Brasilia, Brasil (EFE/Alba Santandreu).- El Partido de los Trabajadores (PT) es consciente de que será "difícil" evitar la destitución de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, pero mantiene la "esperanza" en la recta final del juicio político, dijo en una entrevista a Efe la senadora Fátima Bezerra.

"Nada está perdido", sostuvo.

La senadora es una de las más fieles escuderas de la mandataria en la Cámara alta y junto con sus colegas, Gleisi Hoffmann y Vanessa Grazziotin, ha comandado en los últimos meses la línea de frente de la defensa de Dilma Rousseff en el Senado.

Bezerra, legisladora del izquierdista PT por el estado de Río Grande do Norte, cree que las fuerzas de izquierda no pueden "perder la esperanza", a pesar de que el cerco contra Rousseff parece prácticamente cerrado.

El último testigo presentado por la defensa fue el exministro de Hacienda Nelson Barbosa, quien insistió en unos argumentos ya esgrimidos anteriormente y que no convencieron a la mayoría de los senadores, que ahora esperan la presencia en persona de Rousseff.

"Es difícil. La correlación de fuerzas políticas en un parlamento con perfil conservador es desafiante, pero no podemos perder la esperanza. Es una infamia querer sobrepasar un mandato legitimado por las urnas", señaló.

Insistió en que el proceso de destitución contra la presidenta, separada del poder desde el pasado 12 de mayo, es un "golpe" y una "violación a la Constitución" que "desprecia la soberanía popular".

La senadora se mostró convencida que los argumentos de los testimonios de la defensa, que concluyeron la víspera, "dieron más consistencia a la tesis" de que Rousseff es "inocente" y no "cometió ningún delito".

El último testigo presentado por la defensa fue el exministro de Hacienda Nelson Barbosa, quien insistió en unos argumentos ya esgrimidos anteriormente y que no convencieron a la mayoría de los senadores, que ahora esperan la presencia en persona de Rousseff.

Bezerra consideró que la intervención de la mandataria en el Senado, prevista para el lunes, será un "momento político muy importante" para la historia de Brasil.

"Es una decisión con mucho coraje y revela cada vez más que ella es consciente de su inocencia. No tiene nada que temer, está preparada para decirle a Brasil que ella es víctima y no reo de este proceso", resaltó Bezerra.

"Ella y la democracia son víctimas de una gran injusticia", añadió.

Comentó también la presencia prevista del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en el Senado, el antecesor y padrino político de Rousseff, quien espera acompañarla en el juicio junto con algunos de los exministros y hombres fuertes de la presidenta.

"Su presencia es muy importante, es un acto de solidaridad", sostuvo.

También está previsto que se concentren a las puertas del Senado integrantes de movimientos sociales y simpatizantes de Rousseff, cuya movilización hasta el momento ha sido escasa en medio del proceso de destitución de la presidenta

La senadora desmintió cualquier tipo de distanciamiento entre el PT y Rousseff y subrayó que el partido, que puede pasar la próxima semana definitivamente a la oposición después de trece años de Gobierno, "está firmemente al lado de la presidenta".

Reconoció, no obstante, que el PT tiene "muchos desafíos", entre ellos la reforma del sistema político electoral que, según ella, llevó a integrantes de su propio partido a adoptar prácticas que ellos mismos condenan.

El PT se ha visto salpicado por la corrupción de la petrolera estatal Petrobras, varios de sus integrantes han sido arrestados, un extesorero fue condenado y otros muchos están siendo investigados, entre ellos Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010.

Rousseff, sin embargo, "no cometió ningún desvío desde el punto de vista ético y moral", según Bezerra, quien la consideró víctima de un "proceso perverso y cruel".

"Dilma no es una mujer cualquiera, no tiene una biografía cualquiera. Ella arriesgó su propia vida para enfrentar a la dictadura militar, contribuyó de manera especial para la conquista de la democracia", sostuvo.

Pero, ahora, "por ironía de la vida", "está delante de un tribunal de excepción comandado por los adversarios de la democracia", concluyó Bezerra. EFE