1. Novela (Primera parte)
  1. Breves antecedentes históricos

Si a alguien se le ocurriera escribir la nueva y necesaria historia de la literatura dominicana, al abordar el género de la novela sería aconsejable tener presente lo siguiente: a pesar de que desde hace mucho tiempo disponemos de datos referentes a novelas publicadas en Cuba por Alejandro Angulo Guridi (1823-1906) antes de 1856, se sigue considerando a El montero (1856), de Pedro Francisco Bonó (1825-1906), como el punto de partida de la novelística dominicana. Había sido publicada como folletín, muy a la usanza francesa, en el periódico español El Correo de Ultramar, editado en París y dirigido por Eugenio de Ochoa (1815-1872), crítico, bibliógrafo, editor y traductor español.

Portada de la novela El montero.

Pero ocurre que en octubre de 1989 localizamos un extenso fragmento de la novela Cecilia (tres capítulos), publicada por Angulo Guridi en 1853 en el periódico El Progreso.1 Todo parece indicar que ese texto fue publicado completo por Angulo Guridi en Cuba antes de 1851, que fue la fecha hasta la cual permaneció en la patria de Martí. Así pensamos debido a que él dice, en la introducción de la obra, haber publicado antes su novela Cecilia en el periódico El Eco de Villaclara, en Cuba, «y que, reformada y con más extensión presento a los lectores de El Progreso».

Cabe señalar, entonces, que, por el momento, y hasta tanto no aparezcan las novelas de Alejandro Angulo Guridi supuestamente publicadas en 1841, 1842 y 1843 —a las que hacen referencia Joaquín Balaguer, Néstor Contín Aybar y Diógenes Céspedes: La joven Carmela, La venganza de un hijo y Los amores de los indios— habrá que considerar, sostenemos nosotros, como primera novela dominicana no a El montero, de Bonó, sino a Cecilia, de Angulo Guridi, sin que ello en modo alguno signifique que dejemos de reconocer la trascendencia que en términos sociológicos, históricos y literarios tiene la primera novela  de un autor criollo en la cual se trata de un tema tan dominicano como lo es el referente a la montonería en el siglo XIX. En el apéndice III de nuestra obra Apuntes bibliográficos sobre la literatura dominicana puede ser leído el fragmento de Cecilia,2 que se encuentra en la colección del periódico El Progreso depositada en el Archivo General de la Nación de Rep. Dom.

Alejandro Angulo Guridi —de quien hemos escrito una breve cronología vital3— era un intelectual poseedor de un gran carisma y de un singular espíritu de inquieto pensador, genial, aventurero, capaz de hacer patria a dondequiera  que llegaba. Fue un ejemplar ciudadano de América y gran amigo de Eugenio María de Hostos. Falleció, en Masaya (Nicaragua), el 17 de enero de 1906.

Ahora bien, justo es reconocerle a Francisco Javier Angulo Guridi (1816-1884), hermano de Alejandro, el haber sido el primer escritor dominicano en publicar una novela (conocida) en volumen: La fantasma de Higüey,4 salida de los talleres de impresión de la empresa A. M. Dávila, en La Habana, Cuba. Es un acontecimiento bibliográfico que tiene lugar en 1857, es decir, veintidós años antes de conocerse la primera parte de Enriquillo: leyenda histórica dominicana (Santo Domingo, 1879), de Manuel de Jesús Galván. Al acucioso historiador dominicano Vetilio Alfau Durán debemos el rescate, en 1929, de  La fantasma de Higüey.

Eugenio de Ochoa (1815-1872), editor de la primera edición de El montero en 1856.

[En este punto consideramos oportuno hacer la siguiente rectificación histórico-bibliográfica: es errática la afirmación hecha por la prologuista de la edición de La fantasma de Higüey patrocinada por el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU), dentro de su Colección Clásicos Dominicanos (Serie Narrativa), cuando dice que dicha novela, al ser publicada en 1857, se convirtió «en la primera obra narrativa dominicana publicada». Por todo lo ya reseñado en este artículo sobre la génesis de la novela dominicana, esa afirmación es falsa. Para destacar la trascendencia de la aparición de una obra literaria no debería ser alterada la verdad histórica. Véase: Francisco Javier Angulo Guridi. La fantasma de Higüey. Prólogo: Ruth Nolasco. Santo Domingo, Rep. Dom.: ISFODOSU, 2017. P. 9].

El ensayista y novelista dominicano Manuel Salvador Gautier descubre un elemento interesante en La fantasma de Higüey: «Angulo Guridi toca temas que se desarrollarán más tarde en la literatura dominicana. Un tema importante que aparece en [su] narrativa es el del opositor político que sufre el exilio. El autor lo toca muy tangencialmente en La fantasma de Higüey. En ésta, el narrador de la historia habla de un exilio que él ha tenido que sufrir, causado por sus posiciones ideológicas».5

Certeros consideramos los juicios valorativos del crítico dominicano Diógenes Céspedes en torno a los Angulo Guridi al afirmar que ellos «[…] quedan incorporados a lo que podría llamarse el origen histórico de la novela dominicana, cuyos textos, sean de buena o mala calidad, deberían comenzar a publicarse sin excepción» y que sus obras «tienen el curioso mérito de ser nuestras primeras novelas, pero, al mismo tiempo, también el de ser iniciadoras, en América, de la literatura indigenista».6

Con la obra ensayística de Alejandro Angulo Guridi se ha venido realizando una importante labor de difusión desde el Archivo General de la Nación, pero no así con su obra de ficción (narrativa y poesía), que está pendiente de ser rescatada mediante un plan estratégico de búsqueda en bibliotecas y archivos en la isla de Cuba y en los demás países donde el autor de Cecilia hizo vida intelectual.

 

2. De la selección de novelas recomendadas

Más de treinta años estudiando la bibliografía dominicana producida desde los tiempos coloniales —no tan solo fichando los libros tocados, sino caminando, como incansable lector, por sus páginas, centenarias a veces y otras con el perfume de la tinta nueva aún— nos han permitido adquirir una visión acabada sobre qué es y qué no es recomendable para fines de lectura selectiva en las letras dominicanas.

Alejandro Angulo Guridi (1822-1906).

Basándonos en esa rica experiencia lectural —y en posesión de todo un inventario bibliográfico de las novelas escritas por los autores dominicanos desde los Angulo Guridi— nos propusimos realizar un sondeo de opinión en torno a la novelística dominicana durante los meses de noviembre y diciembre del año 2015 con el objetivo presentar al país y al mundo literario internacional una especie de canon de la novela dominicana que propicie su difusión a partir de lo que sería una selección de LAS 20 MEJORES NOVELAS DOMINICANAS DE TODOS LOS TIEMPOS.

Ese sondeo estuvo dirigido a críticos literarios (dominicanos y extranjeros), novelistas (muy selectivamente), editores, profesores de Literatura Dominicana y escritores de reconocida voracidad lectora. Los novelistas, por asunto ético, no debían incluir en sus propuestas novelas de su autoría. Solo había que contestar una pregunta: «¿Cuáles son, a su juicio, las 20 mejores novelas dominicanas de todos los tiempos?» 

Los resultados del sondeo estuvieron a la altura de la calidad intelectual de los participantes, quienes se mostraron dispuestos e interesados ante nuestra iniciativa. Incluso algunos de ellos nos sugirieron que hiciéramos algo parecido con los demás géneros literarios. Otros, en cambio, se abstuvieron de opinar, como el novelista y crítico literario Manuel Mora Serrano: «Querido amigo, lamento no contribuir a tu encuesta.  He decidido no juzgar en un género en el cual trabajo. Aplaudo, eso sí, tu preocupación bibliográfica y ojalá, de esta encuesta, si sus resultados son promocionados adecuadamente, puedan surgir nuevos […] trabajadores».7 

Mencionamos (en orden alfabético) algunas de las personalidades del mundo literario y académico a las que les enviamos una carta, con texto común, mediante la cual les solicitamos hicieran sus propuestas de las 20 novelas de su preferencia: Ana Gallego Cuiñas (crítica literaria española), Ángela Hernández (novelista), Aralís Rodríguez (novelista), Basilio Belliard (crítico literario), Bruno Rosario Candelier (crítico literario), Daisy Cocco De Filippis (crítica literaria), Diógenes Céspedes (crítico literario), Efraím Castillo (novelista), Emilia Pereyra (novelista), Eugenio García Cuevas (crítico literario), Fania Herrera (narradora), Fernando Cabrera (crítico literario), Franklin Gutiérrez (investigador literario), Giovanni Di Pietro (crítico literario italo-canadiense), Giovanny Cruz (narrador), Jenny Montero (crítica literaria), Jimmy Hungría (investigador literario), José Alcántara Almánzar (crítico literario), José Carvajal (crítico literario), José Enrique García (crítico literario), José Mármol (crítico literario), José Rafael Lantigua (crítico literario), Juan Freddy Armando (poeta), Manuel Matos Moquete (crítico literario), Manuel Mora Serrano (novelista), Manuel Núñez (ensayista), Manuel Salvador Gautier (novelista), Máximo Vega (narrador), Miguel Ángel Fornerín (crítico literario), Nina Bruni (crítica literaria argentina), Plinio Chahín (crítico literario), René Rodríguez Soriano (narrador), Rita De Maeseneer (crítica literaria belga), Silvio Torres-Saillant (ensayista) y Tony Raful (poeta).

Portada de la novela La fantasma de Higüey. Edición del 2003.

Fueron propuestas 84 novelas en el sondeo de opinión literaria. De algunos novelistas fueron propuestos dos o más títulos: de Rafael Damirón, Federico García Godoy, Marcio Veloz Maggiolo, Carlos Esteban Deive, Diógenes Valdez y Roberto Marcallé Abreu, por ejemplo. Con los resultados de ese sondeo revisamos y enriquecimos la lista de 272 obras recomendables contenida en nuestro libro En torno a la literatura dominicana: apuntes literarios, bibliográficos y culturales (2013) en la sección correspondiente al género novela. Aunque seguimos manteniendo el mismo número de novelas recomendadas: 49. Las verán en la segunda parte de este artículo.

NOTAS:

1 Este periódico circuló en Santo Domingo entre febrero y octubre de 1854, dirigido por el poeta y periodista Nicolás Ureña de Mendoza. Angulo Guridi era el redactor.

2 Ver: Miguel Collado. Apuntes bibliográficos sobre la literatura dominicanaSanto Domingo, Rep. Dom.: Biblioteca Nacional, 1993. Vol. I. Pp. 457-490. (Colección Orfeo-Segunda Etapa). [Premio Casa del Escritor Dominicano en 1993].

3 Idem, pp. 451-455.

4 Ver una edición moderna: Francisco Javier Angulo Guridi. La fantasma de Higüey. Santo Domingo, Rep. Dom.: Editora Manatí, 2003. 158 p. (Colección Obras Clásicas Dominicanas).

5 Manuel Salvador Gautier. «Sobre las novelas cortas La fantasma de Higüey y Silvio, de Francisco Javier Ángulo Guridi». Conferencia dictada en el Ateneo Insular (Santo Domingo) el 25 de enero de 2003. Reproducida en su blog el 22 de septiembre de 2010: http://palabraspunto.blogspot.com [Consulta: 10-10-19].

6 Diógenes Céspedes. Estudios sobre Literatura, Cultura e Ideologías. Santo Domingo, Rep. Dom.: Editora Taller, 1983. Pp. 185-186. (Colección Biblioteca Taller; No. 156).

7 En carta electrónica recibida el domingo 20 de diciembre de 2019. Hora: 11:53:33 p.m.

Francisco Javier Angulo Guridi (1816-1884).