Washington (EFE/Pedro Alonso).- El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, se negó a abandonar la carrera presidencial, en desafío a las múltiples voces de su partido que piden la dimisión por sus comentarios denigrantes sobre las mujeres.
"Hay cero posibilidades de que vaya a renunciar", afirmó Trump en una entrevista al periódico "The Wall Street Journal", en la que rechazó que su campaña esté "en crisis" y aseguró contar con un apoyo "increíble".
El escándalo, que estalló el viernes tras la emisión de un vídeo de 2005 con comentarios vulgares y lascivos del magnate sobre las mujeres, ha generado una enorme polémica en EEUU y ha desatado una tormenta política en el seno del Partido Republicano.
"Yo nunca me rindo, jamás", reiteró el multimillonario neoyorquino en la citada entrevista, después de publicar en su cuenta Twitter un mensaje que no parecía denotar la gravedad de la situación.
El magnate inmobiliario se jacta incluso de que su celebridad le permite abusar de las mujeres: "Cuando eres una estrella, te dejan hacer lo que quieras, puedes hacer lo que quieras (…). Agarrarlas por el coño. Puedes hacer de todo", llega a decirTrump en la grabación, publicada por el diario "The Washington Post".
"¡Ciertamente han sido unas 24 horas interesantes!", exclamaba el empresario en esa red social.
La controversia pone contra las cuerdas a Trump a justo un mes de las elecciones del 8 de noviembre para elegir al sustituto del demócrata Barack Obama al frente de la Presidencia.
Para más escarnio, el "bombazo", como llama la prensa estadounidense al polémico vídeo, copa las portadas de periódicos y noticieros en vísperas del segundo y crucial debate presidencial de este domingo entre el multimillonario y su rival demócrata, Hillary Clinton.
Tanto revuelo ha causado la cinta, que el caso ha eclipsado por completo la filtración el viernes, por parte de la web Wikileaks, de transcripciones de los controvertidos discursos pagados de Clinton, incluidos aquellos pronunciados ante ejecutivos de Wall Street.
En el vídeo, que recoge una charla de 2005 entre Trump y el presentador Billy Bush antes de aparecer en un programa televisivo, el empresario, que ese año se casó con su tercera esposa, Melania, utiliza un lenguaje muy vulgar para describir a las mujeres y detalla su fracasado intento de acostarse con una mujer casada.
El magnate inmobiliario se jacta incluso de que su celebridad le permite abusar de las mujeres: "Cuando eres una estrella, te dejan hacer lo que quieras, puedes hacer lo que quieras (…). Agarrarlas por el coño. Puedes hacer de todo", llega a decirTrump en la grabación, publicada por el diario "The Washington Post".
La revelación suscitó una avalancha de críticas (demócratas, pero sobre todo republicanas) y el empresario, que ya causó controversia otras veces con sus insultos a las mujeres, emitió un vídeo para pedir "disculpas" pasada la medianoche del viernes.
Sin embargo, la reacción de Trump no aplacó los ánimos de líderes republicanos como el presidente de la Cámara de Representantes de EEU U (tercer cargo político más importante del país), Paul Ryan, quien se declaró "indignado" y canceló la presencia del magnate en un mitin conjunto previsto para hoy en su estado de Wisconsin.
El presidente del Comité Nacional Republicano (secretariado del partido), Reince Priebus, y el líder de la mayoría conservadora en el Senado, Mitch McConnell, también condenaron el viernes las palabras de Trump con la divulgación de furiosos comunicados.
La crisis se complicó hoy con un alud de declaraciones de una veintena de legisladores republicanos, muchos de los cuales se juegan su cargo en las elecciones legislativas de noviembre, que exigieron la retirada del empresario de la carrera presidencial.
"No nos equivoquemos. Necesitamos un liderazgo conservador en la Casa Blanca. Urjo a Donald Trump a echarse a un lado y permitir al Partido Republicano proponer un candidato conservador como Mike Pence que pueda derrotar a Hillary Clinton", indicó el senador por Idaho Mike Crapo, en alusión al compañero de fórmula del empresario.
Pence, gobernador de Indiana y aspirante a la Vicepresidencia de EEUU, no tardó en pronunciarse sobre el caso, al declararse "ofendido" como "marido y padre" por los comentarios de Trump, si bien mantuvo su apoyo al candidato presidencial.
Como una bola de nieve que desciende sin freno por una montaña, el escándalo fue creciendo tanto a medida que avanzaba el sábado, que la esposa del magnate, Melania Trump, publicó un comunicado para pedir a los votantes que acepten las disculpas de su marido.
"Las palabras que mi marido usó son inaceptables y ofensivas para mí. Eso no representa al hombre que yo conozco", afirmó la ex modelo de origen esloveno.
"Él tiene el corazón y la mente de un líder. Espero que la gente acepte sus disculpas, como he hecho yo, y se centre en los asuntos importantes que afrontan nuestra nación y el mundo", agregó la esposa, con quien el empresario de los casinos tiene un hijo.
No es la primera vez que Trump, un candidato populista que nunca ha ocupado un cargo político, levanta una polvareda en la presente campaña presidencial que, en circunstancias normales, habría fulminado a un aspirante convencional.
Sin embargo, la crudeza del vídeo podría revertir ese tendencia, dada la ya elevada impopularidad de Trump entre un electorado clave como las mujeres, según las encuestas de intención de voto, en las que Clinton le saca una ventaja media de más de cuatro puntos.
Está por ver si el magnate sobrevive políticamente a este escándalo o -como aseguró hoy a la cadena CNN la activista republicana Crystal Wright- el vídeo puede convertirse en "la sentencia de muerte de su campaña". EFE