Con el más reciente anuncio sobre la construcción de un paseo marítimo en el Malecón de Santo Domingo, que estaría valorado en unos 300 millones de pesos, el alcalde que se promueve a un cuarto mandato en el cargo bajo el lema “razones para confiar”, suma por lo menos 12 las veces en que ha hecho una promesa similar desde el año 2006.
Tras 14 años en el cargo y con un presupuesto que multiplica por 4 los recursos que administraba el Ayuntamiento del Gran Santo Domingo hasta el año 2002, el señor Roberto Salcedo no ha ejecutado ninguno de los proyectos de rescate del Malecón, permitiendo el deterioro progresivo de este emblemático espacio público, que tradicionalmente ha representado la principal marca de identidad turística de la Capital Dominicana.
El pasado primero de febrero, la Asociación de Hoteles de Santo Domingo describía la situación del Malecón con las siguientes palabras: “El afeado panorama incluye vertederos improvisados, escombros, malezas, zonas que parecen caminos vecinales, y troncos y basura en plena acera, que obstaculizan el paso peatonal. También son distintivos del Malecón los bancos destruidos, la urgente necesidad de bacheo, la falta de poda de palmeras, una isleta central deteriorada y, por si fuera poco, indigentes que conviven colindantes al mar Caribe”.
Lo que registra la Prensa. Los archivos de los medios digitales muestran que las promesas o anuncios formales del alcalde Roberto Salcedo se registraron el 16 de marzo del 2006; el 29 de noviembre del 2007, el 23 de enero del 2008; El 20 de febrero 2008; el 24 de noviembre del 2008; El 23 de abril del 2009; el 2 de junio del 2009; el 21 de septiembre del 2010; el 25 de enero del 2011; el 2 de octubre del 2012, el 21 de marzo del 2013; y el 2 de febrero del 2016.
En muchas de esas ocasiones, Salcedo no solo describía los proyectos a desarrollar, tales como la recuperación del área verde del litoral y el alumbrado público, la construcción de un gran parque para la familia, la habilitación de un “Resort Popular”, la reconstrucción del cartódromo, canchas de voleibol en arena y un paseo marítimo de 10 metros de ancho, sino también los recursos presupuestarios asignados para su ejecución.
De hecho, los regidores Waldys Taveras y Joaquín Díaz han confirmado recientemente que los recursos para la construcción del Paseo Marítimo 30 de mayo fueron consignados en los presupuestos del ADN del 2012, 2013, 1014 y 2015, no así en el presupuesto del 2016, aunque el director de Infraestructura Municipal declaró que los trabajos se iniciarían en el mes de abril.
Los grandes proyectos del Malecón. Han pasado 10 años desde que el señor Salcedo anunció su primer proyecto de rescate del Malecón, y lo hizo por todo lo alto, según lo cita una nota de la periodista Mercedes González del periódico El Caribe en fecha 10 de noviembre del 2006
Citando al alcalde, la información señalaba que: “Entre las obras se incluyen un helipuerto, un club de golf, una ciclorruta que implicará la eliminación de un carril de la avenida George Washington, la ampliación de la acera sur, que da al mar, piscinas, solarios, áreas para pescadores, kartismo y voleibol”. Ya sabemos la historia, ni en el 2006 ni en el 2007 se llevó a cabo ni una sola de estas obras.
Hasta ahora, las únicas obras realizadas en el Litoral Sur de Santo Domingo durante los 14 años de gestión de Salcedo se han ejecutado con recursos asignados por otras entidades: Inversiones Turísticas Sans Soucí, que invirtió 90 millones de pesos en la reconstrucción de la Plaza Juan Barón; por el Ministerio de Turismo, que entregó 60 millones de pesos para rehabilitar la Plaza de Guibia y el Parque Eugenio María de Hostos; y por el Ministerio de Obras Públicas, que inició y abandonó algunos trabajos en el tramo que va del Centro de Los Héroes a Manresa.
Un alcalde al filo de la navaja. Es evidente que el alcalde Salcedo ha venido violando sistemáticamente la Ley Orgánica de Presupuesto para el Sector Público No. 423-06, y la Ley 176-07 sobre el Distrito Nacional y los Municipios, que en su artículo 21, sobre el destino de los fondos de los ayuntamientos establece en su párrafo IV que: “La violación de este artículo será sancionado con penas de 2 a 5 años de prisión, con el pago de una indemnización de 5 a 20 salarios mínimos, así como también a la inhabilitación para el servicio público prevista por la legislación penal dominicana para estos casos”.
Frente a hechos tan flagrantes es muy probable que el alcalde y candidato tenga que responder ante los tribunales por la notoria malversación de los recursos puestos bajo su responsabilidad, violación reflejada no solo en el incumplimiento reiterado de la ejecución presupuestaria correspondientes a los proyectos del Malecón, sino también por no respetar la distribución de los recursos de acuerdo a los montos que ordena la ley, por incumplir el Presupuesto Municipal Participativo y no acogerse en sus 14 años de gestión al mandato legal que lo obliga a someter a discusión pública el Presupuesto Operativo Anual (POA) una herramienta de planificación con participación de la comunidad llamada a identificar y decidir las prioridades de inversión que debe contemplar cada cabildo
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