Miami, 22 nov (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, celebró hoy una teleconferencia con militares destinados en el extranjero para agradecerles su trabajo, pero acabó defendiendo a Arabia Saudí pese a la "atrocidad" del asesinato de Jamal Khashoggi y asegurando que en las caravanas de inmigrantes hay "delincuentes".
"Si no tenemos fronteras, no tenemos país", recalcó Trump desde uno de los salones de su club privado Mar-a-Lago, en el sur de Florida, donde se encuentra desde este martes para pasar unos días de descanso con motivo del día de Acción de Gracias.
El presidente ensalzó en su conversación telefónica el "buen trabajo" hecho por los militares en Afganistán y otros países para que EE.UU. sea "seguro, fuerte y libre" pero se refirió también a la "increíble labor" de los soldados desplegados en la frontera con México.
En una rueda de prensa posterior habló de diferentes temas candentes incluidas las relaciones con Arabia Saudí tras el asesinato del periodista Khashoggi, las decisiones judiciales que frenan su política migratoria y la frontera con México, que advirtió que puede llegar a cerrar si "no hay control" del otro lado.
Aunque definió el asesinato de Khashoggi como una "atrocidad", aseguró que la CIA (Central de Inteligencia) no ha llegado a "una conclusión" definitiva sobre las implicaciones y que el príncipe heredero Mohamed Bin Salmán niega "con vehemencia" tener relación alguna con su muerte.
Subrayó que Arabia Saudí es un "fuerte aliado" de Estados Unidos que además está haciendo de su parte por mantener los precios del petróleo bajos, algo que EE.UU. quiere.
Sobre la frontera con México insistió en que no va a permitir que nadie entre al país ilegalmente y aseguró que en las caravanas de inmigrantes hay "delincuentes tremendamente peligrosos". EFE