerables, sino que también nos reta a no dejar atrás ningún territorio de nuestra geografía. Los ODS proponen un enfoque que va más allá de los promedios nacionales y nos demandan tomar en cuenta la realidad subnacional, con énfasis en las comunidades más vulnerables y alejadas. Aquí vemos que la Agenda se convierte no solo en un referente, sino también en una poderosa herramienta de trabajo.
En República Dominicana, desde hace años el PNUD apoya procesos de desarrollo territorial en todas sus dimensiones, incluyendo procesos de descentralización y gobernanza efectiva en el ámbito local, promoviendo diálogo y alineación con la esfera provincial, regional y nacional.
Recientemente, hemos unido esfuerzos con la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), para implementar una iniciativa de localización y territorialización de la Agenda 2030 en municipios de la provincia de Barahona. Este trabajo se hace junto a importantes socios a nivel nacional como la MEPYD y la FEDOMU y a nivel territorial con los consejos municipales, Asomure, universidades, sector privado y organizaciones de la sociedad civil, impulsando procesos de diálogo entre todos los actores. Igualmente, se vincula a las agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas para sumar en esta estrategia desde sus respectivos mandatos en el ámbito territorial.
En los municipios donde trabajamos hemos impulsado plataformas territoriales multiactor y multinivel para la localización de ODS, que conectan actores diferentes pero determinantes en el avance de la Agenda 2030. En el contexto dominicano estas plataformas se construyen principalmente a partir de los Consejos Desarrollo Económico y Social, ya que cuentan con la participación de los gobiernos locales, entidades gubernamentales sectoriales, asociaciones y colectivos organizados, organizaciones de la sociedad civil, entre otros, promoviendo e impulsando los principios de la Agenda 2030
Este trabajo ha permitido apoyar las mesas de dialogo para la formulación de los Planes Municipales de Desarrollo en municipios del Sur del país, como Polo y Vicente Noble. Los ejercicios de planeación han utilizado los ODS y sus metas para guiar la elaboración de diagnósticos y la definición de propuestas de acción, poniendo a las necesidades de las personas en el centro y obteniendo como resultado planes más integrales, inclusivos y precisos respecto a los desafíos de desarrollo en cada municipio y las estrategias para abordarlos. Por ejemplo, en los municipios focalizados se está planteando de forma integral el manejo de residuos sólidos, generando capacidades para gestión de riesgo frente a eventos climáticos, o generando oportunidades para los jóvenes, especialmente mujeres, en su vinculación laboral.
Desde PNUD, estamos convencidos que la localización de la Agenda 2030 es una oportunidad para construir una visión local y territorial del desarrollo e impulsar colectivamente aquellas acciones clave que contribuyan de forma más efectiva al bienestar de la población. Para la construcción de un desarrollo sostenible en nuestro planeta, poniendo a las personas en el centro y sin dejar a nadie atrás, es imprescindible seguir profundizando y ampliando los procesos de transformación integral en y desde el nivel territorial.
Conoce más sobre nuestro trabajo en materia de Localización de la Agenda 2030