Ha llegado el 2016, año electoral muy esperado y que augura muchos cambios para la vida política del país. Con este nuevo campo electoral, los vecinos del Distrito Nacional tienen, nuevamente, la oportunidad de optar por un modelo diferente de la gestión de los recursos municipales.

El Distrito Nacional no puede continuar con el rumbo actual: servicios municipales precarios, las aceras en peligro de extinción, los cementerios en pleno deterioro y constantemente profanados, tráfico y tránsito insoportable, carencia de políticas municipales de inclusión social, escasez de áreas de esparcimiento y, por supuesto, ausencia total de planificación urbanística que detenga el crecimiento caótico y desordenado de la ciudad.

El Distrito Nacional se merece un cambio en la gestión municipal. Necesita de una gestión que pare el despilfarro de los recursos municipales, que incentive la participación de los munícipes en la toma de decisiones que afectan sus sectores, que organice el tránsito, provea un servicio de transporte público, que vele por los recursos hídricos de la ciudad, que fomente el turismo a través de planes culturales y deportivos, que haga una gestión autosostenible de los desechos y desperdicios, entre muchas otras medidas que la actual Administración local no toma en cuenta.

¿Qué proponen los candidatos (sea Collado o Fello) a la alcaldía del PRM? Nadie sabe. Bulla, caravanas y desorden son sus únicas propuestas. La actual gestión muestra serio agotamiento y el candidato simplemente se recuesta de su experiencia

En definitiva, Santo Domingo es una ciudad hostil, no me canso de repetirlo. Necesitamos una gestión municipal capaz de detener la transformación de nuestra ciudad en una irreconocible e invivible. Una mejora sustancial en los servicios municipales mínimo, por lo menos, supondría elevar significativamente el nivel de vida de la ciudadanía.

El 2016 es el año que nos da la oportunidad de cambiar la gestión actual y propugnar por un Santo Domingo más inclusivo, que mime a la ciudadanía.

Ahora en el 2016, los munícipes del Distrito Nacional tenemos que exigirles a los candidatos y candidatas a la alcaldía y al Concejo de Regidores que nos digan sus propuestas. Es inadmisible que la campaña por la alcaldía del Distrito Nacional se defina en el silencio de sus candidatos, que solamente hacen una falsa y vacía promoción.

Tenemos que superar el ruido, el bulto, la suciedad propia de los mítines domingueros, y apostar a las candidaturas que nos propongan soluciones a los problemas que nos aquejan diariamente. Es necesario romper con ese liderazgo tradicional que ha vuelto al Distrito Nacional en una ciudad áspera y fijarnos en quienes con sus ideas y propuestas razonadas buscan hacer un Santo Domingo para todos y todas.

¿Qué proponen los candidatos (sea Collado o Fello) a la alcaldía del PRM? Nadie sabe. Bulla, caravanas y desorden son sus únicas propuestas. La actual gestión muestra serio agotamiento y el candidato simplemente se recuesta de su experiencia.

Muchos dirán que no hay otras opciones y que el escenario electoral en el Distrito Nacional se encuentra nuevamente dividido en los dos polos tradicionales. Y sí, es cierto, pero la campaña electoral arranca justamente ahora y las alternativas para una ciudad posible saldrán a la luz, sin el ruido que caracteriza a los tradicionales, sin las grandes movilizaciones domingueras, sin llenar la ciudad de afiches y vallas; pero sí con propuestas, hechas mano a mano con la gente, para solucionar los problemas de este municipio y tener un Santo Domingo de todos y todas.

No hay desarrollo posible sin el fortalecimiento institucional de los gobiernos locales y sólo con la victoria de candidatos y candidatas dispuestos a asumir verdaderamente un gobierno municipal con propuestas claras, concisas y frontales tendremos una ciudad para todos y todas.