¿Puede una familia de la República Dominicana constituirse en un modelo para el mundo? ¿Cómo? ¿En qué sentido? ¿Por qué?
Veamos. El ser humano es un ser social por naturaleza. El verdadero desarrollo humano sólo se consigue en sociedad. Más la humanidad aún no ha logrado formas de organización que con equidad, justicia y libertad aseguren el progreso y bienestar de todos. Sin embargo en poco más de 25 años la familia Tomás ha logrado el progreso y bienestar de todos sus miembros. Y eso ha sido así pues aunque cada cual tiene su vida y características propias, nunca han olvidado que son una FAMILIA y que deben de apoyarse mutuamente.
Luz Tomás llega a Estados Unidos con su hija Ada, pero no se olvida del sobrino Bolívar; así también su sobrino Bolívar gestiona el traslado de su padre Don Ernesto y su madre Doña Flor Carrión y éstos a su vez de las demás hijas e hijos y de ahí a los hijos de los hijos y las hijas, esposos y esposas. Se van integrando en comunidad inclusive en torno a las mismas zonas, apoyándose mutuamente para lograr de forma honrada y mediante el trabajo duro, el progreso y bienestar de todos.
Tuve el gran honor de decir junto a Alberto Peguero, esposo de Ada, las palabras introductorias en un hermoso acto de la familia Tomás el próximo pasado 24 de diciembre en New Jersey; lo cual nos hizo reflexionar de que a partir de ejemplos como esos la humanidad puede alcanzar formas de organización social que hagan posible, mediante el trabajo duro y la honradez- si se les dan las oportunidades- el progreso y el bienestar de miles de millones que tanto lo necesitan.
El modelo de vida convertido en realidad por los Tomás junto a los esposos y esposas, tiene nombres: Luz, Ada, Bolívar, Ernesto, Jenny, Mayra, Vianey, Arisleyda, Elsa, Osiris, Rubén. También representando a todas las demás esposas y esposos en personas de gran calidad humana como Gerson Florimón, esposo de Elsa; y el gran tesoro de los Tomás descendientes representados por sus hijos Gerlin y Jeyson.
Entre las divergencias, naturales diferencias y normales contradicciones, desde la realidad de la familia Tomás podemos soñar con una mejor humanidad.
A los Tomás y a las demás familias como ellos, en los Fortunato, González, Polanco y Durán, así como otras tantas familias dominicanas en el exterior, que presentan ante el mundo verdaderos ejemplos de vida de nuestra Patria Grande , a la víspera del 2016, nuestro más elevado homenaje y sincero reconocimiento.