Kabul, 14 ago (Baber Khan Sahel).- El Presidente de Afganistán, Ashrasf Ghani, subrayó hoy la necesidad de hacer frente a la gran ofensiva talibán, que en poco más de una semana ha logrado el control de 23 de las 34 capitales de provincia afganas, el mayor avance en dos décadas de guerra que ha disparado las alertas sobre la posible caída de Kabul.
En un discurso televisado, Ghani aseguró que la "máxima prioridad" del Gobierno afgano reside en la movilización de las fuerzas de seguridad para lograr detener la captura de más capitales regionales en el país.
"Bajo la situación actual, la movilización de las fuerzas de seguridad es nuestra máxima prioridad y se están tomando las medidas necesarias para este propósito", apuntó Ghani.
Este anuncio del presidente se produce ante un panorama desolador, después de que muchas de las tropas afganas se rindieran o huyeran de los territorios conquistados por los talibanes, en algunos casos sin oponer resistencia.
Ghani dijo además que comprende la inquietud de los ciudadanos afganos sobre su "futuro y presente" en el país, y agregó que está tratando de prevenir una mayor "inestabilidad, violencia y desplazamiento de gente" a través de "amplias consultas" que ha iniciado en estos días con "líderes políticos y socios internacionales" y de las que pronto informará de los avances.
Asimismo, prometió que no permitirá que esta "guerra impuesta cause más muertes de personas inocentes, la destrucción de las infraestructuras del país y la pérdida de los logros alcanzados durante los últimos veinte años", sentenció.
Las palabras de Ghani se producen después de que esta semana el presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdullah Abdullah, se reuniese en Doha con delegaciones internacionales en busca de una salida dialogada al conflicto.
Durante esos encuentros, la delegación del Gobierno afgano llegó a proponer supuestamente compartir el poder del país con los insurgentes, una propuesta que los talibanes negaron que hubiesen recibido. Para Abdullah, la estrategia de los insurgentes es clara: "No quieren la paz y tienen la intención de capturar Kabul".
Biden eleva a 5.000 el despliegue de tropas en Afganistán ante avance talibán
Washington.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este sábado que autorizó el despliegue de "aproximadamente 5.000″ militares en Afganistán, 1.000 más que los que estaban previstos hasta ahora, para completar la evacuación de miles de estadounidenses y afganos ante el avance talibán.
En un comunicado, Biden amenazó además a los talibanes con una respuesta militar "rápida y contundente" si atacan al personal estadounidense o su embajada en Afganistán, ante el temor de que ese grupo insurgente conquiste Kabul.
"He autorizado el despliegue de aproximadamente 5.000 militares para asegurarnos de tener una retirada ordenada y segura del personal estadounidense y de otros aliados", afirmó el mandatario.
Los soldados ayudarán también a evacuar a miles de "afganos que ayudaron a las tropas" estadounidenses durante la guerra y que han pedido visados para trasladarse a EE.UU., además de a aquellos ciudadanos del país "que estén bajo un riesgo especial por el avance talibán", añadió.
Según fuentes de defensa estadounidenses, la orden del presidente solo supone un aumento de 1.000 militares más respecto a los planes anteriores del Pentágono.
23 CAPITALES EN UNA SEMANA
Mientras Ghani pronunciaba su discurso, los talibanes hacían pública la conquista de su vigésima capital de provincia: Asadabad, capital de la región oriental de Kunar. La conquista se produjo después de que "el cuartel general de inteligencia y todos sus anexos" quedasen bajo el control de los muyahidines, aseguraron.
Poco después, los talibanes se hacían con el control de la capital regional de Paktika, Sharana, que también fue entregada de manera pacífica y sin "disparar una bala", según reveló a Efe el diputado por de esta provincia en la Cámara Baja del Parlamento nacional, Khalid Asad.
Horas más tarde, se unieron tres capturas más: la noroccidental Maymana, la oriental Mehtarlam, y la norteña Mazar-e-Sharif, la cuarta ciudad más grande de Afganistán.
La caída de Mazar-e-Sharif, capital de la provincia de Balkh, es un duro golpe para el Gobierno afgano, después de que cayeran ya en manos insurgentes la segunda ciudad más importante, Kandahar, y la tercera, Herat, con Kabul como único bastión contra los talibanes. EFE