En abril de 1963, se inició en Brasil un método inédito de alfabetización de adultos. Paulo Freire escogió a Angicos, un pueblecito muy pobre y con una población de analfabetismo muy alta,  a 170 kilómetros de Natal, capital del estado de Rio Grande do Norte, Brasil.

El acontecimiento es conocido como las “40 horas de Angicos”, en el que fueron alfabetizados 300 angicanos, en 1963, bajo la supervisión de Paulo Freire.

Lo inédito es primero alfabetizar en 40 horas, que se logró. Y lo revolucionario es que Freire pretendía despertar el ser político que debe ser sujeto de derecho.

El método radica en aprender a escribir y leer palabras de uso muy común en el cotidiano del analfabeto. Y en el paquete se cultiva la cuestión social y política de la palabra y su concepto. Por ejemplo la palabra AGRICULTURA. El alfabetizado es cuestionado sobre la agricultura: eres agricultor, pero no eres dueño de la cosecha, ¿no tienes tierra para el cultivo? ¿Por qué no tienes tu propia tierra? Lo que lleva al ciudadano a reflexionar sobre su vida, su entorno y sus relaciones sociales.

El concepto de alfabetización freiriano va más allá de la decodificación de los códigos lingüísticos, es decir, que no basta leer y escribir, sino que también se debe aprender a hacer uso social y político de ese conocimiento en la vida cotidiana.

Con el golpe militar de 1964, Freire fue exiliado y su trabajo interrumpido.

ASÍ ES EL MÉTODO DE PAULO FREIRE:

Procura basar las acciones en la vida de las personas. En vez de buscar la alfabetización por medio de cartillas y enseñar, por ejemplo, “el perro ladra” y “mamá”, se trabajaba las llamadas “palabras generadoras” a partir de la realidad del ciudadano o ciudadana. Por ejemplo, un obrero de la construcción podía aprender  “cemento”, “arena”, varilla, un agricultor “caña”, “tierra”, “cosecha”, “siembra” etc. A partir de la decodificación fonética de esas palabras, se iba construyendo nuevas palabras y ampliando el repertorio.

La concepción freiriana procura explicitar que no hay conocimiento listo y completo. Él está siempre en construcción. Se maneja el concepto de que aprendemos a lo largo de la vida y a partir de las experiencias anteriores, lo que hace entender que nadie está totalmente listo para enseñar y de que alguien esté “totalmente” preparado para recibir ese conocimiento, como ocurre en una transferencia bancaria. Ese carácter político, liberador, concientizador e el diferencial de la metodología de Paulo Freire de los demás métodos de alfabetización.

El método es dividido en tres etapas. En la etapa de investigación, el alumno y profesor buscan, en el universo del vocabulario del alumno y de la sociedad donde vive, las palabras y temas centrales de su biografía. En la segunda etapa, la de tematización, ellos codifican y decodifican esos temas, buscando su significado social, tomando así conciencia del mundo vivido. Y al final, la etapa de problematización, alumno y profesor buscan superar una primera visión mágica por una visión crítica del mundo, partiendo para la transformación del contexto vivido.

A Paulo Freire (murió en el 1997), se le tiene como un legado de esperanza. Un legado de entender la educación como espacio de transformación social, que nos ayuda no solo a leer la historia, sino también ser escritores de la historia.

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