Los demócratas no logran ponerse de acuerdo sobre si le están poniendo una trampa al Partido Republicano sobre la respuesta del presidente Donald Trump a la violenta manifestación de los supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, o la posibilidad de caer ellos en uno diseñado por los republicanos.
Los demócratas están presionando por los votos en la lucha contra el terrorismo interno y los crímenes de odio, así como otras medidas destinadas a empujar a los republicanos a repudiar a Trump. Sin embargo, algunos estrategas advierten que los demócratas deben tener cuidado con hasta qué punto entran en un debate pleno sobre la política de identidad −particularmente, uno centrado en las estatuas de confederados que corre el riesgo de dividir al electorado.
Los republicanos −dicen ellos− pueden estar tratando de incitar a los demócratas a hablar de temas candentes que activan la base del Partido Republicano más de lo que energizan a los votantes liberales.
Estos encuestadores demócratas y elaboradores de mensajes dicen que seguir concentrados en la afirmación de Trump de que "muchas partes" fueron culpables en Charlottesville es más productivo que seguir con el tema de se derriban monumentos confederados, en la mayoría de los casos.
Además, ahí está el exjefe de estrategas de Trump, Steve Bannon, quien dice que sus rivales pierden siempre que se enfocan en la política racial.
La cuestión de cómo abordar el asunto de los monumentos confederados en el Capitolio parecía dividir inicialmente a los dos principales congresistas demócratas. El líder de la minoría de la Cámara, Nancy Pelosi, de California, hizo un llamamiento para eliminarlos, mientras que el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, de Nueva York, restó importancia a la cuestión, mientras acusaba a Trump y a Bannon de "intentar desviar la atención" de sus posiciones sobre los grupos supremacistas blancos .
“¿Que si veo el desarrollo de un debate acerca de los monumentos en 2018?”, comentó Jesse Ferguson, un estratega demócrata y exayudante del ala de la campaña de los Demócratas de la Cámara. “¿Si veo el debate más amplio sobre un gobierno que abraza y defiende a los supremacistas blancos como un problema en los suburbios, en (las elecciones de) 2018? Con toda seguridad”.