A la memoria de Pedro Julio Jiménez Rojas, ¡se marchó tan de repente, caray!
Si Acento lo permite, y no veo por qué no, ya que lo aceptó una vez, concédanme presentarles de nuevo este artículo que publiqué en diciembre del 2015. Y además comentar algo sobre su historia.
Al presentar este trabajo en dicho año, dedicado a mi amigo de la infancia Güido Riggio Pou, recientemente fallecido entonces, tanto por la amistad que teníamos como por su iconoclastia abiertamente defendida en este mismo periódico digital, Acento.com.do, tuve muchos comentarios a favor, en contra, algunos y variados insultos también, en mi correo electrónico.
Pensé, iluso yo, que por todos estos comentarios sería un buen artículo para el periódico de la UASD, El Universitario, que así llegaría a casi todos los profesores y pudiera usarse para discusiones en clase con los estudiantes, ya que muchas asignaturas en diversas profesiones tratan el tema, además de ser algo de interés general. Pues bien, fue censurado y no publicado. Si recordamos la época, teníamos a Barack Obama de Presidente de los Estados Unidos y un homosexual y su pareja como embajadores de los Estados Unidos en el país. Después supe que el Sr. Rector de entonces no quería nada que tuviese que ver con los Estados Unidos y de ahí su censura, supuse.
Cuando comenté el episodio con mi querido amigo y mi profesor Pedro Julio Jiménez Rojas, ido recientemente y tan de repente que aún nos duele a muchos, a quien me costó trabajo convencer de que escribiera en Acento y por fin accedió y mucha gente obtuvo el placer de leer su pluma y admirar su ingenio y vasta erudición solo me dijo: “siempre has sido un loco, y ¿qué tu esperabas?”. Le dije, bueno, pero el Sr. Rector estudió en Francia y él, con esa manera rápida y aguda de responder que tenía solo me dijo: “Tú estudiaste fuera, ¿y tú crees que todo el que estudia fuera aprende?”. Las cosas de P.J., por eso , entre otras cosas, le dedico esta repetición de mi artículo a su memoria.
Por demás este es el mes del “Orgullo Gay”, en honor al vergonzoso episodio de 1969 en el bar Stonewall, de NY, que todos conocemos y además porque algunos funcionarios del actual nuevo gobierno han colocado una banderita del movimiento LGTB en sus escritorios y han recibido críticas de algunas mentalidades trujillistas, de las muchas que abundan; que eso era inadecuado en un escritorio del Estado. Como si un escritorio no fuese un mueble donde se trabaja y donde quien lo usa tiene derecho de adornarlo con lo que le de la gana, desde fotos de sus hijos o sus padres, hasta banderitas o símbolos del equipo de pelota que sigue, y a nadie se le ocurre pensar que todo el gobierno es aguilucho, o que toda su familia y sus infantes son politicos, por ejemplo. Los tiempos en que solo se permitía un retrato del Jefe o de Mamá Julia, hace años que los dejamos atrás.
Así pues, pasemos al artículo mencionado.
A Güido Riggio Pou, mi amigo de la infancia, se marchó tan a destiempo.
No creemos que haga falta justificar el presente artículo. Las noticias recientes sobre el tema han sido aireadas hasta el exceso en nuestro medio y ya la alta política ha sido incluida. Hasta un grupo político presenta la homosexualidad y los derechos de los homosexuales como tema de campaña cuasi religioso.
Este escrito es una copia-traducción, con algunas ideas y datos extras, de un artículo publicado en marzo del 2011 por C. Moskowitz en LiveScience. Veamos los cinco mitos.
1.-Los animales (no humanos, J.R.A.P.) son todos heterosexuales. La percepción popular es que las parejas macho-hembra constituyen la única vía “natural” de comportamiento sexual en los animales y así la homosexualidad es una “perversión humana”. Pero en el reino animal hay múltiples ejemplos de parejas del mismo sexo. En más de 150 especies de mamíferos, aves y peces las parejas del mismo sexo existen y esto está muy bien documentado, lo que ha producido en los teóricos de la evolución discusiones al respecto de su interpretación, ya que la conducta sexual entre organismos del mismo sexo no resulta en reproducción, como es lógico. Las discusiones van desde un beneficio indirecto hacia la continuidad de los genes de estos individuos, un aumento de cohesión social, hasta la idea de que el sexo, de por sí, es entretenido.
2.-Las relaciones entre gays no son perdurables.- Los estudios señalan que son tan duraderas en humanos las relaciones amorosas entre homosexuales como las relaciones entre heterosexuales; así aparece reseñado en el Annual Review of Psychology del 2007, en un trabajo de la profesora Anne Paplau de la Universidad de California-Los Angeles, la famosa UCLA. Otro estudio que duró 12 años sobre parejas homosexuales encontró que un 20% se separaron en ese tiempo, lo que extrapolado a 40 años señala que son un poco menos que la tasa de divorcios para primeros matrimonios durante el mismo período. Una clara indicación a tener más respeto por estas personas en cuanto a tener relaciones serias de convivencia.
3.- La mayoría de los pedófilos son homosexuales.- Un mito en realidad pernicioso es que la generalidad de los homosexuales son abusadores sexuales de niños. Varias investigaciones con distintos métodos han demostrado fuera de toda duda razonable que esto es falso. En 1994 un estudio en el Journal of Pedriatrics mostró que de 269 casos de abuso sexual a niños, el 82% eran realizados por adultos heterosexuales cercanos a la familia y solo dos casos de los 269 fueron atribuidos a homosexuales o lesbianas.
4.- Padres gay no son tan buenos como un padre y una madre.- Muchas personas que se oponen al matrimonio entre homosexuales y a la adopción de niños por estas parejas piensan que esto no es bueno para los niños y que un infante necesita de un padre y una madre para llegar a ser un adulto mentalmente saludable. Los datos empíricos de varios estudios, algunos muy famosos y respetados, contradicen este supuesto. Adolescentes provenientes de hogares con ambos adultos del mismo sexo presentan incluso hasta una ligera mejoría en sus actividades escolares. Todos los estudios señalan que los niños y jóvenes con dos padres o dos madres en el hogar les va tan bien en su desarrollo mental y corporal como aquellos que viven bajo parejas heterosexuales. Y varios de estos estudios han sido publicados en el Journal of Marriage and Family (Journal de Matrimonio y Familia).
5.- Ser gay es una elección.- Los anuncios de que la homosexualidad es una elección (defendidos por muchos homosexuales y lesbianas) y de que como si esta condición fuese una enfermedad es “curable”, obtiene más y mayor rechazo con la aparición de nuevos estudios; al demostrarse con investigaciones muy bien controladas que la preferencia sexual por el mismo sexo es por lo menos, parcialmente genética y de fuerte base biológica. Los estudios en gemelos (100% idéntico ADN) comparándolos con mellizos (50% idéntico ADN) confirman estos datos. Por otro lado, los descubrimientos de diferencias fisiológicas entre homosexuales y heterosexuales refuerzan aún más este conocimiento; como es el dato de que la forma del oído interno es distinta entre lesbianas y mujeres heterosexuales, publicado en 1998 en los Proceedings de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos. En este año 2015 se ha presentado una prueba en la saliva que predice en un 67% de los casos la homosexualidad en gemelos, por lo menos. Este estudio ha recibido tantos comentarios de su posible mal uso que ha sido suspendido por su investigador principal.
O sea, los datos de la ciencia, de la misma ciencia que produce nuestros antibióticos, nuestras vacunas, nuestros medicamentos de control de la presión arterial y de la glucosa en sangre y que nos ha presentado, y realizado, el potencial de vivir más años y con una mejor calidad de vida, reconoce ya sin duda alguna que estos cinco mitos son sólo eso, mitos, falsedades, cuentos; pero siguen siendo mitos.
Y resulta que nada es tan difícil de erradicar como un mito, y los mitos adquieren tintes emocionales y llegan a ser fuertes prejuicios. Y hay todo tipo de mitos, desde los religiosos hasta los de la propia ciencia. Por otro lado, aunque creemos en nuestro médico nadie está obligado a creer lo que afirma la ciencia.
¿Y entonces?, ¿Por qué en tantos países del mundo, incluyendo muchos de nuestra Latinoamérica han aceptado como bueno y válido un arreglo legal para parejas del mismo sexo que deviene en ser un matrimonio civil? ¿Cómo han podido los políticos de esos países escaparse de la tiranía intelectual y emocional que conforman los mitos?
Es que son políticos. No es que sean buenas personas, personas serias, personas que crean íntimamente que los homosexuales y lesbianas merecen el mismo respeto y los mismos derechos que los demás. Tampoco creo que sepan mucho de ciencia. No me parece que haya sido así.
Es que al ser políticos sobreviven en base a un componente del pensamiento crítico que se llama comprender y/o creer en los números, en los porcentajes y en las probabilidades. (y parece que así es como es, quien no sabe matemática, ni estadística no puede tener un “pensamiento crítico”, que F. Nietzsche en su “Sobre el porvenir de nuestras escuelas” definió como pensamiento esclarecedor).
Y es que al saber que entre homosexuales (5-6%) y lesbianas (3-4%) constituían el 10% de la población, en todas las culturas, y por ende un 10% de los votos (hay variados reportes de los %, los más usados son estos), y al calcular que tienen padres, madres y hermanos y hermanas que pueden llevar este segmento poblacional con intereses comunes a un 20% de los votos, ¡ah!, hay que atraerlos como sea posible y no hay ruta más expedita que pasar por encima de los viejos y falsos mitos (que quizás personalmente y en la intimidad sostienen) y presentar la revocación de sus derechos conculcados como una meta a lograr y así, el juego democrático y la libertad nos han ayudado en muchas partes a ser en realidad más humanos, más morales y presentar sociedades más justas.
Sólo hay que ver que en casi todas partes un presidente o un partido gobernante lo es por una diferencia de 3-5% de los votos.
Y aquí, en nuestra media isla caribeña, tanta gente creyendo que los genios somos nosotros y que el resto del mundo está lleno de ignorancia.
¡Ah las cosas que tiene esta vida tropical!
Algún día aprenderemos que las ideas son estúpidas, pero que las personas que las tienen no, ellas sólo son ignorantes. Y la ignorancia, eso sí, con mucho esfuerzo, dedicación y trabajo…si se cura.