El gobierno ha ganado el favor de la opinión pública al asignar el reclamado 4% para la educación, en cumplimiento de la ley. Aunque el deterioro de tan importante sector no podrá ser superado en el lapso de un período gubernamental. La importancia y atención a este sector debe constituirse en una prioridad permanente como motor del desarrollo sostenible y la construcción a largo de una nación prospera. Y con ello revertir los malos índices que nos colocan en los peores lugares del mundo, conforme a las evaluaciones internacionales.
Los sectores de la sociedad, que aunaron esfuerzos para lograr que se cumpliera con lo que dispone la ley 66-97, deben ahora estar alerta para lograr que se cumpla con tan importante meta. Y, para que no se busquen algunas excusas, que justifiquen la reducción de dicho porcentaje, aduciendo que es mucho dinero en manos de los “enemigos” del gobierno, o que quienes estaban llamados a su ejecución, no estaban preparados para aplicarlos de manera efectiva. De ahí que, concomitantemente con la ejecución de obras físicas, sea igualmente prioritario fortalecer la formación de los recursos humanos.
Hay dos grandes temas a atacar en la calamitosa situación de nuestra educación: 1) las infraestructuras físicas, mejorarlas es una meta alcanzable en cuatro años, pues construirlas, mejorarlas y evaluarlas es un proceso lineal, que además genera empleos locales y pueden ser inauguradas, para fines de opinión pública y 2) El mejoramiento de los recursos humanos, descuidado por años, representa el principal desafío y es allí donde residen los mayores escollos que hay que superar para llevar la educación pública a niveles competitivos conforme demandan los nuevos tiempos.
Corregir las deficiencias en el cuerpo profesoral, administrativo, organizacional y sindical, es una ardua tarea que requiere, además de la voluntad y decisión política, el apoyo y compromiso de todos los sectores de la vida nacional.
Considero que, la mega meta de la Administración del Presidente Danilo Medina, debe ser que los padres de familia tengamos la opción de enviar a nuestros hijos al sistema de enseñanza pública porque el mismo compita o sea comparable al sistema de enseñanza privado. Quién pueda y quiera pagar para enviar sus hijos a los colegios privados que lo haga, eso siempre será así, pero quien no pueda, que tenga confianza en la educación impartida en las escuelas pública.
Presidente Danilo Medina, no permitas que la asignación del 4% a la educación contribuya a “prostituir” más lo que ya existe, sino para mejorar y superar las realidades que nos colocan en los últimos lugares, comparados con otros países de la región, en materia educativa al tiempo de solicitarle que su gobierno mantenga y sostenga en su agenda presupuestaria, no solo el 4% y un poco más, como un compromiso con las presentes y futuras generaciones.