Madrid, España, 16 mar (EFE).- En España existieron cerca de 300 campos de concentración franquistas por los que pasaron entre 700.000 y un millón de personas, según una investigación de más de tres años realizada por el periodista Carlos Hernández de Miguel.
El resultado lo cuenta en el libro "Los campos de concentración de Franco" (Ediciones B), un capítulo "olvidado" por la historia, dice a Efe el autor.
Según el periodista y escritor, España se convirtió durante la dictadura del general Francisco Franco (1939-1975) en un "gigantesco campo de concentración".
Fue "una de las patas de la enorme mesa que fue la represión franquista", algo de lo que hay poca documentación, explica, a causa "de la destrucción masiva de ficheros que se realizó durante la dictadura y los primeros años de la Transición" a la democracia.
"En los campos de concentración franquistas no hubo cámaras de gas, pero se practicó el exterminio y se explotó a los cautivos como trabajadores esclavos. En España no hubo un genocidio judío o gitano, pero sí hubo un verdadero holocausto ideológico, una solución final contra quienes pensaban de forma diferente", recalca Hernández de Miguel.
Tras la Segunda Guerra Mundial, en España se realizó un borrado general especialmente de la documentación que podía relacionar al régimen franquista con el nazismo, de tal forma que hay un "agujero brutal de los archivos existentes sobre esa etapa", precisa Hernández de Miguel.
A pesar de las diferencias, hubo una analogía y existieron algunos elementos en común entre estos campos de concentración españoles y los implantados por el sistema nazi, según el autor, quien explica que incluso dirigentes de la Gestapo participaron en el adiestramiento de las fuerzas policiales españolas.
El sistema franquista de estos campos fue diseñado de acuerdo a las necesidades de la dictadura, que eran el "exterminio" de los elementos "más activos" del entorno republicano -los perdedores de la Guerra Civil (1936-1939)- y la consecución de mano de obra a través de los "batallones de trabajo".
"En los campos de concentración franquistas no hubo cámaras de gas, pero se practicó el exterminio y se explotó a los cautivos como trabajadores esclavos. En España no hubo un genocidio judío o gitano, pero sí hubo un verdadero holocausto ideológico, una solución final contra quienes pensaban de forma diferente", recalca Hernández de Miguel.
Asegura que ninguno de los que pasaron por los campos había sido juzgado o acusado oficialmente y considera "muy triste" que no hayan sido reconocidos como víctimas del franquismo. Y tras los 40 años de dictadura hubo "un pacto de silencio" en la Transición.
El periodista, autor también del libro "Los últimos españoles de Mauthausen", lamenta que el Estado no haya puesto los medios para que se conozca la existencia de estos campos de concentración y las nuevas generaciones se "vacunen" contra ellos. EFE