Fruto de la pandemia que vivimos en el año 2020, y que todavía persiste, producida ésta por el virus que provoca la enfermedad COVID-19, el Poder Ejecutivo se vió en la obligación de cerrar casi todas las actividades económicas, lo que trajo a su vez pérdidas de muchos empleos y por supuesto pérdidas de ingresos al propio Estado.
En ese año, la economía en sentido general decayó en un -7.5%. El PIB cayó en un -5.2%, viniendo de un crecimiento de un 2.4% en el 2019, equivale a una caída de cerca de un -8%. Muy elevado.
Mientras eso sucedía, la balanza de pagos (que es la diferencia entre las exportaciones y las importaciones) tuvo el mismo comportamiento, una baja importante de unos US$8,213.4 millones, lo que estuvo influenciado por la caída de las importaciones, el cual fue de un -17.45%, mientras la disminución de las exportaciones fue de un -9.5%, y el turísmo que influye en muchos sectores disminuyó un 88%, algo sin precedentes.
Al mismo tiempo, y para el Estado seguir operando conjuntamente con la pandemia, el país se ha visto en la obligación de acudir al mercado de capitales en búsqueda de financiamiento, lo que provocó que tomáramos créditos, llegando alcanzar una deuda ascendente a US$50,485 millones, equivalentes al 70% del PIB para cerrar el año 2020. Una cifra muy elevada.
Estas disminuciones en casi todos los sectores de nuestra economía y el incremento del endeudamiento, por si solos son suficientes para provocar una alza importante en el tipo de cambio del peso dominicano con relación al dólar norteamericano, sin embargo esto no se ha producido, al contrario ha habido bajas, debido a las intervenciones en el mercado de divisas por parte del Banco Central, cuyas intervenciones rondan los US$6,996 millones, por la disminución de la demanda de dólares para importaciones y por los préstamos que ha tomado el Gobierno, cuyos dólares utiliza.
Ahora bien, con ese nivel de endeudamiento y la condición que tiene el COVID-19 al país, que lo tiene de rodillas, el precio del dólar no se sostiene por mucho tiempo. La experiencia me dice que el gobierno necesita recaudar más pesos para pagar sus deudas y desarrollar sus planes de construcción y demás. Podrá hacer algunos ejercicios financieros, como el posponer pagos, incluyendo deuda externa, pero eso conlleva el pago de más intereses y hacer el pago luego, podría hacer también un cambio de la política impositiva, el cual parece imposible en el corto plazo, parece cosa del año 2023 o 2024, es suficiente el ejemplo de Colombia. Por lo que le quedarían muy pocas opciones al gobierno, y una de esas podría ser una modificación del tipo de cambio.
Cuando nos referimos a una modificación del tipo de cambio, estamos hablando de una subida en el precio de la divisa norteamericana, al precio del dólar que usamos en nuestras operaciones. Según mi experiencia el valor del dólar estará para antes de fin de año por alrededor de los RD$65.00 por dólar. Pero para este mismo año el Banco Mundial prevé una expansión de la economía mundial de alrededor de un 5.6%, por lo que la tasa de cambio podría ser más alta, ya que se producirá una gran demanda de dólares de repente, inesperada.