Los Ángeles (EEUU), 26 sep (EFE/David Villafranca).- El grupo mexicano de rock Maná incendió este domingo la noche de Los Ángeles con un concierto en The Forum en el que combinó el rock y el pop de sus mejores éxitos con el mensaje político para promover el voto de los hispanos de cara a las ya cercanas elecciones estadounidenses.
"No queremos racismo, no queremos violencia, no queremos nada de discriminación", gritó el cantante de Maná, Fher Olvera, en el recital de hoy dentro de su gira de claro componente reivindicativo "The Latino Power Tour".
"Este país es multicultural, está hecho por inmigrantes. Y le guste o no le guste a 'este cabrón', ya somos más de cincuenta millones de latinos", afirmó el vocalista sin mencionar, explícitamente, al candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump.
El concierto de hoy fue el segundo seguido de Maná en Los Ángeles, tras el del sábado, y la banda regresará a la ciudad californiana en noviembre tras un tour con el que pasará por lugares como Chicago, Nueva York o Houston.
Maná, formada por Olvera, Alex González, Sergio Vallín y Juan Calleros, comenzó su concierto, frente a cerca de 18.000 personas, con un vídeo en el que se veía el proceso histórico por el que México fue perdiendo, progresivamente, tierras en favor de Estados Unidos.
A continuación, un muro en la frontera, en referencia a la controvertida propuesta de Trump, se levantaba en las pantallas con palabras como xenofobia o racismo inscritas sus ladrillos, poco antes de que unas coloridas flores acabaran con esa visión.
Esta imagen resumió el contenido político y las consignas que Maná lanza en esta gira en la que pide a los latinos que hagan valer su voto y sus ideas para ser una fuerza decisiva en las elecciones estadounidenses de noviembre.
En el plano musical, el grupo arrancó la velada con "Manda una señal" y "Oye mi amor" en medio de un gran y muy cuidado despliegue audiovisual con enormes pantallas.
La rockera "Corazón espinado" y "Labios compartidos" precedieron a "¿Dónde jugarán los niños?", con la que los mexicanos mostraron su preocupación por el medioambiente y el estado en el que a quedar el planeta para las próximas generaciones.
Olvera dijo además que estar en Los Ángeles es "chingón, chingón" porque cruzas la frontera pero se sigue sintiendo como México.
Con la romántica "Mariposa traicionera" se vivieron los primeros instantes de karaoke multitudinario y, posteriormente, Álex González abordó un explosivo y acrobático solo de batería montado en una plataforma que giraba sobre su eje y que se elevaba, además, unos cinco metros por encima de las tablas.
También hubo tiempo para un pequeño set íntimo y acústico con temas como "Eres mi religión" o "En el muelle de San Blas" en un pequeño escenario, como un pequeño ring de boxeo, sobre el que también apareció, como invitado sorpresa, Marco Antonio Solís "El Buki".
El concierto se alargó durante más de dos horas y media e incluyó una curiosa versión de "Get Up, Stand Up" de Bob Marley con la que Maná instó a los latinos a que se "levanten por sus derechos".
El grupo culminó su exitosa presentación con dos de las canciones más populares de su trayectoria: "Rayando el sol" y "Clavado en un bar". EFE