Brasilia, 30 may (EFE).- El exministro de Justicia brasileño Osmar Serraglio informó hoy de que no aceptará asumir la cartera de Transparencia, que le había sido ofrecida por el presidente Michel Temer en un enroque anunciado el pasado domingo por el Gobierno.
Con su decisión, que comunicó en una breve nota en la que no aclara los motivos, Serraglio obliga a Temer a buscar un nuevo ministro para la cartera de Transparencia, ocupada hasta ahora por Torquato Jardim, quien ha pasado a ser ministro de Justicia.
No obstante, la negativa de Serraglio, quien todavía no se había pronunciado sobre el enroque decidido por el presidente de Brasil, pudiera poner en peores aprietos al mandatario, salpicado por asuntos de corrupción que han llevado a la oposición y a parte del oficialismo a exigir su renuncia.
Serraglio informó de que retomará su escaño de diputado, hasta ahora ocupado por su suplente, Rodrigo Rocha Loures, implicado en el escándalo que mantiene cercado a Temer.
De ese modo, Rocha Loures perderá la inmunidad parlamentaria y los fueros, con lo que las investigaciones de que es objeto pasarán del Tribunal Supremo a la justicia ordinaria, en la que los procesos de corrupción tramitan con mucha más celeridad.
En ese caso, fuentes políticas temen que Rocha Loures se incline por suscribir un acuerdo de cooperación judicial, que pudiera poner en mayores problemas tanto a Temer como a su entorno más próximo.
Rocha Loures, un hombre de la mayor confianza del presidente, articuló una reunión que Temer tuvo en su residencia oficial con el empresario Joesley Batista, dueño del grupo JBS y que grabó la conversación que tuvo con el mandatario.
En los audios, entregados a la justicia, Batista relata diversas maniobras ilegales que realizaba en favor de su empresa tanto en el poder judicial como con algunos ministros, frente al silencio de Temer, que por momentos hasta llega a consentir con lo que escucha.
Por esa grabación, la Corte Suprema ha iniciado una investigación contra el mandatario por los presuntos delitos de corrupción pasiva, obstrucción a la justicia y asociación ilícita.
Batista y otros directivos de JBS, investigados en el marco de la trama corrupta que operó en la estatal Petrobras, también confesaron que sobornan al actual presidente desde 2010 a cambio de "favores" hechos desde el poder, y que en los últimos años financiaron en forma ilegal la actividad de 1.829 políticos de 28 partidos. EFE