REDACCIÓN INTERNACIONAL.-El presidente Donald Trump dijo ayer que hay una gran posibilidad de que su cumbre con el líder norcoreano Kim Jong Un programada para el mes próximo en Singapur "no funcione" durante una reunión de la Oficina Oval con Moon Jae-in de Corea del Sur.

Altos funcionarios estadounidenses están preparados para viajar a Singapur para una reunión crucial de planificación este fin de semana con funcionarios norcoreanos. Su viaje se produce menos de dos semanas después de que una delegación norcoreana no se presentó a una reunión de planificación similar con funcionarios estadounidenses en el país isleño, un fracaso que levantó banderas rojas en la Casa Blanca, según personas familiarizadas con la situación.

Los miembros del equipo negociador de la Casa Blanca, que incluye al subjefe del Estado Mayor Joseph Hagin y la viceconsejera de seguridad nacional Mira Ricardel, tienen la intención de discutir con sus homólogos norcoreanos la agenda específica y la logística para la cumbre del 12 de junio en Singapur.

 “Trump no quiere parecer que desea esta cumbre más que Kim”, dijo Bonnie Glaser, analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington

Los norcoreanos han enviado señales a los funcionarios estadounidenses de que Kim está asustado por las preocupaciones logísticas, incluido garantizar que su avión pueda acceder a suficiente combustible para el vuelo de ida y vuelta de 6.000 millas y salvaguardar su seguridad mientras está en tierra en Singapur, según las personas familiarizadas con las deliberaciones. Entre otras cosas, a Kim supuestamente le preocupa que un viaje tan lejos de casa lo exponga a un golpe militar u otros intentos internos para derrocarlo", escribió The Washington Post.

“Hay una gran posibilidad (…) de que no funcionará. Y eso está bien”, dijo Trump a los periodistas. “Eso no significa que no funcionará durante un período de tiempo. Puede no funcionar para el 12 de junio. Sin embargo, hay muchas posibilidades de que tengamos la reunión”.

Trump dijo que si la reunión se llevará a cabo según lo programado se determinará “muy pronto”.

“Corea del Norte tiene la oportunidad de ser un gran país y creo que deberían aprovechar la oportunidad”, dijo.

La reunión de Moon y Trump

El propósito original de la reunión de Trump y Moon esta semana era afinar una estrategia conjunta para tratar con Kim. En cambio, se ha convertido en una sesión más de crisis después de que Pyongyang la semana pasada amenazara con retirarse de la cumbre planeada.

La Casa Blanca fue tomada por sorpresa cuando, en un dramático cambio de tono, Corea del Norte condenó los últimos simulacros de combate aéreos entre Estados Unidos y Corea del Sur, suspendió las conversaciones Norte-Sur y puso en duda la cumbre con Trump si Pyongyang fuera empujado hacia “un abandono nuclear unilateral”.

“Trump no quiere parecer que desea esta cumbre más que Kim”, dijo Bonnie Glaser, analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington.

Pero existe el criterio de que, si la cumbre se suspende o fracasa, sería un duro golpe para los seguidores de Trump que creen este sería el mayor logro diplomático de su presidencia, además de una gran decepción para el propio Presidente.