Brasilia, Brasil, 3 oct (EFE).- El presidente brasileño, Michel Temer, acusado de corrupción por la Fiscalía General, afirmó hoy que sabrá "lidiar con una denuncia inepta", sobre la cual insistió en que solo se apoya en declaraciones de "criminales que quieren parar al país".
El mandatario se pronunció en esos términos en unos mensajes que difundió en las redes sociales hoy, en vísperas de que sus abogados entreguen su defensa a la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados, en la que se tramita la denuncia de la Fiscalía.
Temer manifestó también que "Brasil no será pautado por la irresponsabilidad y la falta de compromiso de alguien que se perdió en sus propias ambiciones", en una aparente alusión al exfiscal general Rodrigo Janot, quien formuló las denuncias antes concluir su período en ese cargo, el pasado 18 de septiembre.
Janot acusó a Temer de obstrucción a la justicia y asociación ilícita sobre la base de unos testimonios dados por ejecutivos del grupo JBS que afirmaron, en el marco de un acuerdo de cooperación judicial, que sobornan al mandatario desde 2010 a cambio de favores políticos.
Por imperativos de la Constitución brasileña, la Corte Suprema solo puede abrir un juicio penal contra un gobernante en ejercicio del poder si así lo avala una mayoría de dos tercios del pleno de la Cámara de Diputados, que representan 342 votos.
En esas declaraciones, se asegura que Temer siguió recibiendo comisiones ilegales por facilitar los negocios del grupo cárnico aún después que asumió el poder, en mayo del año pasado, una vez que comenzó el proceso que acabó con la destitución de Dilma Rousseff.
La propia Fiscalía anuló el acuerdo con JBS tras comprobar que sus ejecutivos habían ocultado información o aportado datos falsos, aunque aún así sostuvo que las supuestas pruebas obtenidas contra el presidente mantienen su valor legal.
Temer ha contestado esa tesis y asegurado que los testimonios de los dueños de JBS, a quienes hoy volvió a tildar de "criminales", no pueden ser usados para justificar un proceso que ha llegado a calificar de "conspiración".
Por imperativos de la Constitución brasileña, la Corte Suprema solo puede abrir un juicio penal contra un gobernante en ejercicio del poder si así lo avala una mayoría de dos tercios del pleno de la Cámara de Diputados, que representan 342 votos.
El asunto tramita ahora en la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara baja, que este miércoles recibirá la defensa del gobernante para luego redactar un informe sobre el caso que será remitido al pleno del organismo legislativo.
Los testimonios de los dueños del grupo JBS sirvieron como base para una primera denuncia contra Temer por corrupción pasiva que fue negada en agosto pasado por la mayoría de los diputados, entre los que el oficialismo conserva una clara mayoría. EFE