Brasilia, 27 abr (EFE).- El presidente brasileño, Michel Temer, denunció hoy que la divulgación de informaciones que salpican a su familia en un escándalo de lavado de dinero mediante la compra de inmuebles es una "irresponsabilidad" y un "disparate" que solo busca desmoralizar a la Presidencia.
El jefe de Estado convocó a la prensa al Palacio presidencial de Planalto para, en un pronunciamiento inesperado, inédito, improvisado y en el que se mostró indignado y enojado, defender la "honra de su familia" ante las acusaciones de que lavó dinero procedente de sobornos con la compra de inmuebles a nombre de su esposa y de su hijo de 9 años y la reforma de una residencia de otra hija y de su suegra.
"Decidí salir a defenderme porque quiero invalidar lo que se divulgó hoy para intentar vulnerar la moralidad de la Presidencia de la República", afirmó. "Personas de mala fe están manipulando informaciones, haciendo ilaciones sin ninguna prueba y usando la prensa para alcanzar sus propósitos de afectar mi honra", agregó.
"Quiero protestar contra mentiras que son lanzadas contra mi honra. No se trata de mentiras dirigidas a mi posición funcional sino a mi honra personal. Y, peor aún, mentiras que afectan a mi familia y a mi hijo que tiene 9 años de edad", aseguró el jefe de Estado en una comparecencia ante la prensa en el Palacio presidencial de Planalto.
El presidente respondió así a una información publicada hoy por el diario Folha de Sao Paulo, que, a partir de supuestas filtraciones de policías responsables por una investigación contra Temer por corrupción, aseguró que los investigadores sospechan que el mandatario lavó dinero procedente de sobornos mediante compra de inmuebles a nombre de terceros que serían sus familiares.
"Se trata de una persecución criminal disfrazada de investigación. En lugar de indicios, le divulgan a la prensa ilaciones y suposiciones", afirmó. Esta no es la primera vez que Temer enfrenta en la Presidencia una investigación por corrupción ni la primera que responde a las acusaciones con un discurso indignado y en el que atribuye las denuncias a un complot contra su Gobierno
De acuerdo con el influyente diario, la Policía investiga si esos movimientos le sirvieron a Temer para esconder 2 millones de reales (unos 580.000 dólares) que supuestamente recibió de soborno a cambio de firmar un decreto que benefició a una empresa portuaria.
El gobernante aseguró que los investigadores, tras cinco meses de trabajo sin supuestamente haber encontrado indicios que lo comprometan con el soborno de la empresa portuaria, pidieron esta semana prolongar las investigaciones otros dos meses porque "quieren dejar al presidente en una situación incómoda institucionalmente".
Pero la Policía Federal, en la petición que hizo ante la Corte Suprema, explicó que necesita de más días para poder concluir el análisis de los extractos bancarios del mandatario, a los que solo tuvo acceso recientemente tras autorización de un magistrado.
Los investigadores también pidieron un plazo mayor para poder interrogar a familiares del mandatario que supuestamente se beneficiaron de las irregularidades, como Maristela Temer, hija del presidente y cuya residencia fue objeto de una millonaria reforma que un amigo del gobernante supuestamente pagó con dinero en efectivo.
A finales de marzo la Policía detuvo a tres amigos del presidente, incluso el que al parecer pagó la reforma, y que son acusados de haber intermediado en la entrega del soborno.
Temer aclaró en su pronunciamiento que, como defensor de la libertad de prensa, no culpa a un diario por publicar informaciones que recibe de fuentes que consideran fidedignas, pero sí quiere saber quién "filtra esos datos irresponsablemente a la prensa" y dijo que pedirá una investigación a su Ministerio de Seguridad.
"Se trata de una persecución criminal disfrazada de investigación. En lugar de indicios, le divulgan a la prensa ilaciones y suposiciones", afirmó.
Esta no es la primera vez que Temer enfrenta en la Presidencia una investigación por corrupción ni la primera que responde a las acusaciones con un discurso indignado y en el que atribuye las denuncias a un complot contra su Gobierno.
El jefe de Estado fue denunciado dos veces por la Fiscalía el año pasado por corrupción y asociación ilícita pero se salvó de ser enjuiciado debido a que la Cámara de Diputados no autorizó a la Corte Suprema a proseguir con el proceso.
Temer, cuya popularidad no supera el 6 %, enfrenta el nuevo escándalo en momentos en que evalúa la posibilidad de intentar permanecer en el cargo como candidato en las elecciones presidenciales de octubre próximo.
Pero las denuncias pueden llevar a la Fiscalía a presentar una nueva denuncia en su contra y a obligar al Congreso a pronunciarse nuevamente sobre la acusación en momentos en que muchos de los parlamentarios estarán más interesados en sus campañas electorales.
Para poder salir a defenderse, Temer tuvo que modificar su agenda poco antes de recibir en Planalto al presidente chileno, Sebastián Piñera, en su primera visita oficial a Brasil.
"Al hacer esta declaración me voy más tranquilo al encuentro con el presidente Piñera", admitió el mandatario. EFE