El año termina con cinco millones de afiliados sin la debida protección de las autoridades. La falta de iniciativa del CNSS contribuye a enriquecer a los aseguradores y proveedores y a empobrecer a los cotizantes. Esperamos que en el 2015 el CNSS recupere su liderazgo e incline la balanza hacia los beneficiarios
A pesar de algunos logros cuantitativos, el 2014 será recordado como el año en que los afiliados han tenido menos protección de las autoridades. En sentido general, el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), órgano rector del SDSS, no ha estado a la altura del mandato de la Ley 87-01, ni de las necesidades de más de cinco millones de dominicanos afiliados.
La pasividad del CNSS ha contagiado a las demás entidades supervisoras y administrativas del Sistema, con honrosas excepciones. La falta de iniciativa, que raya en la irresponsabilidad, acentuado la percepción de amplios sectores de la opinión pública y de organizaciones profesionales y populares, de que los mayores beneficiarios del nuevo sistema han sido los aseguradores y proveedores, y no los afiliados, contraviniendo claramente la Ley 87-01.
La falta de voluntad política y la pérdida de liderazgo, propician iniciativas que, si bien expresan sensibilidad y solidaridad con la población insatisfecha, erosionan la autoridad del CNSS y no garantizan el necesario equilibrio financiero del Seguro Familiar de Salud (SFS). Son muchas las reformas pendientes y los problemas que los afiliados y la opinión pública esperan soluciones adecuadas y oportunas de las autoridades de la Seguridad Social.
Hace más de un año, la Cámara de Diputados aprobó la reducción a un 15% de la comisión que reciben las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), pero la iniciativa perimió en el Senado, a pesar de que la SIPEN, medios de comunicación y consultores calificaron las ganancias como exorbitantes. Este “olvido” legislativo, con daños irreparables sobre el monto de las pensiones que recibirán los trabajadores asalariados, fue estimado en más de 1,131.6 millones al año, sin que el CNSS se interesara en el tema, ni tomara alguna iniciativa.
Uno de los reclamos más resonados, fue el de los afiliados de ingreso tardío al Régimen Previsional. En este caso, miles de afiliados que cumplieron la edad de retiro solicitaron la devolución de su fondo por considerarlo insuficiente para una pensión. Luego de una larga espera sin ser atendidos, tuvieron que quejarse públicamente, e iniciar una campaña sostenida durante muchas semanas a través de varios medios de comunicación hasta que, por fin, lograron una salida satisfactoria, a costa de la eficiencia y la credibilidad del CNSS.
Hace unas semanas, a iniciativa de Wellington Arnaud Bisonó, la Cámara de Diputados aprobó a unanimidad una Resolución expresando su preocupación sobre los problemas que aquejan al sistema de salud y a la Seguridad Social. La misma dispuso la convocatoria a un “dialogo multisectorial”, y ya las Comisiones de Salud y de Seguridad Social convocaron a los sectores involucrados. Otra pérdida de iniciativa y liderazgo del CNSS.
Además, a propuesta de los diputados Ramón Durán y Fabio Vargas, la Cámara baja aprobó otra resolución para elevar de 3,000 a 10,000 pesos la cobertura de las medicinas y medicamentos para los afiliados al Régimen Contributivo la cual, sin iniciar las reformas pendientes, podría agudizar el déficit financiero. Tenemos que valorar estas iniciativas, aunque cuestionan la autoridad del CNSS, pues ya era tiempo de que alguna entidad nacional escuche los reclamos de la población y se interese por su pronta solución.
Hace apenas dos semanas la opinión pública se hizo eco de nuestra denuncia de que en el 2013 los copagos ilegales ascendieron a 21,752.0 millones, 2.6 veces más que la contribución legal de los afiliados, lo que constituye una barrera al acceso a los servicios y una distorsión del objetivo de la Ley de reducir el gasto de bolsillo. La misma generó decenas de comentarios y dos editoriales de periódicos de circulación nacional, sin que las autoridades anunciaran alguna medida en defensa de los afiliados.
Ojalá las autoridades nacionales decidan activar al CNSS para recuperar su autoridad y credibilidad ya que, lo peor que podría pasar es que los problemas se acumulen, se pierdan las esperanzas de soluciones institucionales y oportunas, y surja cualquier cantidad de iniciativas al margen del órgano rector del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS).
Al concluir los mensajes de este año, abrigamos la esperanza de que el 2015 se inicie con una reactivación del CNSS a favor de los derechos de los afiliados, y se impulsen las reformas estructurales pendientes, previstas en la Ley 87-01 para garantizar la sostenibilidad del SDSS.