Según las Naciones Unidas, la corrupción es un complejo fenómeno social, político y económico, que afecta a muchos países. Por ejemplo, socava las instituciones democráticas al distorsionar los procesos electorales, pervierte el imperio de la ley y crea atolladeros burocráticos, cuya única razón de ser es la de solicitar sobornos. También atrofia los cimientos del desarrollo económico, ya que desalienta la inversión extranjera directa y, a las pequeñas empresas nacionales, les resulta a menudo imposible superar los “gastos iniciales” requeridos por la corrupción.

El 31 de octubre de 2003, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención contra la Corrupción, que entró en vigor en diciembre de 2005.  Para crear conciencia contra esta lacra y difundir el valioso papel de la Convención a la hora de luchar contra ella y prevenirla, la Asamblea también designó el 9 de diciembre como Día Internacional contra la Corrupción.

A propósito de las declaraciones, injerencistas o no, de James W. Brewster, la campaña internacional conjunta en este año 2015 se centra en cómo la corrupción socava la democracia y el estado de derecho, lleva a violaciones de los derechos humanos, distorsiona los mercados, erosiona la calidad de vida y permite que prosperen el crimen organizado, el terrorismo y otras amenazas a la seguridad humana.

Sin dudas, actuar contra la corrupción es fundamental para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que tienen por fin erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos.

El propósito de este día es incentivar a todas las personas a iniciar una lucha contra la corrupción, ya que esta odiosa actividad puede afectar a la sociedad tanto a nivel político como económico. Los habitantes de los países que cuentan con un alto nivel de corrupción perciben un ingreso menor, debido  a que la distribución de ingresos es más injusta, hay menores niveles de inversión extranjera y nacional, reduce el crecimiento económico, además de que la distribución de éste es muy injusta.

El grado de desarrollo de un país está relacionado negativamente con los niveles de percepción de la corrupción, por lo que podemos decir que ésta es una de las características del atraso y el subdesarrollo imperante en nuestro país.

Hoy 9 de diciembre del año 2015, Día Internacional contra la Corrupción, se hace indispensable que todos y cada uno de los dominicanos reflexionemos sobre el cáncer de la corrupción, que lacera las esperanzas de bienestar y desarrollo de todo un país, impidiendo que una añejada deuda social se comience a pagar, en benéfico del aumento de las oportunidades, la reducción de la pobreza y de la delincuencia, o sea del bienestar colectivo, de forma que podamos conservar la paz social.

Y de esta reflexión colectiva, debemos sacar una conclusión a partir de hechos, indicios o de un principio general, para apoyar y elegir, el próximo 20 de mayo, a los aspirantes a cargos públicos más idóneos, a los mejores dominicanos, a aquellos que han mostrado tener principios, preocupación y amor por su país, y que siempre han condenado la corrupción y  la impunidad. Y no a los que han venido demostrando malas prácticas y complicidades.