Brasilia, Brasil (EFE/Eduardo Davis).- El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a 12 años de cárcel, sigue como favorito para las elecciones de octubre, según un sondeo divulgado hoy y a pesar de que para entonces pudiera estar inhabilitado o preso.

La encuesta fue realizada por el Instituto Datafolha entre el lunes y el martes, después de que la semana pasada un tribunal de segunda instancia ratificó y amplió de 9 a 12 años la pena ya impuesta al exmandatario por un juez inferior, que le halló culpable de delitos de corrupción.

En respuesta a esa decisión, el Partido de los Trabajadores (PT) proclamó a Lula precandidato a la presidencia y su defensa se ha valido de esa condición en sus primeros intentos de evitar que la pena sea ejecutada y que el exmandatario vaya a prisión.

Esa pretensión de la defensa tuvo un primer revés este martes, cuando el Superior Tribunal de Justicia negó un hábeas corpus solicitado en favor de Lula, en el cual se alegaba que no podía ser recluido hasta que se agotaran todas las apelaciones.

La defensa enumeró seis razones para intentar impedir un eventual encarcelamiento y, entre ellas citó precisamente su condición de "líder absoluto en las encuestas de intención de voto".

La preferencia que Lula mantiene por ahora entre los electores fue confirmada en la encuesta divulgada hoy por Datafolha, según la cual el antiguo sindicalista volvería a ser elegido presidente en octubre frente a cualquiera de los posibles aspirantes al cargo, que aún no han sido oficialmente proclamados.

Según la encuesta, si Lula no fuera inhabilitado como candidato y se librase de la prisión mediante las apelaciones que aún le restan obtendría en la primera vuelta entre un 34 y 37 %, una votación que oscilaría entre 44 y 49 % en la segunda y definitiva.

Esos porcentajes varían en función de otros posibles candidatos, entre los que despunta el diputado Jair Bolsonaro, un exmilitar de ultraderecha cuya intención de voto oscila entre un 16 y 18 % y disputaría una eventual segunda vuelta frente a Lula.

Pese a su favoritismo, la candidatura de Lula puede ser impugnada por la justicia, pues las leyes electorales impiden expresamente que una persona con una condena ratificada en segunda instancia se presente a un cargo público, aunque la defensa del exmandatario confía en que podrá revertir la sentencia antes de los comicios.

La posible inhabilitación del expresidente deberá ser tratada por el Tribunal Superior Electoral, pero sólo a partir del 15 de agosto, cuando vence el plazo para la inscripción de candidaturas y siempre y cuando Lula formalice sus intenciones.

Además, la ley brasileña permite que una sentencia sea ejecutada una vez concluidas las apelaciones en segunda instancia y aún cuando haya otras posibilidades de recursos en tribunales superiores, como el Supremo, con lo que Lula hasta podría ser encarcelado antes de los comicios.

Según Datafolha, si Lula finalmente no pudiera ser candidato, Bolsonaro ganaría la primera vuelta con una votación que oscilaría entre 18 y 20 %, y según el escenario, se enfrentaría en una segunda al izquierdista Ciro Gomes o a la ecologista Marina Silva, a quienes la encuesta atribuye una votación que varía entre 12 y 16 %.

En ese caso, tanto Gomes como Silva o cualquier otro candidato se impondrían al exmilitar, que en una segunda vuelta no obtendría más del 33 % de los votos.

No obstante, el futuro de las elecciones se definirá en la Justicia, que en los próximos meses decidirá si Lula puede ser candidato o si comienza a cumplir la pena de prisión, todo lo cual genera una incertidumbre que, según analistas, hasta afectaría el proceso de recuperación que ha iniciado la economía brasileña.

También en los próximos meses deberá haber sentencia en otras seis causas penales por presunta corrupción que enfrenta Lula, lo cual podría complicar aún más su ya delicada situación jurídica.

La encuesta difundida hoy es la primera que se publica desde la ratificación de la condena contra Lula. Según Datafolha tiene un margen de error de dos puntos porcentuales y fue realizada entre 2.826 electores de 174 municipios de todas las zonas del país. EFE

La tasa de aprobación del Gobierno de Temer llega al 6 %, según sondeo

Michel Temer
Michel Temer

Brasilia, Brasilia (EFE).- La tasa de aprobación del Gobierno del presidente brasileño, Michel Temer, se mantiene en un escaso 6 %, en tanto que la de rechazo se encuentra en el 70 %, según un sondeo difundido por el Instituto Datafolha.

Esos índices son similares a los registrados en una encuesta similar realizada por el mismo Datafolha en noviembre pasado, cuando la tasa de aprobación era del 5 % y un 71 % calificaba al Gobierno de Temer como "malo o pésimo" y el resto lo consideraba "regular".

En esta consulta, Datafolha pidió además a los encuestados que le dieran una nota a la gestión del mandatario, que asumió el poder en agosto de 2016 tras la destitución de la entonces mandataria Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente.

Un 43 % le atribuyó al Gobierno una nota "cero", un 14 % le dio un "cinco" y un 8 % se inclinó por un "dos", con lo que, de acuerdo a Datafolha, la gestión de Temer tiene un promedio de 2,6 puntos.

El mandatario, uno de los más impopulares que ha tenido Brasil, deberá entregar el cargo el 1 de enero de 2019 al ganador de las elecciones que se celebrarán el próximo 7 de octubre.

De cara a esos comicios, Datafolha publicó hoy otra encuesta, según la cual se mantiene como favorito el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, a pesar de que la semana pasada una corte de segunda instancia ratificó y amplió de nueve a doce años de cárcel la pena dictada por un juez inferior que le halló culpable de corrupción.

Pese a su favoritismo, la candidatura de Lula puede ser impugnada por la justicia, pues las leyes electorales impiden expresamente que una persona con una condena ratificada en segunda instancia postule a un cargo público, aunque la defensa del exmandatario confía en que podrá revertir la sentencia antes de los comicios.

La posible inhabilitación del expresidente deberá ser tratada por el Tribunal Superior Electoral, pero solo a partir del 15 de agosto, cuando vence el plazo para la inscripción de candidaturas, y siempre y cuando Lula haya formalizado sus intenciones.

Además, la ley brasileña permite que una sentencia sea ejecutada una vez concluidas las apelaciones en segunda instancia y aún cuando haya otras posibilidades de recursos en tribunales superiores, con lo que Lula hasta podría ser encarcelado antes de los comicios. EFE