REDACCIÓN INERNACIONAL.-Rusia le advirtió al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que mantenga al ejército estadounidense alejado de Venezuela, un aliado cercano del Kremlin, o correría el riesgo de una "catástrofe".
El nuevo líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, se declaró presidente interino el miércoles y de inmediato obtuvo el respaldo de Washington.
Ese mismo día, Nicolás Maduro dio a los diplomáticos estadounidenses 72 horas para salir de Caracas, sin embargo, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo que el gobierno de Trump no aceptaría esa demanda. Además, advirtió a los militares venezolanos que protejan al personal de los Estados Unidos o amenazó que el país enfrentaría "acciones apropiadas".
Rusia, que ha invertido mucho en la industria petrolera de Venezuela y les ha brindado apoyo a sus fuerzas armadas, advirtió a Washington contra la intervención militar y dijo que protegería la soberanía del país.
"Una injerencia extranjera destructora (…) es inaceptable. Ello es una vía directa hacia la anarquía y el baño de sangre", dijo el ministerio ruso de Relaciones Exteriores
Nicolas Maduro, quien ha gobernado a Venezuela desde 2013, decidió de inmediato romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos. El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, dijo que Moscú apoya a Maduro y advirtió directamente a Estados Unidos contra una intervención militar.
"Consideramos que ese sería un escenario catastrófico que sacudirá los cimientos del modelo de desarrollo que vemos en América Latina", dijo Ryabkov. "Venezuela es amistosa con nosotros y es nuestro socio estratégico (…) Los hemos apoyado y los apoyaremos".
"Una injerencia extranjera destructora (…) es inaceptable. Ello es una vía directa hacia la anarquía y el baño de sangre", dijo el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.
"Vemos en las acciones descaradas de Washington una nueva demostración de la ignorancia total de normas y principios del derecho internacional", añade el ministerio, refiriéndose al apoyo abierto de Estados Unidos al autoproclamado presidente interino de Venezuela, el opositor Juan Guaidó.
"Exhortamos a los políticos venezolanos razonables opuestos al gobierno legítimo de Maduro, a que no se conviertan en peones de una partida de ajedrez extranjera", continuó el comunicado.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, también comunicó que la interferencia externa en el país era "inaceptable" y que la posibilidad de una intervención militar de EE. UU. es muy peligrosa.
Otras reacciones
Guaidó se ganó el respaldo diplomático de Estados Unidos, Canadá y una mayoría de los gobiernos latinoamericanos de derechas el miércoles después de declararse a sí mismo como líder ante los entusiastas partidarios que abarrotaban las calles de Caracas con la esperanza de un cambio.
El ingeniero industrial de 35 años, desconocido hasta hace unos días, catapultado casi de la noche a la mañana a líder nacional, ha prometido elecciones libres y justas, un gobierno de transición para reactivar la economía plagada de hiperinflación y una amnistía para los oficiales militares si ayudan a expulsar a Maduro del poder.
La Unión Europea dijo que la voluntad democrática de los venezolanos "no puede ser ignorada" y pidió que se respeten los "derechos civiles, la libertad y la seguridad" de Guaidó, pero no llegó a reconocerlo como líder.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió este jueves una investigación "transparente e independiente" sobre los incidentes en Venezuela, en particular en relación con las víctimas que se estarían produciendo.
Instó a todos los actores a "disminuir las tensiones", hacer todo lo posible para prevenir la violencia y evitar cualquier escalada, según una declaración emitida en Davos (Suiza), donde Guterres pronunciará un discurso en el Foro Económico Mundial.
Al menos 13 personas habrían muerto en las últimas horas en las protestas antigubernamentales que sacuden Venezuela, según la ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).
Guterres también urgió a que todas las partes involucradas en los acontecimientos en Venezuela se comprometan en un diálogo político que sea "inclusivo y creíble".
El objetivo, agregó, es que se aborde la prolongada crisis que sufre el país de un modo en que se respeten plenamente el Estado de derecho y los derechos humanos.