Empieza el año. Es un momento propicio para subirse a este tren, generalmente poco concurrido, y pensar en el mañana que queremos y las vías mediante las cuales debemos construirlo.  Este aire de futuro, paradójicamente, me remite al pasado y recuerdo muchas que están escritas desde hace años, me refiero a  las diez aspiraciones que, a mi juicio, deberían concentrar nuestra atención como actores del sector vivienda y como Estado, a corto y mediano plazo. Tocó, pues, desempolvar  algunas notas, que mantienen su vigencia intacta y agregar otras. Veámoslas en un orden que no está necesariamente asociado a su importancia:

  1. Educar al sector  y consensuar con las autoridades el buen funcionamiento de la  Ley contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo (No. 155-17).
  2. Incentivar la educación de trabajadores en el INFOTEP y la creación de un Centro Nacional de Capacitación para Trabajadores de la Construcción.
  3. Fomentar la libre competencia en todo el mercado de suministro de materiales para la construcción, para asi mejor la calidad, el servicio y los precios.
  4. Establecer tasa cero de ITBIS , en vez de exenciones, para las viviendas. Que el ITBIS pagado en la construcción de la vivienda sea compensado o devuelto a los adquirientes independientemente del tipo de vivienda de que se trate.
  5. Modificar la legislación actual del inquilinato.  Es una ley que data año1959 y representa una retranca para el desarrollo del sector.
  6. Reducir la burocracia. Supone consensuar en el Ministerio de Obras Públicas (MOPC) los reglamentos de construcción, avanzar en la agilización de la obtención de los permisos, crear la ventanilla única de aprobación para todos los proyectos de viviendas, autorizar la utilización de supervisión privada dirigidas por MOPC y el inicio de lo que algunos hemos llamado Gestoría Urbana (una especie de la Curaduría Urbana Colombina) en donde se tercerice la aprobación de los permisos de construcción.
  7. Crear y/o actualizar acorde con  las nuevas realizadas del país,  las normativas territoriales en todos los municipios de la nación.
  8. Modificar algunos aspectos de la actual legislación laboral y crear la mesa de conciliación, evitando los abogados “caza casos”.
  9. Seguir facilitando el ingreso de trabajadores móviles al Sistema de la  Seguridad Social y fomentar la transformación del mal llamado Fondo de Pensiones de los Trabajadores de la Construcción (FOPETCON) a una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP).
  10. Por último, y más importante aún, crear una política nacional de vivienda a través de la aprobación de una ley de vivienda y la implementación de planes decenales que incluyan iniciativas como: la creación de subsidios de tasas en préstamos de largo plazo para las familias más desposeídas, bonos tierras, planes de viviendas sociales en arrendamiento, usufructo o propiedad, la construcción de urbanizaciones para jubilados del mundo, entre otras.

Está de más mencionar la necesidad de seguir mejorando la cantidad y la calidad de las estadísticas sobre el sector, que ha sido una materia que nos ha ocupado en las entregas anteriores de esta columna, y cuyos pasos de avance hemos valorado.

Como vemos, la lista es larga y las tareas requeridas suponen de mucho esfuerzo, consciencia y voluntad, tanto del sector público como del privado. Hacer este diagnóstico es la parte más fácil del proceso, que puede ser tan largo como queramos.

También es verdad que con afán y acción esto puede pasar de ser una lista de aspiraciones a ser una agenda, un plan de trabajo del país. Y con esto volvemos al principio: empieza el año, es un momento propicio para subirse a este tren.