Cuando parecía que las revueltas aguas de la crisis del PLD bajaban de nivel, tras la última reunión del Comité Político, el doctor Leonel Fernández suelta una seria advertencia sobre la posibilidad de que una nueva reforma constitucional, para facilitar una eventual repostulación del presidente Danilo Medina, abra espacio a una dictadura.
En un primer video de una charla ofrecida recientemente, parecía que Fernández volvía sobre las enseñanzas históricas dejadas por reformas alegres a la Constitución, de lo que nos advertía también en estos días Tomás Castro Marte, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
Pero en otro tramo del mismo video, el presidente del PLD se refiere “al debate actual” sobre las primarias “abiertas”, o “cerradas” a ser incluidas o no en la nueva Ley de Partidos.
De sus tratos con el presidente Medina, uno se imagina al ex presidente Fernández curado de espanto, tal ha sido la rudeza con que se han tratado los antiguos grandes amigos en determinadas coyunturas, desde aquel “me venció el Estado”.
Por eso, esta reacción de un Leonel más bronco que guinea en bohío ajeno, tras el armisticio que fue la devolución al Congreso de la Ley de Partidos, da lugar a preguntarse si se está hablando de aquello, de una reforma constitucional para abrir cauce a la repostulación de Danilo…
O si se habla de esto, es decir, de imponer que todos los partidos celebren primarias “abiertas” para la elección de los candidatos municipales, congresuales y presidenciales, con el padrón de la JCE, lo que podría dar oportunidad a que usando los recursos del Estado, el oficialismo imponga en el PLD a un candidato que no sea el Presidente, aguándole la fiesta a Leonel.
El modelo de las “abiertas” ya fue declarado inconstitucional porque desconoce el derecho a la libre asociación de los ciudadanos, protegido por la Carta Magna, además de que en gran medida duplicarían el gasto de recursos de todo tipo, en una réplica de las “Asambleas electorales” ya previstas en el artículo 209 de la Constitución.
Por eso aunque en la exposición difundida en video Fernández habla de Horacio Vásquez y de dictaduras, es importante enfocarse en su preocupación de que no se puede imponer una Ley de Partidos que obligue a usar el padrón “cerrado”, el de los partidos, o el “abierto”, de la Junta Central Electoral sino que debe ser uno en el que los derechos adquiridos de los miembros de los partidos no vayan a ser desconocidos.
Parece que el match entre los jefes del peledeísmo sólo ha cambiado de escenario: del comité político, al Congreso, pero de que sigue caliente…
A propósito de aquello, ratifico lo que vengo escribiendo desde el 20 de enero del año pasado, cuando ya se conocía la envergadura del escándalo Odebrecht: está cerrada cualquier vía a sectores gobiernistas que quisieran aventurarse a una nueva reforma constitucional para que el presidente Medina aspire a reelegirse, otra vez.
Intentos de reforma constitucional y repostulación de Medina sólo podrían darse en una situación de catástrofe nacional, para lo que, además, cada día que pasa dibuja una rayita más, en contra.
Y a propósito de aquello, y de esto, he escrito una y otra vez en este periódico, que la mejor inversión que puede hacer de su tiempo y energías el Presidente, es prepararse, tranquilo, a entregar el mando a quien lo suceda en Palacio el 16 de agosto de 2020.