Washington, 17 ene (EFE).- El presidente de EEUU, Barack Obama, conmutó hoy la sentencia del independentista puertorriqueño Oscar López Rivera, quien llevaba 35 años en prisión por conspiración para derrocar al Gobierno estadounidense, una larga condena que le convirtió en un héroe para muchos en Puerto Rico y en Latinoamérica.

Después de negarse a aceptar el perdón que le concedió en 1999 el entonces presidente estadounidense Bill Clinton, el famoso preso boricua, de 74 años, tuvo una segunda oportunidad con la conmutación concedida por Obama, que le permitirá salir el próximo 17 de mayo de la prisión en la que se encuentra en Terre Haute (Indiana).

"Oscar está muy agradecido del amor del pueblo de Puerto Rico, de Estados Unidos y de todo el mundo que lleva luchando tantos años para conseguir su liberación", aseguró hoy a Efe la abogada de López Rivera, Jan Susler, tras conversar con el preso en la cárcel.

"Suerte que el presidente tuvo la sabiduría de devolverle por fin a Puerto Rico su hijo", añadió Susler, quien dijo que el activista puertorriqueño quiere volver "a su nación, con su gente" en la isla caribeña en cuanto se le permita abandonar la prisión.

La decisión de Obama se produce tres días antes de cederle el poder a Donald Trump y después de una larga campaña de presión a favor de la liberación de López Rivera que estuvo respaldada por numerosos famosos, entre ellos el exaspirante presidencial demócrata Bernie Sanders y el premio Nobel de la Paz sudafricano Desmond Tutu.

Barack Obama
Barack Obama

También habían pedido su liberación el cantante Ricky Martin, el grupo musical Calle 13, el creador del exitoso musical "Hamilton" Lin-Manuel Miranda y el expresidente estadounidense Jimmy Carter.

"Teniendo en cuenta el tiempo que lleva en prisión y su edad, el presidente (Obama) determinó que (López Rivera) ya había pasado el tiempo suficiente en prisión, aunque el presidente cree que los crímenes que cometió fueron graves", explicó a los periodistas un alto responsable de la Casa Blanca, que pidió el anonimato.

López Rivera se sumó en 1976 a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), una formación que en la década de 1970 cometió actos de sabotaje para favorecer la independencia de Puerto Rico, en especial en el área de Chicago, y a la que se le atribuyen cuatro muertes y ataques con explosivos.

Aunque él no cometió ningún delito de sangre, fue detenido en 1981 y sentenciado a 55 años de cárcel por los cargos de conspiración sediciosa contra el Gobierno estadounidense, uso de la fuerza en robo, transporte de armas y de explosivos con la intención de destruir propiedad gubernamental.

A su condena se añadieron otros 15 años en 1991 por un intento de fuga, y en 1999 se negó a aceptar el indulto que le concedió el entonces presidente Clinton, por considerar que no debía aceptarlo mientras no se extendiera también a otros dos de sus compañeros presos por formar parte del FALN.

"Ahora, él es el único miembro de FALN que sigue estando en prisión", explicó la fuente de la Casa Blanca en una conferencia de prensa telefónica.

"Dado que López Rivera tiene más de 70 años, es probable que, si no se le hubiera concedido la conmutación, hubiera pasado el resto de su vida entre rejas. El presidente (Obama) cree que sus 35 años en prisión fueron el castigo adecuado por los crímenes que cometió", afirmó otro funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato.

De no haber habido conmutación, la condena de López Rivera habría expirado en 2023, cuando el prisionero tuviera 80 años de edad.

La clemencia para López Rivera fue acogida con muestras de júbilo por parte de quienes habían solicitado su liberación y suscitó pocas reacciones en el Congreso estadounidense, más centrado en otra conmutación anunciada por Obama: la concedida a la exsoldado Chelsea Manning, quien en 2010 filtró documentos secretos a WikiLeaks.

"Me encantaría estar con todos los puertorriqueños en Chicago AHORA MISMO", escribió Lin-Manuel Miranda en su cuenta de Twitter.

El dramaturgo y actor de origen puertorriqueño, creador del famoso musical "Hamilton", aseguró que invitará a López Rivera a la representación de esa obra en Chicago cuando salga de prisión y que interpretará al protagonista, el estadista estadounidense Alexander Hamilton, "cuando él acuda" a ver la actuación.

"Aprecio que @POTUS (Obama) haya escuchado a los puertorriqueños y a la gente de todo el mundo que cree que Oscar López Rivera merece una oportunidad de disfrutar de su libertad", escribió, por su parte, el senador Bernie Sanders en su cuenta de Twitter.

También celebró su liberación el presidente venezolano, Nicolás Maduro, así como varios legisladores hispanos del Congreso, entre ellos los congresistas demócratas de origen puertorriqueño Luis Gutiérrez, Nydia Velázquez y José Serrano.

"Liberar a Óscar López Rivera para que vuelva a su tierra natal y a su pueblo es un paso hacia la paz y la reconciliación y está siendo celebrado por los puertorriqueños de todas las franjas políticas, clases, colores y lugares. Él es un héroe nacional", dijo Gutiérrez. EFE

Obama conmuta la pena a Chelsea Manning, la primera gran fuente de Wikileaks

Chelsea Manning
Chelsea Manning


Washington, 17 ene (EFE/Jairo Mejía).- El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció este martes la conmutación de la pena a la exsoldado Chelsea Manning, quien en 2010 filtró un número récord de documentos secretos a WikiLeaks mientras era analista de inteligencia militar.

Manning, que se llamaba Bradley y comenzó un tratamiento de cambio de sexo para ser mujer en su cárcel militar de Kansas, donde intentó suicidarse en dos ocasiones, había sido condenada a 35 años de prisión, pero será liberada el próximo 17 de mayo tras siete años privada de libertad.

La liberación de Manning fue anunciada a tres días de que Obama abandone la Presidencia en una lista de 209 conmutaciones y 64 perdones, que incluyen también al general James Cartwright, acusado de mentir al FBI sobre filtraciones de información del acuerdo nuclear con Irán, y Óscar López Rivera, independentista puertorriqueño que ha pasado 35 años tras las rejas acusado de sedición.

"El presidente cree en las segundas oportunidades", aseguró hoy una fuente de la Casa Blanca, que recordó que Obama tiene el récord histórico de conmutaciones (1.385) y perdones (212) de condenados que en muchos caso lo eran a cadena perpetua.

En total, Manning habrá pasado casi cuatro años en la prisión militar de Fort Leavenworth (Kansas), en un régimen carcelario que, según miembros de su red de apoyo, le habría acabado llevando al suicidio, tras dos intentos infructuosos.

Además, Manning estuvo encarcelado hasta su juicio y pasó primero por las celdas de una prisión en Quantico (Virginia), donde se le sometió a una dura vigilancia que fue considerada ilegal y sirvió para que se mitigara su condena.

En declaraciones a Efe, Philip Crowley, un funcionario y portavoz del Departamento de Estado que dimitió por el trato a Manning, aseguró que la decisión de Obama es "equilibrada", ya que las circunstancias del caso no requerían que la exsoldado cumpliera toda su condena íntegra.

Cuando comenzaron a conocerse las filtraciones de Wikileaks, el Gobierno estadounidense aseguró que la información ponía en peligro la vida de confidentes, agentes de inteligencia y suponía un gran golpe para la capacidad de Washington de realizar su diplomacia.

Fuentes del Ejecutivo estadounidense recordaron hoy que el impacto de las filtraciones fue "muy grave y negativo para nuestra seguridad nacional", pero Manning mostró "remordimiento y reconoció su responsabilidad", algo que parece haber sido esencial para conmutar la mayor parte de su condena.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, aseguró hoy que el perdón a Manning es "escandaloso", ya que puso vidas de estadounidenses en peligros y la conmutación de Obama crea "un peligroso precedente" que manda el mensaje de que "los que comprometen la seguridad nacional no rendirán cuentas".

El senador republicano Tom Cotton aseguró que Estados Unidos no debe "tratar como mártires a traidores", mientras que el también senador John McCain dijo que el "deshonor" de Manning quedará en su nombre para siempre.

Manning se libró gracias a su arrepentimiento en el juicio, que finalizó en el verano de 2013, de la cadena perpetua, pero se le impuso todo el peso de la ley militar por otros delitos hasta sumar 35 años, la mayor pena de la historia por una filtración de información.

Manning se arrepintió por la filtración de centenares de miles de documentos de las guerras de Irak y Afganistán y cables del Departamento de Estado, y achacó su delito a su inocencia (22 años) y a su homosexualidad mal recibida en la disciplina castrense.

El delito de Manning quedó apocopado por la irrupción en el verano de 2013 del exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, quien filtró detalles de programas de espionaje de amplio alcance nacional e internacional y se refugió en Rusia para evitar ser procesado en Estados Unidos.

Snowden, que sigue en Rusia, dio las gracias a Manning hoy en su cuenta de Twitter por lo que hizo, y le pidió aguantar los cinco meses que le restan en prisión.

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, refugiado desde 2012 en la embajada ecuatoriana en Londres, pidió la semana pasada la libertad para Manning y dijo que si se suspendía la condena de la exsoldado se entregaría a la Justicia estadounidense.

Fuentes del Gobierno estadounidense aseguraron hoy que el ofrecimiento de Assange no ha pesado en la determinación de liberar a Manning.

En la decisión de hoy, Obama otorgó el perdón al general retirado James Cartwright, que estaba siendo juzgado y se enfrentaba a una pena de dos años por mentir a investigadores sobre filtraciones a dos periodistas sobre los intentos secretos estadounidenses para frenar el programa nuclear iraní.

Fuentes de la Casa Blanca aseguraron que Cartwright, general de cuatro estrellas y exvicejefe del Estado Mayor Conjunto, tenía una carrera distinguida y había servido a su país de manera ejemplar hasta sus filtraciones.

La Administración de Obama ha sido especialmente dura con los responsables de filtraciones de información clasificada, pese a que, tras ocho de mandato, ha decidido en los últimos días conmutar algunas de esas condenas. EFE