“Los Papeles de Panamá” han expuesto escandalosamente las venas abiertas y la hemorragia de divisas hacia paraísos fiscales, a merced del desarrollo socio-económico de los pueblos de donde proceden. Representan los agujeros negros a través de los cuales se escapan los recursos financieros de esos países.

De acuerdo con algunos expertos en la materia, más de 450 billones de dólares anuales se escapan de las arcas fiscales de los EEUU y de la Unión Europea, debido a los paraísos fiscales internacionales.

Los “Papeles de Panamá” fueron publicados el 4 de abril y son el segundo capítulo de la “Off Shore Outleaks Operation” (Filtraciones de la Operación en Playas Extranjeras) del 4 de abril del 2013, publicados por la entelequia autodenominada “International Consortium of Investigative Journalists” (ICIJ), compuesta por 160 periodistas de 60 países diferentes, con base en Washington, D.C. Es la más extensa divulgación de database (11.5 millones de documentos, 16 veces más voluminosa que la publicada por “Wikileaks Cablegate”).

La “ICIJ” fue creada por la “US Center for Public Integrity” (CPI), y es parte de la “Organized Crime and Corruption Reporting Project” (OCCRP), cuyos fondos provienen de la USAID, a través  de la “Carnegie Family Foundation”, la “Open Society Foundation” (de Soros) y la “Rockefeller Family Foundation” (Global Research.ca).

Lo publicado por la “ICIJ” el 4 de abril del 2016 no es más que el segundo capítulo de lo publicado anteriormente, el 4 de abril del 2013. Notemos la compulsión de repetir siempre las mismas siglas y las mismas cifras: 4 de abril del 2013; 4 de abril del 2016. (Professor Valentin Katasonov.com).

Ahora hagamos la pregunta clave: ¿Cuál es el objetivo de estas publicaciones planificadas de antemano para desacreditar selectivamente a políticos y a figuras internacionales? ¿No será una enorme base de datos (en este caso 11.5 millones de documentos), para desprestigiar selectivamente (parecido al “Foro Público” de la era trujillista)? Eso lo dejamos a tu imaginación.

Por ejemplo, uno de los implicados en las revelaciones de “Los Papeles de Panamá” es el tesorero de la campaña de François Hollande, Jean-Jacques Augier. Esto ha ocasionado una especie de “petit impasse diplomatique” entre los dos países, porque Hollande ha amenazado con poner a Panamá en la lista de “paraísos fiscales”, lo cual ha producido la enérgica protesta del gobierno del presidente Juan Carlos Valera Rodríguez.

Otro de los implicados, aunque indirectamente, a través de su amigo el prestigioso violonchelista Serguéi Roldugin, es Vladimir Putin, quien, desde Moscú ha acusado directamente a los servicios de inteligencia estadounidenses de ser los instigadores de los “Papeles de Panamá”. Para Putin la intención es la de desestabilizar políticamente, comprometiendo a aquellas personas consideradas contrarias a los intereses estadounidenses.

También Bashar al-Assad, el actual mandatario de Persia, está implicado en las “revelaciones” de la “ICIJ”, lo mismo que el Sheik de Kuwait, Sabah Jabar al Ali al Sabah y el actual presidente de Argentina, Mauricio Macri, además del primer ministro de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson, a quien le costó la renuncia.

Un “agujero” negro u “hoyo negro”, en el argot cosmológico, es una región espacial totalmente diferenciada de las demás cuerpos espaciales, cuyo interior contiene tal poderío energético que genera su propio campo gravitacional y ni siquiera la luz puede escaparse de su fuerza centrífuga. Arrastran todo lo que se les aproxime, creando una condición anómala a su alrededor.

Figurativamente, en eso mismo consisten los paraísos fiscales financieros, que atraen grandes capitales que se desprenden de su fuerza gravitacional natural: aquellos países de donde se escapan, disminuyendo encarecidamente los recursos naturales de sus respectivos pueblos.

Sin embargo, aquí podemos aplicarle esta analogía, tanto a los “Papeles de Panamá” como a entelequias como la “International Consortium of Investigative Journalists” (ICIJ), al servicio de los poderes fácticos que la patrocinan.