México, 10 ene (EFE).- El canciller de México, Luis Videgaray, afirmó hoy que "no hay manera" de que México pague por el muro que Donald Trump pretende construir en la frontera común y confió en que su país podrá negociar con él cuando llegue a la Casa Blanca porque eso es lo que el magnate "ha hecho toda su vida".
"En la relación entre dos países vecinos hay muchos temas que se pueden negociar, platicar, incluyendo toda la relación comercial, pero hay temas que van en contra de la dignidad de un pueblo, que atentan de manera flagrante contra la soberanía nacional, y en esos temas no vamos a transigir. Y este es uno de ellos", dijo en una entrevista en el informativo de la mañana de Televisa.
"No hay manera en que eso ocurra", agregó el secretario de Relaciones Exteriores a la pregunta directa de si México va a pagar el muro.
El canciller explicó que "no es un tema de cuánto cuesta, de dónde sale", sino "un tema de dignidad y de soberanía nacional", reiteró.
"Hay una realidad económica que se habrá de imponer" y que tiene que ver también con el estado de Texas, que cuenta con "un superávit comercial enorme con México", país al que exporta 95.000 millones de dólares
Videgaray reveló que el Gobierno mexicano está dispuesto a entablar contactos de "forma inmediata" con la Administración de Trump después del 20 de enero, cuando asuma el nuevo presidente de Estados Unidos, y que al acto de investidura acudirá el embajador de México en Washington, como es tradición desde hace décadas.
Sin embargo, recalcó que el tema del muro, donde las partes presentan "una diferencia sustancial importante" de planteamientos, no es negociable: "No hay ninguna circunstancia, ni siquiera el mejor acuerdo comercial posible, inversiones, apoyos, que justificaran" esa medida.
Confirmó que su país está dispuesto a revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente entre Canadá, Estados Unidos y México desde 1994 y que Trump ha amenazado con romper, y manifestó que es importante hacerlo rápido para frenar la volatilidad de la economía mexicana.
"El tema de las armadoras pone de manifiesto lo importante que es resolver la incertidumbre de qué va a pasar con el acuerdo de libre comercio", señaló Videgaray sobre el reciente anuncio de Ford de suspender una inversión 1.600 millones de dólares en el estado mexicano de San Luis Potosí, por las presiones de Trump para que esa compañía automotriz de EE.UU. invierta en su propio país.
Argumentó asimismo que el peso mexicano, que ha llegado a mínimos históricos en los últimos días respecto al dólar, "está viviendo un momento de incertidumbre derivado de que se desconocen cuáles van a ser los acuerdos, particularmente en el área comercial, con Estados Unidos".
También "las decisiones de inversión en México necesitan conocer con certidumbre ese horizonte", añadió, antes de reiterar la apuesta del Gobierno de Enrique Peña Nieto por el diálogo.
"Hay quien dice 'vámonos a la confrontación, incluso al choque, al insulto', hay quien está pronosticando una sumisión vergonzosa. Lo que tenemos que hacer es negociar y negociar como una nación soberana", remarcó.
Enfatizó que "más de 6 millones de empleos en Estados Unidos dependen directamente de las exportaciones a México", como sucede en Wisconsin, estado ganado por Trump en las elecciones pero que tiene en el país latinoamericano a su principal destino de exportaciones de lácteos, su mayor industria.
"Hay una realidad económica que se habrá de imponer" y que tiene que ver también con el estado de Texas, que cuenta con "un superávit comercial enorme con México", país al que exporta 95.000 millones de dólares, zanjó. EFE