Restricciones, operaciones militares y otras medidas tomadas en Cisjordania por Israel durante los 20 años transcurridos desde el inicio de la Segunda Intifada (2000) han supuesto pérdidas para el pueblo palestino de 57.700 millones de dólares, revela un informe de Naciones Unidas.

El informe de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), que cubre el periodo 2000-2019, concluye que el endurecimiento de las restricciones israelíes en Cisjordania produjo una drástica caída del nivel de vida, y que los segmentos más pobres de la población fueron los más afectados.

El impacto de las actuaciones israelíes en ese territorio también se ve reflejado en las tasa de pobreza y desempleo, afirma UNCTAD, para advertir que hasta que no se ponga fin a la ocupación israelí se seguirá frenando el desarrollo económico palestino.

Los expertos del organismo calcularon que sin las restricciones el PIB per cápita de Cisjordania en 2019 sería un 44% superior a su valor real (4.823 dólares).

En los últimos 20 años, añade el informe, Cisjordania ha experimentado un crecimiento continuado de las tasas de desempleo, que rondaron el 18% entre 2007 y 2019.

La incapacidad de generar empleo en la región obligó a muchos palestinos a buscar trabajo en Israel y en sus asentamientos, lo que no obstante evitó que Cisjordania no llegara a registrar tasas de paro tan altas como las de la Franja de Gaza, del 39,8% entre 2007 y 2019.

El informe se suma a investigaciones anteriores sobre el coste económico de la ocupación, realizadas en respuesta a siete resoluciones de la Asamblea General de la ONU adoptadas entre 2014 y 2020, en las que se pedía a la UNCTAD que evaluara e informara sobre el coste económico de la ocupación israelí para el pueblo palestino.

"Es necesario eliminar las restricciones de movilidad en los territorios ocupados y que se restituya la contigüidad de Palestina mediante la reconexión de Jerusalén Este, Cisjordania y la Franja de Gaza", expresó al comentar el informe el coordinador de asistencia para el pueblo palestino de la UNCTAD, Mahmud Elkhafif.

Además, exigió que se permita a los sectores público y privado palestinos establecer y explotar empresas agrícolas, industriales, comerciales y mineras en la zona C, correspondiente a más del 60% de la superficie de Cisjordania.