“Dejad Todo y seguidme”. Sólo los que llegan al conocimiento pleno de su dimensión espiritual pueden oír esta voz, la voz del maestro que te invita al compromiso. 50 años hace que Estanislao Szarwark, sacerdote norteamericano de origen polaco, símbolo de integridad, compromiso y consagración sacerdotal, hizo opción por la vida religiosa al servicio de la fe y los más pobres de República Dominicana, en el sur del país.

En los años 60s, nadie quería ir al sur,  sin importar la vocación misionera o patriota. El sur tierra de castigo y ostracismo político y religioso, refugio para desertores y desafecto de los regímenes de Trujillo y Balaguer, tierra de gente rebelde e hidalga. El sur, tierra dura, desérticas, ricas y productivas, con lugares inhóspito y paradisiacos,  llena de pobreza y miseria; pero, poblada por gente trabajadora, buena y hospitalaria.  Para los años  cincuenta,  solo los Franciscanos Capuchinos abrazaron la evangelización y la pastoral de esta zona de Dios. César, Enrique y Gumersindo son los nombres   de aquellos  frailes que traigo  al recuerdo en este momento.

La Congregación del Inmaculado Corazón de María,  los cicm o los padres Belgas como se le conocía, constituyeron una legión de sacerdotes que llegaron  al sur no solo para evangelizar, sino, para transformar la vida pastoral y social de la región. El centro de promoción de Cabral, Radio Enriquillo, lemba, Promus, las escuelas parroquiales, las comunidades cristianas de Tamayo, Barahona, Neyba, Duvergé, Jimaní, Peñón, Vicente Noble, Villa Jaragua, Enriquillo, los clubes, Pastoral Haitiana y Ceajuris,  son algunas de las obras religiosas y sociales con las que este grupo de sacerdotes transformó la región que hoy se conoce como Diócesis de Barahona y, cuya existencia es posterior a la llegada de los  cicm.

El autor y su familia con Monseñor Estanislao.
El autor y su familia con Monseñor Estanislao.

Camilo, Santiago, Francisco y Juan Francisco, Ricardo, Teo, Andrés, Rogelio, Valentín, Delfín, Humberto, David, Lucas, Bernardo, Leo, Guillermo, José, Ramón, León y otros tantos misioneros conformaron esta legión de hombres que contribuyeron a la  evangelización, organización y transformación social de la región Enriquillo, que hasta el 1976,  fundación de la diócesis de Barahona, era región pastoral de la Diócesis de San Juan de la Maguana.

El pasado 8 de Septiembre el Padre Estanislao, celebró sus 50 años de vida sacerdotal, 50 años compartiendo vida y compromiso pastoral con el pueblo dominicano. Muchos de los que  nos consideramos humana, religiosa y socialmente obras de sus manos; algunos , estuvimos compartiendo con él esta celebración: Cheo Zorrilla, Billy Joel,  Doña Duda, Gisela, mi familia y una Capilla repleta de amigos procedentes de los lugares donde Estanislao ha ejercido su ministerio,  para estar junto a este gran ser humano, amigo y sacerdote  sin igual. Felicidades Gran  hermano, Dios te siga bendiciendo