Fuente: La Vanguardia.com
La carta ha sido publicada también en la página web de uno de los firmantes, el doctor Lance M. Dodes, experto en adicciones y analista emérito de la Sociedad e Instituto Psicoanalítico de Boston y antiguo profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard:
“Al editor:
Charles M. Blow (columna, nytimes.com, 9 de febrero) describe la necesidad constante de Donald Trump de “machacar a la oposición”. Como profesionales de la salud mental, compartimos la preocupación de Blow.
El silencio de las organizaciones de salud mental del país se debe a un dictado autoimpuesto sobre la evaluación de figuras públicas (la Regla de Goldwater de 1973 de la Asociación Psiquiátrica Americana). Pero este silencio ha resultado en un fracaso para prestar nuestra experiencia a periodistas preocupados y miembros del Congreso en este momento crítico. Tememos que está en juego demasiado para permanecer en silencio.
El discurso y las acciones del señor Trump demuestran una incapacidad para tolerar opiniones diferentes de las suyas, lo que le lleva a reacciones de rabia. Sus palabras y conductas sugieren una profunda incapacidad para sentir empatía. Los individuos con estos rasgos distorsionan la realidad para adaptarla a su estado psicológico, atacando a los hechos y a quienes los transmiten (periodistas, científicos).
En un líder poderoso, es probable que estos ataques aumenten, ya que su mito personal de grandeza parece que se confirma. Creemos que la grave inestabilidad emocional indicada por el discurso y las acciones del señor Trump lo hace incapaz de servir con seguridad como presidente”.