Siempre hemos escuchado que ser Presidente de un país no es una tarea fácil, y mucho menos lo es ser Presidenta. Además de cumplir con el trabajo de mandataria, también debe enfrentarse a un sin número de estigmas sociales que hacen su trabajo más difícil y complejo. 

Les comparto cinco lecciones que aprendí de Laura Chinchilla, Primera Mujer Presidenta de Costa Rica, quien además de ser un excelente ser humano y profesional, ha sido una de las primeras mujeres presidentas de nuestra región y es una de las 50 mujeres más poderosas de Centroamérica según el Foro Económico Mundial

  1. La importancia de creer en tí y aprovechar las oportunidades. Muchas veces damos por sentado la importancia de creer en nuestro potencial y apostar a nuestros sueños, más aún cuando nos enfrentamos con el dilema de formar familia y cumplir un rol de pareja y/o madre en el hogar. Junto a la Presidenta aprendí que primero debes de creerte que puedes lograr algo, para poder actuar en consecuencia en los pasos que das. Creer que si puedes te va a presentar oportunidades para aprovechar y trabajar haciendo lo que te gusta, mientras escalas a nivel profesional y también te desarrollas a nivel personal.   

    Con la ex presidenta Laura Chinchilla
  2. Ignorar los chismes, rumores y críticas negativas que no te ayudan. Los chismes, rumores y críticas negativas son temas de los que nadie se escapa, en especial cuando se trata de posiciones de mucha visibilidad y atención pública. Estos muchas veces nos afectan más a las mujeres, porque nos enfocamos en querer desmentir comentarios que buscan ensuciar nuestra imagen y trabajo. Con la Presidenta, aprendí que lo mejor es ignorarlas, porque cuando ignoras le retiras energía a quien está buscando hacer daño. 
  3. Tener conversaciones reales. Siempre que converses con alguien, es importante hacerlo con sentido. Ocuparte de saber como está la persona con la que estas conversando, no sólo en el aspecto profesional, si no en el personal. Ofrecer una atención sincera cuando conversamos es una clave del éxito y del buen liderazgo, pues mostramos interés genuino por la otra persona. 
  4. Formación. La formación es un aspecto clave para nuestro desarrollo en el aspecto profesional, me comenta la Presidenta. Pues cuando hablamos en una sala, generamos atención y respeto por nuestras capacidades y en consecuencia, confianza en nuestro trabajo. 
  5. Mantenerte enfocada en el bosque en vez del árbol. Cuando nos enfocamos en alcanzar un propósito, muchas veces nos tendemos a consumir en lo micro – aquellos eventos y situaciones que muchas veces nos quitan atención de lo macro – que es nuestro objetivo primordial. Recordarte de cual es tu propósito te ayudará a mantener tu energía concentrada en el bosque, en vez del árbol. 

Estas lecciones han sido a través de muchos aprendizajes llenos de logros y experiencias disfrazadas de fracasos de una mujer que creyó en su potencial. Cuando te encuentres frente a un momento difícil, disfrazado de fracaso, recuérdate de a donde haz llegado y de lo que ya haz alcanzado. Mantente enfocada en el sol, en vez de la oscuridad. Porque justamente después de estos momentos, es que lo mejor está por llegar.