Sao Paulo, Brasil (EFE/Carlos Meneses Sánchez).- Luiz Inácio Lula da Silva, el líder más popular que ha tenido Brasil en las últimas décadas, se convirtió este miércoles en el primer expresidente condenado penalmente por la Justicia de un país que desde hace más de tres años lidia con escándalos de corrupción en las altas esferas del poder.

El exmandatario, de 71 años, fue condenado en primera instancia a nueve años y medio de prisión por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, aunque no se decretó su prisión preventiva pues la pena aún deberá ser confirmada por un tribunal superior.

La sentencia fue proferida por el juez federal Sergio Moro, encargado de las investigaciones del caso Petrobras, quien halló culpable a Lula de beneficiarse de la gigantesca trama corrupta que desvió millones en la estatal petrolera.

El magistrado da por comprobado que el expresidente recibió 2,25 millones de reales (unos 700.000 dólares) en concepto de sobornos, los cuales se habrían materializado en la reserva y reforma de un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá, en el litoral del estado de Sao Paulo.

Moro añadió en el auto que Lula "faltó a la verdad de los hechos en sus declaraciones", en las cuales negó ser el verdadero dueño del inmueble y que lo recibió a cambio de favorecer a la constructora OAS, implicada en la trama.

SAO PAULO (BRASIL), 12/07/2017.- Un grupo de manifestantes celebran este miércoles 12 de julio de 2017, en Sao Paulo (Brasil), la decisión del juez Sergio Moro de condenar al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a nueve años y medio de cárcel, por su implicación en la red de corrupción que operó en Petrobras, informaron fuentes oficiales. EFE/Sebastião Moreira
SAO PAULO (BRASIL), 12/07/2017.- Un grupo de manifestantes celebran este miércoles 12 de julio de 2017, en Sao Paulo (Brasil), la decisión del juez Sergio Moro de condenar al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a nueve años y medio de cárcel, por su implicación en la red de corrupción que operó en Petrobras, informaron fuentes oficiales. EFE/Sebastião Moreira

"Es lamentable que un expresidente de la República sea condenado criminalmente, pero la culpa de eso son los crímenes por él practicados y no la regular aplicación de la ley", escribió Moro en la sentencia y añadió que prevaleció el principio de "no importa cuán alto seas, la ley siempre está encima de ti".

Lula gobernó Brasil entre 2003 y 2010 y responderá en libertad a la espera de que una instancia superior se pronuncie sobre el proceso, uno de los cinco que tiene abiertos con la Justicia, la mayoría relacionados con el caso Petrobras, que ha enviado a prisión a decenas de políticos de todo el arco ideológico y empresarios.

Moro explicó en su sentencia que no ordenó una prisión cautelar del líder del Partido de los Trabajadores (PT) por "prudencia" y para evitar "ciertos traumas", pese a "los episodios de orientación a terceros para la destrucción de pruebas (que atribuye a Lula)".

Asimismo, en su auto prohibió a Lula ocupar cargo o función pública por 19 años, en caso de que la sentencia sea ratificada, y le impuso una multa adicional de 669.700 reales (unos 200.000 dólares) por los crímenes supuestamente cometidos.

Al ser una condena en primera instancia, Lula mantiene intacta, hasta tanto se ratifique la sentencia, la posibilidad de concurrir a las próximas elecciones generales previstas para 2018, a las que ha manifestado en repetidas ocasiones su deseo de presentarse.

La justicia superior deberá pronunciarse sobre el caso a mediados o fines del año próximo, lo que coincidiría con la campaña electoral.

SAO PAULO (BRASIL), 12/07/2017.- Un grupo de manifestantes protestan contra la decisión del juez Sergio Moro de condenar al ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva este miércoles 12 de julio de 2017, en Sao Paulo (Brasil). Lula fue condenado hoy a nueve años y medio de cárcel por un tribunal de primera instancia, por su implicación en la red de corrupción que operó en Petrobras, informaron fuentes oficiales. EFE/Sebastião Moreira
SAO PAULO (BRASIL), 12/07/2017.- Un grupo de manifestantes protestan contra la decisión del juez Sergio Moro de condenar al ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva este miércoles 12 de julio de 2017, en Sao Paulo (Brasil). Lula fue condenado hoy a nueve años y medio de cárcel por un tribunal de primera instancia, por su implicación en la red de corrupción que operó en Petrobras, informaron fuentes oficiales. EFE/Sebastião Moreira

La defensa de Lula dijo este miércoles que la condena es "especulativa" y afirmó que las pruebas que demostraban su inocencia fueron "ignoradas" y tratadas "superficialmente".

El Partido de los Trabajadores (PT), en el que Lula participó de su fundación en 1980, rechazó la sentencia "sin pruebas" contra su líder y la calificó de "vergonzosa", según publicó en redes sociales la presidenta de la formación, Gleisi Hoffmann.

La exmandataria brasileña Dilma Rousseff, destituida el año pasado por supuestas irregularidades fiscales, dijo de su antecesor en el cargo y padrino político que es "inocente" y que "el pueblo lo rescatará en 2018″.

Por otro lado, en las calles de Sao Paulo, manifestantes a favor y en contra de Lula salieron a protestar y la Policía tuvo que intervenir con bloqueos para evitar posibles enfrentamientos.

No obstante, los problemas de Lula con la Justicia no se reducen a los cinco juicios abiertos, ya que podría llegar a ser investigado en otros seis procesos más, según solicitó la Fiscalía con base en confesiones hechas por exdirectivos del grupo Odebrecht.

Igualmente también está salpicado por revelaciones a la Justicia de ejecutivos del grupo JBS, que lo acusan de haber recibido la suma de 50 millones de dólares en supuestos sobornos que habrían sido depositados en diversas cuentas bancarias abiertas en el exterior.

La sentencia contra Lula se convierte en la más simbólica de todas las que ya han sido proferidas por los múltiples escándalos de corrupción que han estallado en Brasil en los últimos tres años, algunos de los cuales han traspasado las fronteras nacionales y contagiado a otros países en Latinoamérica.

Todos los expresidentes vivos desde el restablecimiento de la democracia (José Sarney, Fernando Collor de Mello, Fernando Henrique Cardoso, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff) han sido salpicados por la corrupción.

Incluso está implicado el actual mandatario, Michel Temer, a quien la Fiscalía denunció en junio pasado por un supuesto delito de corrupción pasiva que amenaza con desalojarle del poder, lo que dejaría a Brasil sumido en una deriva institucional que no parece tener fin.EFE

Manifestantes a favor y en contra de condena a Lula protestan en Sao Paulo

Manifestantes a favor y en contra de la condena en primera instancia contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva salieron a protestar este miércoles en las calles de Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, y la Policía Militar tuvo que intervenir para evitar posibles enfrentamientos.

Una protesta programada inicialmente en la céntrica Avenida Paulista para pedir la renuncia del presidente brasileño, Michel Temer, acorralado por escándalos de corrupción, terminó siendo relegada por las concentraciones de simpatizantes y detractores de Lula.

La protesta inicial daría continuidad a la del último lunes, cuando fueron quemados en la Avenida Paulista muñecos gigantes de Temer, después de que el instructor del caso en una comisión de la Cámara de Diputados, el congresista Sergio Zveiter, avaló la continuidad de la denuncia contra el jefe de Estado.

Sin embargo, con la sentencia de una condena de nueve años y medio para Lula proferida este miércoles por el juez federal Sergio Moro por corrupción pasiva y lavado de dinero, las otras dos manifestaciones se tomaron la Avenida Paulista, considerada como el corazón financiero del país.

Al final de la tarde, simpatizantes de Lula convocados por las centrales sindicales y movimientos sociales se reunieron en las afueras del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP) para expresar apoyo al exgobernante de 71 años, acusado de recibir sobornos materializados en la reserva y reforma de un apartamento en una playa de Sao Paulo.

A menos de una cuadra, frente a la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), la más influyente patronal del país, otros movimientos contrarios al líder sindical se reunieron para celebrar la condena y portando banderas de Brasil y carteles a favor del juez Moro pidieron la prisión inmediata del exgobernante.

La Policía Militarizada del estado de Sao Paulo, que no informó sobre el número de personas en las protestas, realizó bloqueos preventivos para evitar enfrentamientos entre los manifestantes que no dejaron de provocarse durante las cuatro horas de concentración.

La mayoría de los movimientos que en 2016 presionaron la destitución de la entonces presidenta Dilma Russeff, ahijada y sucesora de Lula, evitó participar de los actos a favor de la condena contra el exmandatario, pero incitaron en las redes sociales a un "cacerolazo" colectivo, que se sintió en algunos barrios.

Por la sentencia, Moro prohibió a Lula ocupar cargo o función pública por 19 años, en caso de que la condena sea ratificada, pero por tratarse de una primera instancia, Lula mantiene intacta, por le momento, la posibilidad de concurrir a las próximas elecciones generales previstas para 2018.

La justicia superior deberá pronunciarse sobre el caso a mediados o fines del año próximo, lo que coincidiría con la campaña electoral sobre la cual Lula ha expresado su intención de participar como candidato, respaldado favorablemente en las encuestas de intención de voto.

Lula es reo en cinco causas judiciales relacionadas, en su mayoría, con los escándalos de corrupción destapados en la petrolera estatal Petrobras.

Otros actos y vigilias en solidaridad a Lula fueron convocados por el Partido de los Trabajadores (PT) este miércoles y el jueves, en la sede del Directorio Municipal de la formación en Sao Paulo, está previsto un "abrazo colectivo" en el que es esperada la presencia del propio exgobernante. EFE