La República Dominicana es un país conservador, que basa muchas de sus decisiones en principios establecidos por sus creencias religiosas. En una comunidad mayormente católica, el homosexualismo ha sido blanco de ataques e insultos por oponerse a los juicios de la mayoría. Toda persona tiene derecho a poseer una opinión propia sobre el homosexualismo, sin embargo, el no estar de acuerdo con esta modalidad sexual no es razón para atacar a aquellos que son homosexuales.

Según el Articulo 2 de la Declaración de las Naciones Unidas, todos poseemos los derechos y libertades proclamados en la Declaración, sin distinción de raza, color, sexo, religión, opinión política o de cualquier otra índole. ¿Entonces por qué se les discute a los homosexuales por postear fotos con sus parejas? ¿Por qué se les ataca por aceptar quiénes son ante la sociedad? ¿Por qué la comunidad dominicana piensa que apoyar y luchar por derechos de igualdad de los homosexuales es persuadir a los demás a asumir esta sexualidad?

Primordialmente, la homosexualidad no es un patógeno que se esparce como bacteria. No es una enfermedad que se pega por compartir vasos, cubiertos, o por respirar el mismo aire dentro de un salón. El ser homosexual es algo que se tiene o no se tiene, punto. Según la Asociación de Médicos Estadounidenses y el biólogo Dean Hamer del Instituto Nacional de Salud, la homosexualidad es genética, significando que o naces con ello o no. Un estudio desarrollado por el Reino Unido establece que una de dos personas no es completamente heterosexual. Esto quiere decir que ver una foto, ver una pareja en la calle, o inclusive tener una conversación con homosexuales no va a forzar a los demás a cambiar de sexualidad.

Si la sexualidad no se pega, entonces por qué se le ataca a la homosexualidad en las redes sociales de manera violenta y hostil. Muchos responderían que tienen el derecho de expresarse de la forma que quieran sus opiniones e ideas. ¿Adivinen que? Los homosexuales también. Según el Articulo 18 de la Declaración de las Naciones Unidas, cada persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Lo que muchos no entienden es que este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia tanto en público como en privado.

Así mismo, como aquellos que atacan e insultan a los homosexuales por que van en contra de sus creencias, los homosexuales poseen la misma libertad de expresar su sexualidad de la manera que quieran siempre dentro del marco y el espíritu de las leyes. Quienes atacan a los homosexuales alegan que la sexualidad es algo privado que no se tiene que enseñar en público. Si el Articulo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que las personas pueden andar en público enseñando sus creencias, entonces los homosexuales pueden ser quienes son en público sin importar lo que los demás piensen de ello.

El Articulo 19 de la Declaración de las Naciones Unidas establece como cada individuo tiene el derecho de expresar sus creencias sin ser molestado ni limitado a difundirlas. Al haber dominicanos oponiéndose a que homosexuales sean quienes son, están creando una frontera emocional y social en la sociedad. Ser uno mismo es todo lo que se les puede pedir de las personas, y prohibir que los sean y obligarlos a ser diferentes corrompe la sociedad. Personalmente, yo no quiero se parte de una sociedad donde las personas tengan que esconderse de sus preferencias sexuales. Hipocresía es decirles a los niños “acepta quien eres y ámate como tal” y degradan a algunos por aceptar quienes son y por amarse por igual. El salir del closet es un momento muy delicado para cualquier homosexual, que muchos temen. El closet debería ser solo para guardar ropa, no para esconder ser humanos. El hecho de atacar a estos que son abiertos sobre su sexualidad ha creado una frontera en la juventud de ser quienes son por el temor que sienten de no ser aceptados. Como le vamos a enseñar a los niños que se amen y se acepten como son si en las noticias y redes sociales acaban, critican e insultan a los demás por sus inclinaciones sexuales.

Muchos de estos ataques se han dirigido hacia el Embajador de los Estados Unidos James Brewster. A raíz de esto, personas quieren firmar peticiones para sacarlo del país, lo insultan en la televisión, en el periódico, y en otras tele comunicadoras nacionales. El Embajador es un activista. Pero así como dice el Articulo 12 de la Declaración de las Naciones Unidas, nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. No importa cuán activista sea el embajador estadounidense, el hecho de que la sociedad no apoye su sexualidad no da la excusa de difamarlo a través de las redes.

Esta difamación y desacreditación afecta la imagen y la reputación de un diplomático internacional. El hecho de que él sea homosexual no afecta qué tan bien o tan mal él está haciendo su trabajo. Su sexualidad no tiene nada que ver con el desempeño que el Embajador ha empeñado. Muchos dicen “Él esta promoviendo y persuadiendo a que personas se conviertan en homosexuales”. Sin embargo, ya que la sexualidad no es algo que se pega y que él como persona tiene el derecho de estar con su pareja en público, sus intenciones no son de convencer a las personas a cambiar de sexualidad. El embajador James Brewster, al igual que muchos dominicanos y personas en el ámbito internacional, sufrió desde pequeño bullying por ser quien él es. El embajador está tratando de promover sentimientos de aceptación y amor hacia uno mismo. Hay una gran cantidad de homosexuales reprimidos en la sociedad dominicana con miedo a expresar sus verdades por la poca aceptación y tolerancia en la comunidad. El embajador James Brewster está tratando de expresarle a los demás que está bien ser diferente y tener preferencias sexuales diferentes. Él, contrario a muchos en el país, trata de ayudar a aquellos que no tienen voz y empoderarlos para que las tengan.

Mi intención de este artículo no es atacar a aquellos que se oponen a la homosexualidad. Estos tienen todo el derecho de creer en lo que se les plazca. Yo no soy nadie para juzgar sus ideologías. Mi intención al escribir esto es concientizar a las personas del daño que están causando al atacar e insultar a un grupo por su mera sexualidad. Considerando que la República Dominicana es un Estado miembro de las Naciones Unidas, muchos de los derechos inalienables en la Declaración han sido violados solo por la falta de tolerancia existente en la sociedad. Vamos a enseñarles a los jóvenes el valor de la aceptación y del amor hacia otros y hacia sí mismos. Puede ser que no estén de acuerdo con la sexualidad de un grupo, pero esto no es razón para difamarlos y desacreditarlos de estos.

Estos ataques son actos de bullying y acoso; actos que pueden cesar solo si toleráramos a los demás. A aquellos que sufren de ataques e insultos por su sexualidad les digo: No dejen de ser quienes son por las opiniones de otros, ámense a sí mismos y no dejen que las críticas los tumben. A los demás que están en contra de los homosexuales y los atacan como blancos les expreso: Si no aprendemos a tolerar a los demás, sea por su sexualidad o por cualquier otra índole, estamos poniendo limitaciones y excluyendo a miembros de nuestra misma comunidad por razones equivocadas. Amémonos unos con otros y que sea ese el mensaje que extraigan de este artículo.