No hacen falta alas para hacer un sueño, basta con las manos, basta con el pecho, basta con las piernas y con el empeño.

No hacen falta alas para ser más bellos, basta el buen sentido del amor inmenso, no hacen falta alas para alzar el vuelo.

Silvio Rodríguez Domínguez.

Al momento de escribir nuestro artículo de lo hoy,  estamos contando las horas finales del 2016; cuando el lector reciba la actualización de www.acento.com.do en su móvil, tablet u ordenador y lea este artículo será, en toda regla, el 2017.

Damos gracias a Dios por un año más en el que nos ha permitido hacer cosas positivas y hasta equivocarnos n veces;  pero sobre todo damos gracias a Dios por permitirnos soñar con el futuro. Esperamos que ese futuro sea mejor para todos o que por lo menos los momentos felices sean más que los momentos malos.

A las puestas de 2017 nos preguntamos:

¿Seremos capaces de continuar una mejor senda para el desarrollo de nuestro entorno, de manera más sostenible en términos ambientales? 

¿Pondremos, como punto de partida, al ahorro + eficiencia energética como punta de lanza de todas nuestras acciones para conseguir una respuesta afirmativa a la primera pregunta?

Generalmente nuestras líneas de cada semana son llamados  de atención o cantos de optimismo formulados  a la luz de hechos cotidianos en torno a la arquitectura y la energía. Siempre hemos planteado la cuestión desde la óptica del proyectista o de lo que debería hacer el que decide en cada caso; otras veces le hemos dado alguna receta al público lego para que tome nota.  En cualquiera de los casos hemos puesto empeño en que lo positivo quede como resultado.

Algunos votos para el año nuevo

Intentaremos continuar estas líneas semanales entendiendo que crear un sustrato sobre la temática  nunca estará de más, y aspirando – siempre- a un mejor porvenir en estos términos arquitectónicos y energéticos.

Con la ayuda de Dios, con la buena voluntad de los directivos del medio (que me permiten la oportunidad de expresarme) y el favor de los pocos o muchos lectores que podamos tener; seguiremos contando la historia desde la perspectiva más objetiva, o por lo menos la que, en buena fe, nos parezca mejor. Seguiremos dando pinceladas de introducción a temáticas que los arquitectos, ingenieros, proyectistas y ciudadanos en general están llamados a ampliar por cuenta propia; nuestra misión en ese sentido continuará.

Que la buena arquitectura sea la regla no la excepción;  que el aprovechamiento y la eficiencia energética se tornen hacia el lado de la sostenibilidad ecológica; que la energía limpia sea nuestra fuente de generación de progreso y no solo la aspiración de unos cuantos soñadores.

Deseamos más cosas pero con eso cumplido, en un año tendremos un mejor lugar llamado mundo y ya no será sólo un sueño.

Feliz 2017.