Corotos.com.do es una página que sirve de plataforma para la venta y compra de productos a través de la web. Desde hace algunas semanas comencé a ver y escuchar anuncios en la radio, TV y vallas publicitarias en las avenidas más transitadas de la ciudad. No sé si la campaña incluye otros comerciales, pero los que han presentado hasta ahora tienen una línea eminentemente machista y que claramente tienen la intención de dañar la imagen de la mujer.
El primero que vi se trata de una mujer que está vendiendo lo que ella llama artículos "masculinos". El primer desacuerdo con la campaña por ser lo más evidente, es la transmisión del mensaje de que hay artículos de hombres y de mujeres, que por supuesto, reflejan la distribución de roles por género y que por tantos años hemos intentado cambiar. Parece que el creativo de la campaña no sabe que hay mujeres que juegan golf, usan casco para hacer múltiples deportes, disfrutan de los carros, camiones y helicópteros que se mueven con un control remoto y usan telescopios. En esta discusión no me detendré, solo decirle a los creativos de campañas publicitarias que no les hacen honor al adjetivo con que se les llama, pues este un tema gastado y pasado de moda.
La otra arista que quiero destacar, es el estado emocional que refleja la mujer que hace el comercial. Ella está llena de rabia y al final hasta le da con el palo de golf a una foto del ex, tirando el porta retratos al suelo. Presentar a cualquier ser humano en esta condición no aporta ni construye.
Cuando vi por primera vez este comercial sentí mucha desilusión y vinieron a mi mente múltiples situaciones reales, dolorosas y muy difíciles que viven muchas mujeres cuando se divorcian y tienen que quedarse a cargo de la mayoría de las responsabilidades económicas y afectivas de sus hijos e hijas.
Corotos podría presentar a una mujer vendiendo objetos valiosos para ella para poder pagar el colegio de sus hijos, ya que tiene tres meses de retraso y le han avisado que si no paga quedarán fuera. Talvez una escena donde ella venda la elíptica en la que hace ejercicios, para poder comprar los útiles en el inicio del año escolar, pues el padre sencillamente dice que no puede.
O un comercial que presente a una mujer vendiendo una prenda heredada de su abuela, con un gran valor sentimental para ella, pues tiene que comprar una silla de ruedas para una hija con una condición especial, o el medicamento para uno de sus hijos que es falcémico. Estas sí son situaciones reales.
A través de las redes sociales hemos podido ver comerciales y campañas publicitarias de países con una mayor consciencia de la responsabilidad social que tienen los medios y las empresas, campañas que nos sacan lágrimas y nos conectan con las emociones positivas y las fortalezas humanas.
Talvez Corotos podría presentar a una mujer o a un hombre que vende el juego de habitación para poder comprar otro o desarma un estudio y lo convierte en un nuevo espacio vendiendo lo que ya no necesita, como forma de superar el duelo por la pérdida de la pareja y re iniciar su vida. Esto sí aporta y es lo más frecuente.
El otro comercial es una mujer joven con una evidente actitud sensual y con un cuerpo tallado de acuerdo a los estereotipos de belleza que esta cultura impone a las mujeres. Ella promociona la venta de su carro que está en muy buenas condiciones, pero lo vende pues dice que "su papi le comprará el último Mercedes". Por supuesto que su papi no es su padre sino su pareja, que podría ser su abuelo, quien sale en el comercial como un zombi y al acercarse casi entra sus ojos en los senos de la joven.
Este comercial tiene muchos mensajes machistas que dañan a las mujeres y a los hombres, pues con el machismo nadie gana. Hay cantidad de mujeres y hombres dominicanos intentando ser diferentes y rompiendo los patrones machistas que esclavizan a unas y a otros. Esta campaña intenta vender modelos de un sistema de creencias que ha provocado sufrimiento, división y muerte en la sociedad y en la familia dominicana. Con estos comerciales estamos promoviéndolos y entregándoles un pobre legado a las nuevas generaciones.
Por supuesto que algunas personas al leer este artículo alegaran la gastada justificación de que los medios reflejan la realidad, pero también podrían y tiene la responsabilidad de comenzar a cambiarla, de hacer nuevas propuestas y presentar nuevos modelos.