SANTIAGO DE CHILE.- El ministro de Salud de Chile, Enrique Paris, le rogó al apresado machi mapuche (shamán, curandero-guía espiritual), Celestino Córdova, abandonar la huelga de hambre que inició hace 102 días en demanda de seguir cumpliendo su pena carcelaria en su comunidad indígena mientras dure la pandemia.

"Personalmente a Celestino Córdova le digo: machi, colega médico, por favor, le ruego que medite esta situación y que no dañe su salud, que no dañe su vida, que dé un ejemplo a sus pacientes, porque ningún médico quiere que su paciente se deje morir", expresó el ministro.

El machi mapuche, etnia que habita zonas del sur de Chile y de Argentina, cumple una condena de 18 años por el incendio en 2013 de una vivienda levantada en territorio mapuche que calcinó a sus dos ocupantes, el matrimonio de ancianos colonos alemanes Luchsinger-Mackay.

"Obviamente le ruego que deje la huelga de hambre, que podamos dialogar, que podamos llegar a un entendimiento, porque siempre se puede conversar, dialogar y llegar a entendimiento, sobre todo cuando está la vida de una persona en juego, como es este caso. En medicina lo importante es mantener la vida. Voy a hacer una analogía: Celestino Córdova es machi. ¿Qué significa machi en la cultura mapuche? Que también él es médico. Por lo tanto, como médico, él tiene que velar por la vida de sus pacientes y por su vida propia. Él también va a comprender que tiene que proteger su vida y, por lo tanto, no dejarse morir", reiteró el ministro.

El machi quiere cuidar a los enfermos de su comunidad mientras dure la pandemia, labor que no se le permite ejercer en prisión.

Ingresado desde mediados de julio por su delicado estado de salud en un hospital en la ciudad de Temuco, en la sureña región de La Araucanía, Córdova inició una huelga de hambre hace 102 días para pedir pasar seis meses en su casa mientras dure la pandemia y renovar su "rewe" o energía espiritual.

El machi, que ya disfrutó de ese permiso durante unas horas en julio de 2018, alertó el martes en un audio difundido por medios locales que comenzaría una “huelga de hambre seca” si el Supremo rechazaba su solicitud y aseguró estar preparado para "dar la vida" por su pueblo.

En La Araucanía y otras regiones del sur de Chile existe desde hace décadas el llamado "conflicto mapuche", que enfrenta a comunidades indígenas con empresas agrícolas y forestales que explotan tierras consideradas ancestrales.

En las últimas semanas el conflicto ha subido de intensidad, sobre todo desde el inicio de la huelga de hambre de Córdova y otra veintena de presos mapuches, con ocupaciones de edificios municipales y desalojos violentos, gritos racistas contra el pueblo indígena, quema de camiones y maquinarias, bloqueo de carreteras y marchas que acaban en enfrentamientos.

El Gobierno chileno, que ha mantenido negociaciones en los últimos días con líderes comuneros, rechaza que los condenados sean "presos políticos" y asegura que hará "todo lo posible para preservar y proteger la vida" de los detenidos en huelga de hambre.

El presidente del país, el conservador Sebastián Piñera, presentó por su parte este jueves un proyecto de ley que endurece las penas en la quema de camiones y que considera la cadena perpetua en el caso de que haya víctimas mortales.

"Sin duda que debimos haber tenido esta ley mucho antes, y por eso quiero yo hacer un llamado a que estemos más alertas, más atentos en todo aquello que nos va a permitir proteger mejor la salud y la vida de nuestros compatriotas", dijo Piñera.

Según cifras del último censo, los mapuches son el pueblo originario más numeroso en Chile y representan cerca del 10 % de la población.

Entre las reivindicaciones históricas de los mapuches se encuentran una mayor representación en el Parlamento y la creación de un Ministerio Indígena, así como la recuperación de tierras ancestrales y el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios. (Con informaciones de EFE y otras fuentes)