Río de Janeiro, 24 abr (EFE).- El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que enfrenta cinco procesos en la Justicia por corrupción, pidió a sus acusadores que presenten las pruebas de los delitos que supuestamente cometió y se dijo con ganas de "pelear" en los tribunales y en las elecciones.
"Llegó la hora de que paren con tanta habladuría y muestren las pruebas. Quiero que muestren un real (mío) fuera del país. Pruébenme un real, no estoy pidiendo dos, tan sólo uno", afirmó el ex jefe de Estado en el discurso que pronunció en un evento con parlamentarios del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasilia, en donde fue ovacionado por sus seguidores.
Lula desafió a sus acusadores a presentar al menos una prueba de cualquier irregularidad que hubiera podido cometer en los ocho años en que fue presidente de Brasil.
"Estoy con muchas ganas de pelear", agregó el mandatario más popular en la historia de Brasil al dar a entender que quiere hacer frente a las acusaciones en los tribunales y disputar las elecciones presidenciales del próximo año.
"Si ustedes me indican y todo sale bien para poder ser candidato (a la Presidencia), intentaré hacer un poco más", agregó al referirse a sus aspiraciones electorales el próximo año.
Las denuncias contra Lula se han multiplicado en los últimos días con la divulgación de las delaciones hechas por 77 ejecutivos de la constructora Odebrecht en un acuerdo para colaborar con la Justicia en la investigación del gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera Petrobras a cambio de reducciones en sus condenas.
Igualmente testificó contra Lula el expresidente y socio de la constructora OAS Leo Pinheiro, quien aseguró que el entonces jefe de Estado le pidió destruir las pruebas de las donaciones ilegales que hizo a campañas electorales del PT.
"Es tanta presión sobre Leo (Pinheiro, con quien tenía lazos de amistad), condenado a 26 años, que, de esa forma, él terminará hablando hasta de su propia madre", afirmó Lula al atribuir las acusaciones del empresario a negociaciones con la Fiscalía para intentar reducir su condena.
Lula dijo igualmente que está dispuesto a prestar declaración ante la Justicia el día que sea llamado por el juez federal Sergio Moro, el responsable por la investigación de los desvíos en Petrobras.
Moro convocó a Lula a prestar testimonio el 3 de mayo, pero la Policía Federal pidió hoy un aplazamiento de la fecha por considerar que no tiene condiciones de garantizar en esa día la seguridad frente al tribunal, a donde han sido convocados miles de militantes del PT para manifestar apoyo al expresidente.
"No marqué el día 3 ni lo desmarqué. No estoy preocupado con la fecha. La fecha la define el juez Moro. El día que sea marcado, diré la verdad. Estoy tranquilo. No me preocupa nada", dijo.
"Entre todos, desde el Poder Judicial hasta la Fiscalía y la prensa, el que más quiere que la verdad salga soy yo", aseguró el exmandatario, para quien, tras tres años de estar escuchando acusaciones, finalmente podrá defenderse.
Dijo igualmente que está recibiendo un tratamiento peor que el de los otros acusados, especialmente por parte de la prensa. EFE